'Atrapados' en el Inem: "Lo he perdido todo y ya no volveré a encontrar trabajo"

  • Cuatro de cada diez parados llevan más de dos en esa situación. La mitad tiene más de 45 años y las posibilidades de empleo son limitadas, igual que las prestaciones y ayudas.

    "En mi caso y en el de miles, que somos viejos y descartables para el mercado laboral, casi que sería más probable que nos tocase el Gordo que encontrar empleo". 

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Los 'atrapados' en el Inem
Los 'atrapados' en el Inem
Enrique Morales / Diego Caldentey
Enrique Morales / Diego Caldentey

A las puertas de la Oficina de Empleo del Inem de la calle de Orense de Madrid, el sol plomizo del mediodía se torna insoportable. A pesar de que la capital luce semidesierta en los primeros días de agosto, en esta delegación el tránsito de personas es continuo. Es viernes y el reloj marca las 13.00 horas. Entre las decenas de siluetas que entran y salen por el acceso situado en plena plaza de Azca, la de Ángel Piñuela Bento no llama en absoluto la atención. Es una persona más de las tantas que cada jornada acuden a solicitar el paro, la prórroga de un subsidio de desempleo o para realizar trámites.

Pero la historia de este madrileño, de 53 años, conmueve nada más empezar a escucharle. Sus palabras resumen el calvario que aún padecen 3,9 millones de personas en el país: siguen desocupadas, a pesar de los últimos datos positivos del paro y de varios indicadores macroeconómicos que muestran cada día un paso más en el camino supuestamente sostenido hacia la recuperación, después de años infernales de crisis.

Piñuela pertenece al segmento de la población que ya casi no tiene posibilidades de encontrar trabajo, pese a que ya se comienza a ver el final del túnel de la recuperación. Hace más de dos años que está en el paro y ha superado la temida barrera de los 45 años. En estas condiciones, es uno de los ejemplos más fidedignos del enorme grupo de personas 'atrapadas' en el Inem... por ser parados de larga duración y por su elevada edad para las crueles condiciones de oferta y demanda que presenta el mercado de trabajo en España. Muy probablemente, ya se han quedado (casi) para siempre fuera de juego laboral.

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Todo empieza a ir mejor, al menos eso es lo que muestran las cifras macro, pero la situación de casi 1,6 millones de parados, en condiciones similares a la de Ángel y con más de dos años en el desempleo, es más que complicada: cuanto más tiempo llevas en el Inem, más difícil es salir de él.

Lo ratifican las estadísticas del INE. No en vano, cuatro de cada diez desempleados en España hoy llevan más de 24 meses sin trabajar, resultando especialmente complicada la situación de casi 800.000 desempleados de muy larga duración con más de 45 años. El paro se acaba, pero también los subsidios -con innumerables requisitos- a los que se puede acceder una vez amortizada la prestación de desempleo."He vuelto a vivir con mi madre, que tiene 92 años"

Piñuela detalla con calma cómo su vida se fue desmoronando desde hace casi diez años. Acaba de solicitar el subsidio de 429 euros para parados de larga duración en la oficina del Inem y se muestra dispuesto a la charla: "Yo lo he perdido todo. Primero, mi negocio como hostelero. Me dediqué a ello durante 30 años, lo que me permitió casarme, formar una familia y criar a mi hijo Miguel Ángel. Pero tuve que cerrarlo en el comienzo de la crisis, y a partir de allí lo único que he conseguido fueron empleos fugaces y precarios. Tras quedarme sin trabajo, el clima familiar comenzó a deteriorarse mucho y la relación con mi mujer no paró de empeorar. Finalmente me pidió el divorcio", cuenta.

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Desde entonces, todo en la vida de este hombre ha ido cuesta abajo. Él asegura que debió abandonar el hogar familiar, pero aún sigue pagando su parte de la hipoteca del inmueble donde vivía con su entonces mujer e hijo. Desesperado, la situación le ha llevado forzosamente a regresar a la casa de su madre, jubilada, quien reside en el barrio madrileño de Tetuán. Valeriana tiene 92 años y una pensión de 800 euros. No solo ha cobijado a Ángel, también a su otra hija, Rosa María, que tiene 61 años y también se quedó en el paro hace algunos años. Ambos hermanos han vuelto a convivir con su progenitora, como cuando eran niños, pero la situación -obviamente- es opuesta a aquellos lejanos tiempos felices.

