Villar de Cañas, 5 años después: "¿Dónde están los millones del almacén nuclear?"

  • La construcción de un silo que será el más importante de España para albergar materiales de desecho radioactivo ya revoluciona a un apacible pueblo manchego de 412 habitantes.

    El alcalde y muchos vecinos aseguran que ya ha comenzado a entrar dinero por la obra. Los detractores lo niegan y temen por la futura 'basura' nuclear a 2.000 metros de sus casas.

En Villar de Cañas varias viviendas lucen carteles a favor de la construcción del almacén nuclear.
En Villar de Cañas varias viviendas lucen carteles a favor de la construcción del almacén nuclear.
Diego Caldentey / Enrique Morales

Viernes, 17.00 horas en el restaurante El Nido, uno de los dos bares del pueblo manchego Villar de Cañas (Cuenca). Cuatro vecinos toman el carajillo después de la comida y charlan amigablemente, hasta que surge el tema del Almacén Temporal Centralizado (ATC), un silo que se construirá en el término municipal para acoger los residuos nucleares de toda España.

Plubio Giménez, jubilado, de 74 años, levanta la voz por encima de sus amigos: "Los habitantes de este municipio somos los que pagamos los impuestos más altos de toda la comarca. Pero nuestro Ayuntamiento tiene más de un millón de deuda. ¿Dónde están los millones que prometieron del silo nuclear? Aquí todavía no se ha visto ni un duro. Yo estoy en contra de esa aberración", dice acalorado el hombre, mientras fuma un puro. Uno de sus colegas, que prefiere no dar su nombre, le replica: "No es mala la idea del almacén. Generará puestos de trabajo. Eso sí... para profesionales especializados de fuera. Aquí solo hay tractoristas y ovejas".

Cinco años y medio después de que el BOE publicase que Villar de Cañas, de 412 habitantes, era el elegido para acoger esta infraestructura (que será una de las mayores de Europa de estas características frente a una decena de duros competidores), la división se agudiza en las tranquilas calles de este municipio.

No son pocas las casas que lucen carteles verdes y banderas a favor del proyecto, aunque también se aprecian pegatinas amarillas con el NO al ATC que fueron repartidas por los contrarios a la construcción de un almacén de residuos nucleares que estará situado a 2.000 metros de sus viviendas. Incluso se manifestaron la pasada semana en la Plaza Mayor de la localidad. ¿Es 'Villar' contra 'Cañas'? Aquí cada uno tiene su opinión..."El único cementerio es el de los muertos"

"En Villar de Cañas el único cementerio que hay es el camposanto y ahí cada año entran 50 personas mientras que en el pueblo solo nace un niño". José María Sáiz, alcalde del pueblo conquense, defiende con vehemencia el ATC.

El regidor, que lleva las riendas del ayuntamiento desde 1995, fue uno de los impulsores de la candidatura del lugar para albergar el ATC, una iniciativa que intentaron ocultar hasta el último momento para evitar la competencia de otros pequeños municipios. El Gobierno, en el último Consejo de Ministros de 2011, decidió que esta localidad agrícola y con un futuro incierto era el lugar idóneo para albergar una instalación de estas características.

Las obras del almacén empezarán, posiblemente, a finales de año, tras cerca de un año y medio de retraso en la tramitación ambiental después de que la Junta de Castilla-La Mancha iniciase los trámites para ampliar un espacio protegido próximo a los terrenos del futuro ATC con el objeto de paralizar la construcción.

De momento, en la zona, que albergará el mayor centro tecnológico de Europa dedicado a la energía nuclear, ya se ha construido un gran vivero de empresas tecnológicas -que todavía no funciona- y que vigilan ocho guardias de seguridad.

