Wall Street ahonda en sus pérdidas y cae el 3,68 % en la media sesión

  • Wall Street ahondaba hoy en sus pérdidas y hacia la media sesión el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, caía el 3,68 % arrastrado por el desplome de las bolsas mundiales un día después de que la Reserva Federal de EE.UU. lanzara su controvertida operación "twist".

Nueva York, 22 sep.- Wall Street ahondaba hoy en sus pérdidas y hacia la media sesión el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, caía el 3,68 % arrastrado por el desplome de las bolsas mundiales un día después de que la Reserva Federal de EE.UU. lanzara su controvertida operación "twist".

Ese indicador, que agrupa a treinta de las mayores empresas cotizadas de EE.UU., restaba a esta hora 409,06 puntos para situarse en las 10.715,78 unidades, con lo que perdía la simbólica cota de los 11.000 puntos.

En esa misma línea estaban los descensos de los otros dos índices de referencia del parqué neoyorquino, ya que el selectivo S&P 500 se dejaba el 3,28 % (-38,25 puntos) hasta 1.128,51 unidades, y el índice compuesto del mercado Nasdaq perdía el 3,07 % (-78,01 puntos) hasta 2.460,18.

El parqué neoyorquino aumentaba así las caídas con las que inició esta jornada, que al igual que el miércoles venían determinadas en gran medida por la decepción entre los inversores por la última medida de la Reserva Federal para estimular la aletargada economía estadounidense.

Ese poco convencional programa de 400.000 millones de dólares del banco central estadounidense, denominado "twist", consiste en el canje de bonos del Tesoro a corto plazo por otros a más largo plazo para mantener los tipos de interés bajos, pero los inversores pusieron en tela de juicio la efectividad que pueda tener.

Además, las poco esperanzadoras previsiones para la economía estadounidense lanzadas el miércoles por la Reserva despertaron de nuevo los miedos a una recaída en la recesión, que se reforzaron esta jornada tras la difusión del indicador de actividad de la industria china, que mostró en septiembre una preocupante desaceleración.

Esos temores se saldaron con unas fuertes caídas en las bolsas asiáticas (Hong Kong cerró con un descenso del 4,85 % y Bangkok del 3,79 %), así como en las europeas (París cayó el 5,25 %, Fráncfort el 4,96 % y Madrid el 4,62 %), que contagiaron de pesimismo a Wall Street.

En los mercados neoyorquinos los sectores más golpeados eran el de las materias primas (-4,89 %) y el energético (-4,14 %), que registraban esas caídas mientras el crudo de Texas perdía un contundente 6,01 % para colocarse en los 80,76 dólares.

También bajaba con fuerza el sector financiero, que se dejaba en su conjunto el 3,02 % afectado por caídas como las de Morgan Stanley (-7,09 %), Goldman Sachs (-5,43 %), Citigroup (-4,94 %), Bank of America (-4,7 %), JPMorgan Chase (-3,76 %) y Wells Fargo (-2,15 %).

Los bancos se veían arrastrados además un día después de que la agencia de medición de riesgos Moody's decidiera rebajar la calificación de Bank of America, Citigroup y Wells Fargo, al considerar que ahora hay menos probabilidades de que EE.UU. salga a su rescate si es necesario.

Apenas influía sobre el rumbo de la jornada el descenso en 9.000 de las solicitudes de subsidio por desempleo la semana pasada en EE.UU. o el aumento de 0,3 puntos en agosto del índice de tendencia futura de la economía que elabora The Conference Board.

En el Dow Jones -donde todos y cada uno de sus componentes registraban descensos- capitaneaba las caídas United Technologies (-7,8 %), que esta jornada anunció la compra por 16.400 millones de dólares del fabricante de sistemas tecnológicos para aviones Goodrich (subía el 10,13 %).

Fuera de ese índice destacaba también el retroceso del 8,29 % de la empresa de mensajería estadounidense FedEx, que esta jornada anunció que en el primer trimestre de su ejercicio fiscal 2012 ganó 464 millones de dólares, el 22 % más interanual, aunque rebajó sus pronósticos de beneficio para el conjunto del año debido a la ralentización económica.

En otros mercados, el oro descendía a 1.748,8 dólares la onza, el dólar ganaba terreno frente al euro (que se cambiaba por 1,3490 dólares) y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a diez años caía hasta el 1,76 %, un nivel no visto desde la década de los cuarenta.

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