La vivienda sube un 6,4% interanual en febrero pero empieza a notar el parón

El precio de la vivienda se encareció en febrero un 6,4% en relación al mismo mes de 2022 en un contexto de subida de los tipos de interés hasta el 3% al que los situó el Banco Central Europeo (BCE) el año pasado. Sin embargo, el frenazo de la economía, la dificultad mayor para acceder al crédito y la pérdida de poder adquisitivo de los hogares empieza a percibirse en el mercado inmobiliario. Tanto es así que los precios se estancan en relación al mes previo, puesto que apenas suben un 0,1%. 

Los datos recabados por la tasadora inmobiliaria Tinsa revelan cómo las mayores alzas de precio en términos interanuales se registraron en las áreas metropolitanas, donde los inmuebles se encarecieron un 7,9% con respeto a febrero del pasado año. En el caso de las capitales y grandes ciudades el alza fue del 6,5%, mientras que en la costa mediterránea el precio de la vivienda creció un 4,5% y en las islas lo hizo el 3,4%. En el resto de municipios el incremento de precios con respecto a febrero del ejercicio previo fue del 6%.

A pesar de estas subidas interanuales, el precio de la vivienda cayó en febrero con respecto al mes anterior en todos los mercados salvo en las islas. El mayor ajuste, del 0,8%, lo experimentó la vivienda ubicada en la costa mediterránea. También se produjeron descensos, muy discretos, en las capitales y grandes ciudades y en las áreas metropolitanas (-0,1%, respectivamente), mientras que en el resto de municipios del país el retroceso fue del 0,5%.

Los precios, por debajo aún del periodo previo al 'pinchazo' 

Solo las islas, donde el precio de la vivienda creció un 1,6%, se registraron aumentos de precios con respecto al mes previo. Pese a la subida interanual de media, el precio de la vivienda, tanto nueva como usada, se mantiene aún un 20,9% por debajo que los máximos que alcanzó en febrero de 2008, justo antes de que estallase la burbuja inmobiliaria.

La mayor distancia desde entonces se da en la costa mediterránea, donde el precio medio sigue siendo aún un 31,4% inferior al máximo alcanzado durante el "boom" inmobiliario. También el resto de municipios (-29,2%) y las áreas metropolitanas (-23,1%) acumulan descensos bastantes superiores a la media nacional.

Por su parte, en las capitales y grandes ciudades, que son el grupo donde más se ha revalorizado la vivienda desde los mínimos registrados tras el pinchazo de la burbuja (42,7%), el precio está un 16,5% por debajo del punto álgido del ciclo anterior. La menor diferencia desde máximos corresponde a las islas (-9,8%). Por su parte, desde los valores mínimos que alcanzó la vivienda después del estallido de la crisis, el precio se ha incrementado de media un 34,4%.

Según la directora del Servicio de Estudios de Tinsa, Cristina Arias, la actual incertidumbre hace que cierta demanda acuda al inmobiliario como un valor refugio ante el bajo rendimiento o la alta volatilidad de algunos activos alternativos y agrega que pese a la subida del Euríbor no hay indicios que apunten a un deterioro preocupante de la capacidad de pago de las familias ya que el empleo mantiene cierta fortaleza, otorgando estabilidad de ingresos a los hogares.