Vichy y Victory ultiman las mejoras de sus ofertas en la puja por Cacaolat

Barcelona, 24 sep.- El grupo Vichy Catalán y el fondo Victory Turnaround, que actúa aliado con Cobega y Damm, ultiman las mejoras de sus ofertas en la puja por los activos de Cacaolat, que supondrán elevar la cuantía inicialmente ofrecida, según han explicado a Efe fuentes conocedoras del proceso.

En este momento, la intención es que Corporación Alimentaria Peñasanta (CAPSA), sociedad matriz de Leche Asturiana, no se imponga únicamente por el precio, ya que hasta ahora es la que ha puesto más dinero sobre la mesa por la unidad productiva: 48 millones de euros.

Pese a ello, el margen no es muy grande porque, si se sobrepasa mucho esta cuantía, la situación concursal en la que se encuentra Cacaolat obligaría a que estos fondos no fueran destinados al futuro industrial de la empresa de batidos sino a su matriz, Clesa, a su vez también declarada en concurso a causa de los problemas financieros de Nueva Rumasa cuando estaba controlada por la familia Ruiz Mateos.

Esta mejora de las ofertas pretende que la administración concursal tenga también en cuenta el proyecto industrial que se propone en cada una de las ofertas.

Así, por ejemplo, Victory, aliada con el grupo de bebidas Damm y la embotelladora Cobega, asegura sumar cien millones en inversiones, que incluyen 25 millones por la unidad productiva, 7 millones para cubrir las hipotecas, hasta 8,5 millones para la cartera de clientes y la reconversión de la antigua fábrica de Damm en el área metropolitana de Barcelona, por lo que se ha definido como la oferta más potente desde el punto de vista industrial.

Por su parte, Vichy Catalán ofrece 30,1 millones de euros por la fábrica, más 6,7 millones para cubrir las hipotecas y un proyecto para construir una nueva planta.

El consejero delegado de Vichy, Joan B. Renart, aseguró en un comunicado el pasado viernes que "la plantilla de Cacaolat necesita estabilidad y seguridad después de tanta incertidumbre provocada por los diferentes procesos y adquisiciones a que ha tenido que hacer frente la empresa".

En los últimos días se han intensificado los contactos entre los sindicatos en Cacaolat, estos dos grupos industriales y la Generalitat para que se imponga una solución catalana a la crisis del fabricante de batidos.

Se quieren evitar situaciones como cuando la propia CAPSA compró en 2000 la marca catalana de leche ATO, que supuso a medio plazo que la producción industrial en Cataluña quedase limitada a una planta en Vidreres (Girona).

Los sindicatos han confirmado reuniones con los ofertantes y prevén explicar a la plantilla en los próximos días los detalles de las propuestas industriales.

La próxima semana, las compañías implicadas en el proceso y los representantes sindicales pueden presentar alegaciones al informe concursal que ha seleccionado las tres mejoras ofertas.

El calendario judicial marca que, durante la primera quincena de octubre, las ofertantes tendrán tres días hábiles para presentar en un sobre cerrado su oferta definitiva mejorando o manteniendo la cuantía.

El juzgado mercantil número seis de Barcelona ha seguido adelante con el proceso de venta de los activos industriales de Cacaolat y los administradores concursales en Barcelona calculan que a finales de octubre la empresa podría tener nuevo propietario.

Sin embargo, el Juzgado mercantil número 6 de Madrid ha decidido asumir el concurso de acreedores del fabricante catalán de batidos.

Precisamente, la matriz de la Asturiana ha sido la única empresa que ha presentado una propuesta en el proceso abierto en Madrid: 20,05 millones de euros por el 95 % de las acciones de Cacaolat.

El titular del Juzgado de lo Mercantil número 6 de Barcelona, Javier Fernández, deberá decidir ahora si atiende la petición del juzgado madrileño.