Sáiz, alcalde del Partido Popular, una formación que obtuvo más del 71% de los votos en la localidad en las últimas municipales, tiene un taller mecánico en el pueblo y recibe en el Consistorio a lainformación.com con el mono trabajo. "Yo no cobro como alcalde y sólo quiero lo mejor para Villar de Cañas. El almacén creará empleo, no sólo cualificado, también en el sector servicios. Dará vida a un pueblo que en unas décadas hubiera quedado despoblado".

En contra de lo que señalan los detractores de la idea, el dinero ya ha empezado a entrar en el pueblo, según reconoce Sáinz. El Consistorio señala que, al presupuesto municipal de 600.000 euros, se incorporan todos los años otros poco más de 150.000 que se entregan a los municipios en áreas de instalaciones nucleares. Eso ha permitido mejorar algunas vías de la localidad e impulsar un centro de día referente en la zona que incluye hasta fisioterapeuta.

Cuando empiece a construirse el almacén entrarán tres millones de euros en las arcas municipales cada año, cinco veces más que en la actualidad, y otros tres millones se distribuirán entre los pueblos vecinos. "Estos nuevos ingresos se producirán durante al menos 60 años, que es el tiempo en funcionamiento del ATC. Habrá hoteles, bares, múltiples servicios y nos visitará cada año 15.000 personas", asegura el alcalde.

Además, desde el Consistorio aseguran que una empresa hotelera ya ha comprado una parcela de cinco hectáreas para construir un hotel rural, habrá otro centro de atención a mayores y se crearán -a medio plazo- 150 puestos de trabajo directo gracias a la obra. "Nosotros creemos que a comienzos de 2019 el primer contenedor llegará al ATC", sostiene el alcalde.Unos contra otros... 'Villar' contra 'Cañas'

La postura del alcalde representa a la de buena parte del pueblo, pero no todos en Villar de Cañas están a favor de acoger en el término municipal los residuos de todas las centrales nucleares de España. Mientras los que son favorables a ATC dan su nombre y dejan patente su postura con numerosos carteles colgados en los balcones de sus casas, los contrarios prefieren ocultar sus nombres y se muestran nerviosos, porque temen que su posición pueda perjudicarles.

"Yo nací y moriré aquí. ¿Sabe cuántos niños iban a la escuela del pueblo cuando yo era un crío? Más de un centenar. Ahora son unos pocos. ¿Sabe cuántos éramos hace cinco décadas? Más de 1.200, pero hoy viven aquí poco más de 400 personas. Esto se estaba muriendo. Necesitábamos un proyecto que dinamice la zona, que traiga familias y mueva el avispero", afirma Ramiro Sáiz, herrero de 55 años.

Carlos Escribano, agricultor de 48 años, es categórico: "Algunos hablan del miedo del almacén nuclear, que el cáncer nos matará... Yo el único miedo que tengo es a que siga sin llover, porque los cultivos están secos. Creemos y confiamos que el dinero que entrará por el ATC será repartido al pueblo, para obras", sostiene.

"Nunca puede ser malo un proyecto así. Creará fuentes de trabajo y el almacén contará con las máximas medidas de seguridad homologadas por la UE", agrega Jaime Barberá, ingeniero de 38 años."Estoy en contra, pero no publique mi nombre"

Otros vecinos tienen una visión radicalmente opuesta a la suya. "Esto es sólo cuestión de políticos. Hacen todo por dinero. El tema es si se lo quedarán ellos o lo invertirán en infraestructuras que necesitamos. Por eso estoy en contra del almacén. Eso sí, le pido por favor que no publique mi nombre. Trabajo aquí y temo perder mi trabajo", dice un hombre que trabaja en este pueblo.

Otro vecino también prefiere el anonimato. "Mire, yo no pierdo nada. Ya tengo mi vida hecha y no me van a silenciar. Pero no quiero darles el gusto de que sepan quién soy. Eso sí, lo que quieren construir aquí no es una fábrica de galletas... Tengo el miedo lógico de toda persona a la que le traerán residuos nucleares a su puerta", concluye. 

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