Yellen y Draghi, paso a paso

  • Conde Madrid, 23 ago.- Es sabido que la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos y la del Banco Central Europeo han afrontado la crisis de forma completamente distinta hasta ahora, pero si existe algún punto en común entre ambas es la cautela de sus directores, puesta una vez más de manifiesto en Jackson Hole.

Carlos Serrano-Conde

Madrid, 23 ago.- Es sabido que la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos y la del Banco Central Europeo han afrontado la crisis de forma completamente distinta hasta ahora, pero si existe algún punto en común entre ambas es la cautela de sus directores, puesta una vez más de manifiesto en Jackson Hole.

Durante los dos últimos días, los principales banqueros centrales se han reunido, como todos los años por estas fechas, en esa localidad del estado de Wyoming (EE.UU.), donde han repasado la situación económica y han dado pistas de cuál será su actuación en el futuro próximo.

Si bien las actas de la última reunión de la Fed han revelado que la institución está dispuesta a elevar los tipos de interés ante la evidente mejora de la coyuntura económica, su presidenta, Janet Yellen, ha querido enfriar los ánimos para evitar un excesivo optimismo en los mercados.

En su intervención ante el resto de banqueros centrales, Yellen advirtió de que el mercado laboral estadounidense es aún débil, lo que exige ser pragmáticos a la hora de utilizar los mecanismos que la política monetaria pone en manos de la Fed.

Yellen recordó que los indicadores laborales han mejorado más de lo esperado por la Fed -el desempleo ha bajado en un año 11 décimas y se ha situado en el 6,2 % de la población activa-, pero a renglón seguido señaló que la política monetaria debe ser gestionada de un modo pragmático, sin tener en cuenta un solo indicador o un modelo particular.

Si la presidenta de la Reserva Federal dio muestras de cautela en su planes de actuación, su colega del Banco Central Europeo, Mario Draghi, no le fue a la zaga.

Draghi, que en la gestión de la crisis se ha mostrado desde el inicio más temeroso que la Reserva Federal -dirigida hasta hace pocos meses por Ben Bernanke- ha reiterado estos días su disposición a adoptar nuevas medidas de estímulo para impulsar la demanda en la zona del euro, pero no sin antes dar tiempo para que funcionen las puestas en marcha en junio.

Entonces, el BCE bajó el tipo oficial de interés al 0,15 % y tomó algunas medidas para revitalizar el crédito, como penalizar a los bancos que tengan depósitos en la institución.

El BCE, y su presidente, están convencidos de que estas medidas darán fruto, pero no descartan poner otras en marcha si es necesario.

Y más después de que el grupo de analistas al que habitualmente consulta el BCE sobre la situación económica haya revisado a la baja sus pronósticos de crecimiento de la zona del euro para 2014 en una décima, hasta el 1 %. Es decir, la eurozona crece, pero poco.

En España, lo más relevante de la semana ha sido el récord en el número de turistas extranjeros alcanzado en el mes de julio, con 8,3 millones de visitantes, el 5,9 % más que hace un año.

Esa buena cifra no se ha visto acompañada, sin embargo, por la de pernoctaciones hoteleras, que han caído el 1,8 %, debido a la reducción de la estancia media. Esto indica que vienen más turistas pero están menos tiempo.

Lo que falta saber es si, aunque estén menos días en España, gastan más o gastan menos que otros años o, lo que es lo mismo, si se trata de un turismo barato o de más alto poder adquisitivo.

El dato podremos conocerlo la semana que viene, cuando el Ministerio de Industria publique la encuesta de gasto turístico durante el pasado mes.

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