Valerio asume que el subsidio a mayores de 52 se convertirá en una 'renta vitalicia'

  • El Ministerio se basa en un escenario en el que los beneficiarios quedan atrapados en el paro año tras año y acaban por triplicar la factura en 2022.
Magdalena Valerio, Consejo de Ministros
Magdalena Valerio, Consejo de Ministros
EFE

El subsidio para mayores de 52 años acabará por convertirse en una suerte de 'renta vitalicia' para sus beneficiarios. Así lo asume el propio Ministerio de Trabajo, que en sus cálculos para estimar el coste de esta medida se ha basado en un escenario en el que este colectivo, lejos de reducirse, se va a mantener año tras año y va a ir sumando nuevas incorporaciones en cada ejercicio, hasta llegar a triplicar el gasto para las arcas públicas en los próximos tres años. Es una manera de encajar el peso de los trabajadores de más edad que, con el paso del tiempo en el paro, cada vez tienen más difícil su reinserción en el mercado laboral.

La ayuda de 430 euros que pueden percibir los parados mayores de 52 años mientras no encuentren un empleo y hasta que alcancen la edad total de jubilación va a suponer un importante desembolso. Según figura en el Plan Reincorpora-T que acaba de aprobar el Consejo de Ministros, la medida costará 388 millones de euros en 2019, 993 millones en 2020 y 1.196 millones en 2021 (último año). En total, 2.577 millones de euros.

Pero en la memoria económica del real decreto ley que aprobó la mejora del subsidio, el coste se cifró en una cantidad bastante menor. En concreto, 1.263 millones de euros en cuatro años, a razón de 388 millones en 2019, 605 millones en 2020, 203 en 2021 y 67 millones en 2022. Según explican fuentes de Trabajo, esta diferencia se produce por un "ajuste contable". Los técnicos del Ministerio han decidido "consolidar el gasto", lo que se traduce en que se convierte en un desembolso acumulado, de manera que se da por hecho que la partida destinada para un año se mantiene al siguiente para esos mismos beneficiarios y se le suma lo que supongan las nuevas incorporaciones.

Siguiendo estas estimaciones, y para terminar de comprender la factura total, en 2019 el subsidio costará 388 millones de euros (algo menos de los 465 millones que supondría el año entero, por entrar en vigor en marzo); en 2020 a esos 388 millones se sumarán otros 605 millones de nuevas altas y se alcanzarán los 993 millones de euros; en 2021 habrá que añadir otros 203 millones más, hasta totalizar 1.196 millones de euros, y en 2022 la factura acabará por triplicarse al llegar a 1.263 millones. En estos cuatro años, los parados mayores de 52 años habrán supuesto un gasto de 3.840 millones de euros.

"Lo justo es consolidar el gasto, porque se entiende que el número de parados se mantiene en el siguiente ejercicio, y así se ha calculado", argumentan en el departamento que dirige Magdalena Valerio. De estas explicaciones se deduce que el Gobierno espera escasos –si no nulos– resultados de sus políticas para favorecer la reinserción en el mercado laboral de este sector de población activa especialmente vulnerable a la hora de acceder a un puesto de trabajo.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha mejorado considerablemente las condiciones de este subsidio respecto a la anterior legislación del PP (consulte aquí los nuevos requisitos). Una de las principales novedades es que ahora los mayores de 52 años (antes eran 55) pueden percibirlo hasta que cumplan la edad ordinaria de jubilación. En plena precampaña electoral, el Gobierno aprobó estas mejoras para que los desempleados mayores de 52 años no tengan que "elegir entre quedarse sin subsidio o jubilarse anticipadamente", cobrando menor pensión, defendió Valerio.

Inevitablemente, estas mejoras tensarán aún más las cuentas públicas. El Gobierno considera que tiene "margen de maniobra" para cuadrar la medida con los Presupuestos de 2018 prorrogados. Pese a ello, señala en la memoria económica del decreto que, en caso de ser necesario, se recurrirá al remanente de tesorería no afectado de la Seguridad Social, de 11.395 millones de euros a 31 de diciembre de 2017, con el fin de "garantizar que es posible hacer frente al aumento del gasto".

Para el Ejecutivo, los parados mayores de 52 años revisten un carácter prioritario, tanto por garantizar su protección actual como futura, dado que este subsidio incide directamente en la cuantía de la futura pensión de jubilación. Calculan que la ampliación del ámbito de cobertura alcanzará a casi 380.000 personas, entre los 114.000 que hasta ahora no tenían acceso al subsidio y los 266.000 mayores de 55 que venían percibiendo la ayuda y verán ahora mejoradas sus condiciones.

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