Personajes a contracorriente (VII)

Xavier Sala-i-Martin, forofo del Barça, liberal radical y polémico nacionalista

El economista catalán es uno de los investigadores más respetados internacionalmente pero su deriva hacia el independentismo durante los últimos años ha cambiado la percepción hacia sus análisis.

Xavier Sala i Martín recibe del rey Juan Carlos I un premio económico en el año 2004.
Xavier Sala i Martín recibe del rey Juan Carlos I un premio económico en el año 2004.
EFE

Xavier Sala-i-Martin es la persona que tiene más chaquetas con colores chillones del mundo: amarillas, verdes, azules, turquesas, rojas, moradas… En un partido de fútbol se presentó con una chaqueta que imitaba a la piel de cebra. El día en que recibió el premio Rey Juan Carlos I como mejor economista de España y Latinoamérica en 2004, se presentó con una chaqueta turquesa brillante estampada con vaquitas.

Si algunos piensan que eso le quita seriedad, está equivocado. Sala-i-Martin es el primer economista español que aparece en IDEAS, la base de datos bibliográfica más grande dedicada a la economía, que indexa más de 3 millones de artículos de investigación. Es profesor de la Universidad de Columbia y de la Pompeu Fabra, y ha sido el creador de un índice para medir el desarrollo en el mundo llamado Global Competitiveness Index, que es empleado por el World Economic Forum.

Una de sus tesis más adelantadas es que, en contra de lo que pensaban Naciones Unidas y el Banco Mundial, en el periodo 1970-1998, la pobreza del mundo no se incrementó, sino disminuyó. Entonces era ir a contracorriente pero ahora se admite que los países en vías de desarrollo se han alejado de la pobreza extrema y han aumentado su renta. Pero eso no le convierte en un egoísta del primer mundo porque ha fundado una ONG llamada Umbelé, para ayudar a los países más pobres de Africa. 

Sus libros más reconocidos son 'Economía liberal para no economistas y no liberales' y 'Economía en Colores'. Este último alimentó una polémica pues le acusaban de haber plagiado ideas y frases de Yuval Noah Harari en 'Sapiens'. El texto de la polémica eran unas frases sobre cómo se creaba el valor del dinero en la antigüedad. Los párrafos del libro de Yuval Harari y de Sala-i-Martin son sospechosamente iguales, como mostró 'Crónica Global'. El economista catalán se esmeró en aclarar que ese ejemplo aparecía en muchos libros de historia e incluso en la Wikipedia. Sus críticos no cesaron de castigarle por el hecho de no citar la fuente. Él les llamó "cretinos". 

Gran divulgador de la economía, forma parte de un plantel de conferenciantes en MT Consulting y puede cobrar por charla 5.000 euros, según publicó el medio elcatalán.es. Durante varios años realizó un programa para TV3 también llamado 'Economía en colores', donde explicaba desde el PIB a la pobreza con una capacidad didáctica incomparable. Por ejemplo, para explicar que las noticias económicas negativas arruinan a las positivas, empezó hablando del naufragio del 'Essex' en 1820, donde la tripulación de un ballenero hundido en medio del Pacífico por un cachalote, decidió con sus lanchas balleneras ir a las costas de Chile en vez de la ruta más fácil a Hawai, y acabaron muertos de hambre y devorándose unos a otros. "Es el viaje a la negatividad", afirmaba Sala-i-Martin moviéndose en el escenario ante un público rendido formado por decenas de personas de todas las edades.

Sala-i-Martin es un fan del Barça y ha sido gestor del club: fue presidente de la comisión económica, miembro de la junta directiva y tesorero entre 2004 y 2009. Ha realizado vídeos divulgativos sobre economía para 'La Vanguardia', donde defendió el liberalismo y la globalización como si fuera el mismo Von Hayek. Admirador de Ronald Reagan, a quien considera como padre del neoliberalismo moderno y enterrador del keynesianismo, Sala-i-Martin se ha enfrentado a los pensadores de izquierda como el catalán Vicenç Navaro y a su visión intervencionista del Estado. 

La batalla de Sala-i-Martin en pro del neoliberalismo y en defensa de los empresarios va más lejos pues denuncia los libros de texto de bachillerato por ofrecer una visión del empresario como "un obseso sexual explotador", según recogía una entrevista a 'Expansión' en 2009. 

“En Estados Unidos ven a Bill Gates y Warren Buffett como dioses", dijo al periódico madrileño. "Aquí, la gente piensa que el empresario está libre porque todavía no lo han enganchado [encarcelado] y que seguro que ha hecho negocios fraudulentos por los que tendría que estar en la cárcel". A principios del 2000 Sala-i-Martin se hizo conocido en los medios por criticar que el mayor deseo de los jóvenes catalanes era trabajar en La Caixa. Para este economista, en España se tendía a la cultura de Operación Triunfo: conseguir el éxito en pocas semanas. "Decir que tú puedes meter en una casa durante tres semanas a un palurdo y sacar una gran estrella es el peor mensaje que puedes dar. Es el fomento de la cultura del pelotazo", dijo en una entrevista a fondo en 'Jot Down' en 2012. 

Y contrapuso el modelo Messi: "Todos los niños deberían saber que Messi es Messi porque desde pequeñito entrena al fútbol durante horas y horas cada día. La cultura que funciona es la de La Masía. ¿Tú quieres triunfar? A trabajar". Su modelo ideal es el modelo norteamericano: libertad de emprendimiento, competencia y asumir riesgos. En España, en cambio, prolifera otra cultura. "1) que la culpa siempre sea de los demás, 2) que no haga falta trabajar demasiado, 3) que te lo den todo hecho, y 4) que cuando las cosas van mal siempre haya otro que te ayude", dijo en la misma entrevista, que tuvo más de 500 comentarios a favor y en contra. 

