A la cabeza en caídas

El virus se ensaña con Cádiz y su leyenda negra laboral: nadie pierde más empleos

El virus se ensaña con Cádiz y su leyenda negra laboral: nadie pierde más empleos
El virus se ensaña con Cádiz y su leyenda negra laboral: nadie pierde más empleos
EP

No hay provincia más zarandeada en la historia del mercado laboral español que Cádiz. A menudo a la cabeza en tasas de paro (un lugar que solo le arrebata de vez en cuando algún vecino andaluz pero por alternancias de series o temporalidad), el impacto del coronavirus sobre el empleo en España no iba a ser menos en un entorno como el gaditano acostumbrado a sufrir como nadie los embates de cualquier crisis. Y eso, que es la tercera provincia con menor incidencia sanitaria de la enfermedad en una comunidad como la andaluza también muy lejos de la media nacional en afectados y fallecidos.

Pero el empleo siempre ha sido un problema muy particular en esta zona. En efecto, Cádiz es la provincia que más afiliados a la Seguridad Social ha perdido desde el 13 de marzo, según el informe especial habilitado este jueves por la Seguridad Social. En concreto, un 8,29% de su empleo total. Esas cifras son casi dos puntos más que la media de toda Andalucía (del 6,6%) y casi cuatro del promedio nacional (con el 4,6%). En números totales (o en personas), y tomando el número de afiliados que había al cierre de febrero (unos 375.000) serían algo más de 31.000 empleos en poco más de dos semanas.  

Todo ello, como ha ocurrido en el resto de España, contabilizando a medias el impacto del Covid-19 en lo que se refiere al paro. Aquí, en la subida del desempleo, Cádiz no ocupa el furgón de cola. Casi, pero le ganan la partida Málaga, Jaén y Córdoba, que superan el 17,01% de aumento del paro entre marzo y febrero anotado por las oficinas gaditanas. Lo que está claro, viendo las cifras en Andalucía, es que la crisis económica ha llegado antes y con más fuerza al sur que la sanitaria. Un claro problema de debilidad de su tejido empresarial, demasiado estacional a cuenta del turismo ahora inexistente (como demuestra Málaga, la peor parada en caída de paro nacional) y al que se le añaden problemas en la agricultura y su temporada actual.

Hay también una razón técnica, explicada por la Junta de Andalucía, a la gran diferencia entre la región y España. En concreto, según ha explicado la Consejería de Empleo, la administración pidió a los trabajadores afectados por un ERTE que se inscribieran como demandantes de empleo para evitar problemas en un futuro (aunque no haga falta, tal y como ha sucedido en el resto del país). Eso ha supuesto cierto sesgo al alza en el paro registrado y por ello las provincias andaluzas encabezan la lista nacional. Eso sí, esta razón técnica no se aplica a la pérdida de empleo, es decir, a la resta de afiliaciones. 

En cualquier caso, Cádiz terminó el marzo más triste que se recuerda en democracia con 25.649 nuevos parados y sitúa su número total en 176.416 desempleados. Todavía lejos de los 254.300 parados de récord que se contabilizaron según la Encuesta de Población Activa del INE en el primer trimestre de 2014. En datos de paro registrado, que es la cifra conocida hoy, Cádiz se anotaba poco más de 200.000 desempleados en aquellos días. Una cifra que fácilmente podría superarse al terminar abril.

Porque la situación ha ido a peor en los últimos días. Según ha reconocido la Junta de Andalucía este mismo jueves, las peticiones de ERTE se aceleran por días. En total, solo en la provincia de Cádiz se han presentado ya 11.500 solicitudes, 3.055 más en los últimos cuatro días. Hasta entonces (es decir, no se cuenta esta última aceleración de más de 3.000 expedientes) ya se habían contabilizado a 20.000 trabajadores afectados. 

Los datos de paro y empleo conocidos esta mañana no hacen más que echar más sal a una mañana que ya venía trágica para la prensa gaditana. En concreto, el miércoles 1 de abril fue el peor día hasta la fecha en cuanto a expansión del Covid 19 en la provincia, con 106 nuevos positivos en apenas 24 horas (el anterior día más oscuro sumó 67, hace ya más de una semana). Con ello, son 645 el total de enfermos y 17 los fallecidos. Muy lejos de las medias nacionales e incluso regionales, pero en preocupante línea ascendente en los últimos días.  

Sin embargo, el mercado laboral en Cádiz siempre ha sido especialmente sensible a las crisis. Ya lo fue en la última, hace más de una década, cuando empezó a sufrir antes que nadie y le costó salir más tiempo que a otras. E incluso la ralentización que empezaba a notarse en toda España desde principios de año ya había dejado en las cifras de paro y afiliación de enero y febrero el peor arranque del año desde 2014, justo cuando Cádiz alcanzó su mayor grado de sombra en cuanto al empleo de la democracia.

Frente a las nubes que se avecinaban sobre Cádiz antes del estado de alarma solo el Carnaval, celebrado entre la última semana de febrero y la primera de marzo, iba a aportar algo de luz, con cifras de récord en los hoteles y en turistas de toda España. Fue el canto del cisne, la despedida por todo lo alto a los buenos tiempos. Acabó el Carnaval y vino la Cuaresma más radical de la historia de la humanidad con nombre de virus indomable. 

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