Vasile: "Si programara lo que me gusta, habríamos quebrado"

  • Paolo Vasile, consejero delegado de Telecinco, se ha despachado a gusto en una entrevista concedida al grupo Vocento que publican este domingo varios de sus medios y en la que se muestra rotundo: "La televisión no es formativa".
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Paolo Vasile, consejero delegado de Telecinco, se ha despachado a gusto en una entrevista concedida al grupo Vocento que publican este domingo varios de sus medios.

Nacido en Roma en 1953, Vasile asegura que tiene dos horas programadas al día, las 8:06 de la mañana, cuando recibe los datos de audiencia, y las 19:30 del viernes, cuando coge un avión con destino a Roma.

El máximo responsable de Telecinco cree que la crisis no le viene mal a la televisión, porque "cumple más que nunca su función social: hacer compañía", aunque deja claras sus intenciones:"La televisión no es formativa. En época de crisis se ve más televisión que nunca, pero a nosotros nos resulta menos rentable".

Vasile mantiene también que la lucha entre las televisiones ahora es "a muerte" y para lograr audiencias vale casi todo.

Preguntado por la sustitución de CNN Plus por un canal monogrófico de Gran Hermano, el magnate italiano señaló: "Nosotros no cerramos CNN Plus, lo hizo Prisa, y tuvimos que emitir algo en esa frecuencia en el último momento. No creo en la ignorancia, así que quizás obedezca a una estrategia que Urbaneja se equivoque tantas veces. No creo que lo diga porque su hijo trabaje en La Sexta. ¿Quién soy yo o Urbaneja para decir que en todo el mundo donde se ven 'realities' se equivocan? Soy humilde, no soy árbitro de nada. Si yo programara lo que a mí me gusta, Telecinco habría quebrado".

Vasile no se decanta por ninguna opción política, pero también esrotundo: "Tengo en mi carné a un presidente de Gobierno que dijo que si me encontraba me atropellaba con el coche, y a otros dos con los que mantengo una relación de respeto y simpatía. El Partido Socialista nos hizo mucho daño en la primera legislatura y en la segunda intentó arreglarlo. Los políticos se quejan cuando se habla mal de ellos. Nuestra televisión es agresiva, independiente, solo queremos quedar bien con el público. Además, en política, como en el fútbol, hay que esperar al pitido final".

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