Van Rompuy desea fijar el tope de déficit permitido por debajo del 3% del PIB

  • Luxemburgo.- Los países e instituciones de la UE se mostraron hoy a favor de "crear más sanciones" y aplicarlas con anterioridad a lo actualmente previsto en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (que fija en el 3% del PIB el tope de déficit de los los gobiernos), anunció hoy el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.

Luxemburgo.- Los países e instituciones de la UE se mostraron hoy a favor de "crear más sanciones" y aplicarlas con anterioridad a lo actualmente previsto en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (que fija en el 3% del PIB el tope de déficit de los los gobiernos), anunció hoy el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.

Van Rompuy, que encabeza el grupo de trabajo que estudia la reforma de las reglas de la unión monetaria para evitar la repetición de una crisis como la de Grecia, aseguró que "existe un amplio consenso" en los principales puntos de discusión abordados hoy, sobre endurecimiento del pacto de estabilidad y reducción de las divergencias macroeconómicas entre países.

"Mejoraremos el pacto al crear más sanciones y aplicarlas antes. Las sanciones podrían aplicarse antes de traspasar el umbral del tres por ciento anual, si por ejemplo los avisos han sido ignorados o si el nivel de deuda sube demasiado deprisa", dijo el presidente del Consejo Europeo, que explicó que todavía "hay que definir con precisión" las circunstancias en las que se aplicarán las sanciones.

Van Rompuy pidió a la Comisión Europea que haga una propuesta sobre este endurecimiento de los castigos y especificó que el grupo que él lidera trabaja principalmente sobre las sanciones financieras, que no requerirían de un cambiado de los tratados de la UE, a diferencia de la instauración de otro tipo de castigos no económicos.

Van Rompuy también insistió en la idea de instaurar un "semestre europeo" al comienzo del año, en el que los estados miembros presentarían a la Comisión Europea sus proyectos de presupuestos, para que el Ejecutivo comunitario pudiera pronunciarse sobre sus principales líneas, como las previsiones de "ingresos, gastos y los objetivos de déficit", antes de que sean aprobados por los respectivos parlamentos nacionales.

El presidente del Consejo también insistió en la idea de tener en cuenta el tope de deuda permitido para los estados miembros (establecido en el 60 por ciento del PIB) y no sólo el porcentaje de déficit, una cuestión que no debería a su juicio acarrear sanciones por sí sola pero sí sería decisiva a la hora de valorar distintos factores agravantes en el procedimiento sancionador.

El presidente del Consejo explicó la necesidad de evitar "el rudo despertar" de las fuerzas de mercado, haciendo frente a las divergencias de competitividad entre los distintos países, para lo cual abogó por la puesta en marcha de una serie de indicadores que funcionen como una alerta temprana de detección.

"En mi opinión, también necesitamos medidas correctivas para los que no actúen a tiempo cuando sean avisados", añadió el líder belga sobre este punto.

En el grupo de trabajo están representados casi todos los estados miembros, mediante sus ministros de Finanzas, así como el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, y el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.

El grupo presentará un informe preliminar a la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la UE del 17 y 18 de junio, y tiene previsto volver a reunirse el próximo 12 de julio, para la presentación del informe final en la cumbre de octubre.

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