Volkswagen se ha metido en un lío. El gigante alemán reconoció haber equipado modelos diésel en Estados Unidos con un software que falseaba datos de emisiones contaminantes, un escándalo que le costará caro en el plano financiero y en términos de imagen.El Gobierno germano va a ordenar nuevos exámenes de emisiones independientes a todos los vehículos diésel de Volkswagen comercializados en su país tras revelarse que el fabricante alemánmanipuló las pruebasen Estados Unidos. Los títulos de la compañía bajan hoy un 5%, hasta 127 euros. En la noche de ayer,la acción de Volkswagen cayó más del 17%.
El ministro de Transporte alemán, Alexander Dobrindt, asegura en una entrevista avanzada hoy por el diarioBildque ha ordenado a la agencia estatal correspondiente que tome medidas tras conocerse el escándalo sobre la manipulación del software que mide los datos de emisiones contaminantes por parte de Volkswagen (VW), el mayor fabricante automovilístico del mundo, que en 2014 tuvo unbeneficio neto de 11.000 millones de euros.
La compañía reconoció ayer quetrucó sus vehículos para eludir las normas medioambientales de Estados Unidos, país que tiene al sector bajo lupa. VWmanipuló un softwareque detecta cuándo el vehículo está siendo examinado para comprobar que cumple las regulaciones sobre emisiones y truca las mediciones para cumplir las normativas federales y estatales. Como resultado,las emisiones reales de óxidos de nitrógeno son 40 veces superiores a lo permitido.
Se enfrenta también a unamulta que ascendería a 18.000 millones de dólares, además deldaño incalculable para su imagen, aunque algunos expertos prevén que la cantidad será menor si se llega a un acuerdo extrajudicial.
Como consecuencia del escándalo, se desplomó ayer en Bolsa tras dejar de vender vehículos con motor diésel TDI de cuatro cilindros en este país, tanto nuevos como usados.Precedentes
Hace quince años las autoridades estadounidenses de protección medioambiental (EPA) se enfrentaron a un caso similar cuando variosfabricantes de camiones manipularon sus vehículos diésel.
En EEUU, Vokswagen mejoró las ventas en los ocho primeros meses del año un 2,7%, hasta 405.400 unidades.
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