Van Rompuy cree que la UE debe aumentar la presión sobre Grecia

  • El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, consideró hoy que la UE debería aumentar la presión sobre Grecia para que lleven a cabo las reformas que se han comprometido a realizar como condición para recibir asistencia financiera.

Bruselas, 5 sep.- El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, consideró hoy que la UE debería aumentar la presión sobre Grecia para que lleven a cabo las reformas que se han comprometido a realizar como condición para recibir asistencia financiera.

"Los mercados ven que hay problemas para aplicar el plan de ajuste en Grecia e Italia. Europa debe aumentar la presión sobre estos países para que lleven a cabo las medidas que han diseñado", señaló Van Rompuy en unas declaraciones a la radio flamenca VRT.

El líder europeo, que esta tarde se reúne con el primer ministro finlandés, Jurki Katainem, y a continuación con la canciller alemana, Angela Merkel, defendió además una mayor integración en la zona del euro.

"No puede ser que tengamos una moneda única y 17 políticas distintas", comentó y reclamó un papel destacado de la Comisión Europea.

Además, reclamó que se lleve a cabo una "diplomacia silenciosa", ya que en su opinión las "grandes declaraciones sobre la economía europea dañan más que ayudan".

La visita de Van Rompuy a Finlandia y Alemania se produce en un momento muy delicado para la economía europea por la insistencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) en que existe un riesgo de caer en una nueva recesión y tras la retirada temporal de los supervisores internacionales que comprueban la aplicación de las reformas en Grecia.

La reunión con ambos países se centrará previsiblemente en las posibilidades que plantea el segundo paquete de ayuda financiera a Grecia, valorado en 109.000 millones de euros de fondos públicos más otros 50.000 millones de acreedores del sector privado, que fue aprobado el pasado 21 de julio, pero que está aún pendiente de ratificación en los parlamentos nacionales.

Según el acuerdo al que dieron luz verde los veintisiete, los estados miembros pueden pactar con Atenas garantías bilaterales a cambio de su apoyo, una opción que aprovechó Helsinki y que ha sido rechazada por otros socios europeos como Alemania.

El acuerdo inicial entre Finlandia y Grecia -la creación por parte de Atenas de un depósito en efectivo del 20 % de los 1.400 millones de euros que corresponderá a Finlandia aportar al rescate- ya se da por descartado, pero se estudian otros posibles planteamientos.

En paralelo, fuentes comunitarias comentaron hoy la retirada temporal de Atenas de la llamada "troika" -El FMI, el Banco Central Europeo (BCE) y la CE- y aunque negaron que se hayan exigido medidas adicionales a Grecia, sí admitieron que estaba en riesgo la concesión del siguiente tramo de ayuda a esta país, 8.000 millones de euros.

"La asistencia financiera conlleva una fuerte condicionalidad y esto significa que si no se cumplen (las medidas de ajuste) la asistencia puede parar", explicaron las fuentes, y recalcaron que de lo contrario países como Alemania, Holanda, Austria y otros como España e Italia, que también tienen problemas, no se habrían comprometido a hacer el esfuerzo de apoyo.

El desembolso de esta sexta entrega de ayuda está previsto para finales de septiembre y está condicionado al cumplimiento de una serie de medidas de ajuste concretas.

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