"Lo peor de todo es que mi hermana y yo vemos un futuro muy negro. Por mi edad y la de ella, yo creo que ya será prácticamente imposible encontrar trabajo. A los de más de 50 años nos tiran por tierra. Encima, cada día que pasa es peor. Llevamos años sin empleo. El Gobierno 'vende' con bombos y platillos los supuestos datos de la reactivación económica, pero nadie habla del empleo precario que se está generando... de los contratos basura, de las condiciones vergonzosas de contratación, de las altas por días u horas en la seguridad social", opina.

Además, se muestra tajante: "En mi caso y en el de miles, que somos viejos y descartables para el mercado laboral, casi que sería más probable que nos tocase el Gordo que encontrar empleo. Pero, ¿sabe qué? Debo seguir levantándome cada mañana. No me queda otra. Tengo un hijo, a quien ya no puedo ayudar económicamente. Pero es mi hijo, y lo poco que pueda recibir de subsidio ayudará a darle una mano a mi madre. Sin ellos yo no sé qué haría", asegura."Los jóvenes también estamos condenados"

Desde el otro extremo generacional al de Ángel surge la voz pausada pero firme de Cristián Suárez, de 31 años. Este joven colombiano, que se ganaba la vida como cocinero, llegó a España desde su Colombia natal hace quince años. Nunca le había faltado el trabajo, pero el escenario se modificó radicalmente hace unos meses. "Estamos peor que hace un año. Ahora muchos hablan de que esto empieza a mejorar. Es una absoluta mentira. Lo único que me han ofrecido son contratos basura, en condiciones denigrantes", afirma el muchacho, que está hace cuatro meses sin empleo.

"Ahora todo es más difícil. Yo si estuviese solo me lo tomaría de otro modo, pero tengo que mantener una familia", subraya, señalando el coche de bebé en el que descansa su hijo Alejandro, de 1 año y 4 meses. Mientras habla, su mujer Camila le escucha con expresión resignada. "Entiendo a ese señor que dice que las personas más grandes, los mayores de cuarenta y tantos, lo tienen más difícil para encontrar empleo, pero no creo que sea tan así... Los jóvenes también estamos condenados", comenta.

De todas formas, el cocinero no pierde del todo la esperanza de que las cosas mejoren en el futuro: "Estamos en Europa. Esto tiene que cambiar, tarde o temprano, ¿no?", concluye.

"Soy consciente de mi edad. Lo tengo muy difícil"

Sandra Almeida, de 47 años, perdió el empleo en febrero pasado. Durante once años fue camarera en una de las sucursales de la cadena gastronómica Nebraska, en Madrid. A comienzos de este año, ella y más de 90 compañeros perdieron el empleo. La mujer nació en la región de Quevedo, en Ecuador. Pero ha pasado gran parte de su vida residiendo en España. Tiene un hijo, de 22 años, que también es camarero. Él aún conserva su puesto de trabajo.

"Yo soy consciente de mi edad y de lo difícil que lo tengo para conseguir empleo. He ido a algunas entrevistas laborales, pero había chicas de 22 y 23 años que también aspiraban a ese empleo, y que en sus currículum ponían que tenían mayores antecedentes. Además, en mi caso no sé idiomas. De todas formas, por ahora no pienso regresar a mi país natal, mi hijo tiene empleo y -de momento- esperaré a ver si si surge alguna oportunidad", manifiesta.Ayudas para parados de larga duración

En la actualidad, existen tres ayudas con carácter extraordinario pensadas para parados de larga duración con situaciones económicas difíciles y que ya han agotado las prestaciones ordinarias. Desde hace varios años funcionan la Renta Activa de Inserción (RAI) y el Plan Prepara. Mientras, el Programa de Activación para el Empleo (PAE), comenzó en enero de 2015 y que el Gobierno ha prorrogado hasta el 1 de mayo de 2018.

Según destaca la web especializada citapreviainem, no son ayudas alternativas, sino que cada una se debe pedir en un momento concreto. 

Si es desempleado de larga duración mayor de 45 años, discapacitado (igual o superior al 33%), víctima de violencia de género o emigrante retornado, podría acceder a la Renta Activa de Inserción.

Si no cumple los requisitos de la RAI, puede solicitar el Plan Prepara, que sin embargo no se puede solicitar si ya se agotó la prestación de la RAI.

Como última opción y una vez agotada la RAI y el Plan Prepara está el Programa de Activación para el Empleo, para desempleados de larga duración con responsabilidades familiares.

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