El 94% de los españoles piensa que la crisis económica ha marcado "un antes y un después" a la hora de adquirir una vivienda y más de la mitad cree que desde 2008 ha variado "mucho" el tipo de inmueble que se demanda, según concluye el estudio 'La demanda de vivienda en España, cambios tras la crisis', elaborado por Casaktua.com a través de más de 1.100 entrevistas realizadas en todo el territorio nacional.
El 80% de los encuestados afirma que los españoles buscan casas más económicas; más de la mitad, inmuebles más pequeños; el 41%, que se prescinde de servicios comunitarios (piscina, zonas de recreo, jardines, etc.) y casi tres de cada 10, que se opta por zonas peores.
Del 6% restante, uno de cada dos cree que antes de cambiar de idea los futuros compradores o arrendatarios esperan hasta que los precios se ajustan a lo que pueden pagar.
Siete de cada diez españoles viven en un piso, la residencia más habitual en España. Le siguen, a bastante distancia, el dúplex o chalet adosado (12,5%), los chalets independientes (10%) y los apartamentos de un dormitorio (5%).
Los pisos son los favoritos de los jóvenes, las parejas sin hijos, los urbanitas y los que viven de alquiler, mientras que el uso de casas adosadas o independientes se multiplica por dos entre las familias con más de cinco miembros y los que viven en municipios de menos de 20.000 habitantes.
Aunque se observa un descenso en su demanda, el 47% de los encuestados afirma estar buscando piso. En cambio, los apartamentos han visto triplicar su atractivo, pasando del 5% actual al 18%, un porcentaje que sube en el caso de los solteros y los que viven con amigos o compañeros.
En la actualidad, el 77% de los encuestados vive en una casa en propiedad y el 23% restante, en régimen de alquiler. Desde que comenzó la crisis, el porcentaje de gente que optó por alquilar antes que comprar ha pasado de ser un 6,4% a un 40%.
En el caso del alquiler, el 60% de los españoles cuenta con un presupuesto inferior a los 400 euros. Sólo un 2,6% destinaría más de 1.000 euros a este concepto, mientras que aquellos que no pueden gastar más de 150 euros mensuales suponen casi el doble (4,4%).
De los que optan por la compra, un 28% sólo está dispuesto a pagar entre 50.000 y 100.000 euros y otro 26% entre 100.000 y 150.000. Menos del 5% del total puede superar los 300.000 euros, mientras que en el lado contrario, casi el 7% tiene como límite los 50.000 euros.
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