El repartidor ilegal que se convirtió en una de las personas más ricas de China

  • Cuando Wang Wei fundó su empresa, el servicio postal nacional tenía el monopolio, por lo que actuaban de contrabando.
Fotografía de un repartidor de la empresa SF Express.
Fotografía de un repartidor de la empresa SF Express.
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El cambio de modelo de negocio en China en las últimas décadas es un hecho y como prueba de ello está la evolución de muchas de sus empresas con cada vez más importancia a nivel internacional. Un ejemplo es el séptimo hombre más rico del país, Wang Wei, que de ser un repartidor ilegal ha pasado a dirigir una de las empresas de logística más importantes. El denominado FedEx chino tiene una capitalización actual de 34.300 millones de dólares. 

Wang Wei, hijo de un intérprete del ejército chino y criado en Hong Kong, entonces colonia británica, abandonó la escuela en secundaria para comenzar a trabajar en una imprenta.  Fue allí donde vio la oportunidad de negocio para una empresa de reparto, ya que el volumen de entregas crecía y faltaban recursos

En 1993, con apenas 22 años y la colaboración de cinco amigos, decidió fundar Shunfeng (SF) Express, una empresa de reparto que contó con un préstamo de 100.000 yuanes (cerca de 13.000 euros), que su padre le dio para impulsar el negocio. Los inicios de Wang fueron en 'negro', como él mismo ha reconocido en las pocas entrevistas que concede. Hasta 2009 la empresa era ilegal, ya que el servicio postal nacional tenía el monopolio de las entregas. 

Wang Wei se encargó de realizar el mismo los primeros trabajos, para los que trabajaba entre 15 y 16 horas al día. Su negoció creció a partir del contrabando, de manera que transportaban productos a menor precio en la colonia británica, sobre todo para bebés y medicamentos, y los vendían en China con un margen de beneficio.

"Nos hubieran puesto una multa si los funcionarios nos hubieran atrapado, por lo que tuvimos que manejar paquetes de forma furtiva", aseguró al periódico BusinessInsider. La empresa de Wei transportaba paquetes entre Hong Kong, cuando era colonia británica, y China que, entonces, tenía una política altamente proteccionista liderada por los comunistas. 

Pionero con los drones

El negocio online ha permitido la expansión de las empresas de reparto, sin embargo las grandes marcas como Amazon o Alibaba han apostado por cubrir todos los segmentos del negocio, incluido el reparto. Así, Wang Wei ha querido diferenciarse a través de los drones y en marzo fue la primera empresa en China en obtener una licencia para hacer entregas con estos dispositivos. 

Anteriormente, SF Express ya contaba con una flota de 51 aviones para agilizar los repartos. De ellos, 36 son propios y el resto los alquila para los 140 vuelos que realizan al día a través de 37 ciudades. Además, la compañía está construyendo su propio aeropuerto en la ciudad china de Ezhou. 

Escasa exposición pública

Al contrario que otros empresarios que aparecen a diario en los medios, Wang Wei se niega a la exposición pública porque, según indicó a EcommerceIQ, "el éxito está relacionado con hacer buenas obras. Tener mucho dinero no es algo de lo que jactarse ni tener talento.". "Ser exitoso y ganar dinero es solo una cuestión de destino. Por eso no creo que la gente deba presumir de los logros en su carrera", añadió. 

Este hermetismo en torno a la figura de Wang ha llevado situaciones insólitas. Un trabajador de Next, una revista de Hong Kong, se infiltró en la empresa como trabajador durante tres meses para obtener información sobre la metodología de la compañía. Y también existe el rumor, no confirmado, de que unos inversores ofrecieron 500.000 yuanes a quien organizara una cena con el empresario

Sin embargo, tras la reciente salida a bolsa de la compañía, evitar el foco de atención resulta más difícil. La actividad de SF Express, con cerca de 140.000 trabajadores y una red que cubre 200 países, está cada vez más presente en los medios. 

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