Pero lo que llama más la atención de Sala-i-Martin no son sus chaquetas de colores, ni su fanatismo con el Barça. Sala-i-Martin es conocido por su radical nacionalismo, su peleas con lo español, y sus críticas al gobierno central sea el que sea. Pero que sea catalanista no significa que crea en la imposición del catalán como lengua única. En 2010 el diario 'La Voz de Barcelona' reprodujo unos comentarios de Sala-i-Martin sobre la idea de hacer un examen de catalán a los profesores. "Yo, en la Pompeu Fabra, doy clases en catalán y quiero a Cataluña, pero no haré ningún examen de catalán para dar clases en la universidad catalana", escribió en su perfil de Facebook. "No me someteré a ningún examen", añadió. "Si me obligan a hacer un examen de catalán, simplemente dejaré la universidad catalana de forma inmediata". 

Sala-i-Martin recordó que llevaba 25 años dando clases en inglés en diferentes universidades americanas "y todavía estoy esperando a que tenga que hacer un examen para acreditar mi inglés". Y terminó azotando a la imposición lingüística: "La universidad catalana nunca será líder mundial en nada si su profesorado se limita a personas que hablen catalán". 

Ha tenido meteduras de pata colosales. El 10 de marzo de 2020 escribió un artículo en 'Ara', diario nacionalista catalán, donde defendía que "el coronavirus no es tal letal como dice la OMS". Fue justo a partir de ese día cuando estalló la pandemia que ha causado decenas de miles de muertos en España y más 700.000 a escala mundial, según el recuento hasta primeros de agosto. 

Para los periodistas de medios no catalanes, es difícil concertar una entrevista con el economista. Rechaza el 98% de las entrevistas, confesó a 'Jot Down'. En la lista de entrevistas que le han realizado en castellano en los últimos años, casi todos son medios latinoamericanos: Perú, Argentina, Uruguay, Colombia, Chile… El resto de las entrevistas han sido medios escritos en catalán. Pero de medios españoles de fuera de Cataluña, muy pocas. 

Da la impresión de que, a partir de 2011, cuando se aceleró la tensión entre el gobierno central y el catalán, Sala-i-Martin se hizo más independentista. Más radical. Hasta entonces, había concedido muchas entrevistas a medios de Madrid como 'El País', 'ABC', 'Expansión', 'Cinco Días', 'Capital'… A partir de esa fecha, los medios de Madrid han ido desapareciendo de su panorama de entrevistas, mientras se ha acentuado su visión independentista, según la cual "desde España se está atacando ahora a Cataluña de una manera brutal". "Mi posición respecto a este tema y sobre cualquier región del mundo que decida independizarse es que el pueblo debe decidir. Lo que me preocupa como liberal es que en el planeta Tierra, en el siglo XXI, puedes llegar a la independencia a través de una guerra y al cabo de 15 días tienes asiento en la ONU. Pero si quieres cambiar las fronteras a través de los votos, no", dijo a la revista. 

¿Cuáles serían las consecuencias económicas para Cataluña, vistas por un economista? En diciembre de 2012 decía esto a 'Jot Down': "La pregunta, pues, no es si es viable, sino si los ciudadanos serán más ricos o más pobres o más o menos felices. Y la respuesta es que eso va a depender de cómo lo lleven. Los unos y los otros. ¿Cómo lo harán los políticos en una hipotética Cataluña independiente? No lo sabemos. Y, por lo tanto, no podemos predecir con precisión cuán rica o pobre sería Cataluña". En un vídeo realizado para 'La Vanguardia' en 2012, fue incapaz de responder a la pregunta de si Cataluña quedaría fuera de la UE y del euro si se independizara. "No está claro qué quiere decir ser parte de la UE o ser parte del euro".

La verdad es que, salvo por sus palabras en defensa del independentismo, Sala-i-Martin podría ser la voz de un conservador y votante del PP, porque cree en la economía de mercado, está en contra del estado súper protector, criticó duramente a Zapatero y ahora a Sánchez, y aunque afirma no tener fe en Dios, admite que "para entender nuestra cultura, y me refiero a la cultura occidental, [hay que] entender la religión. Y por eso decidí que mi hija fuera a escuelas religiosas". Gran comunicador y experto en polémicas, tiene más de medio millón de seguidores en Twitter, y desde su cuenta machaca a Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, por defender la subida de impuestos; a la directora catalana Isabel Coixet, por vivir de las subvenciones del Estado al cine; a Ciudadanos, al PP y al PSOE, por formar parte del sistema opresor español; a los empresarios madrileños, por vivir del BOE; a los jueces que juzgaron a los independentistas de 2017, por no declararles inocentes; a los periodistas catalanes que defienden a Pedro Sánchez, por ser parte de "la secta anexionista" (se entiende que española). Y al Real Madrid por… por ser el Real Madrid.

Para la izquierda independentista catalana no es un héroe pues no tragan que Sala-i-Martín sea un neoliberal, y no tragan que afirme que los recortes en sanidad no tuvieron nada que ver con la crisis de la Covid-19. Le detestan por adorar a Quim Torra y a Carles Puigdemont (del partido de derechas Junts per Cataluña); y le odian por defender que la globalización es buena para los pobres, y por decir que cada vez hay menos pobreza en el mundo. 

En fin, Sala-i-Martin es un economista que camina por la cuerda floja, y caiga donde caiga, siempre tendrá fans y detractores, los cuales le amarán y criticarán con la misma pasión y empuje, como la que él emplea para amar y criticar a los demás.

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