El gigante del transporte de pasajeros Uber ha sufrido otro golpe con la marcha de su presidente, Jeff Jones, apenas seis meses después de que asumiera el cargo. Según han informado varios medios estadounidenses, como 'The Wall Street Journal' o 'Recode', Jone había manifestado su insatisfacción con las estrategias que está llevando a cabo la compañía.
"Está claro ahora, sin embargo, que las creencias y el enfoque hacia el liderazgo que han guiado mi carrera son inconsistentes con lo que vi y experimenté en Uber, y ya no puedo seguir como presidente del negocio de viajes compartidos", dijo Jones en un comunicado a 'Recode', una web tecnológica. De ahí que el número uno de Uber, Revor Kalanick, le hubiese pedido su renuncia.
La compañía con sede en San Francisco lleva meses enfrentándose a duras críticas por las revelaciones sobre una cultura sexista y el uso encubierto de un software para que sus vehículos evitaran los controles policiales.
Además, Kalanick tuvo que renunciar de forma rápida a un consejo asesor del presidente Donald Trump después de una campaña de boicot de consumidores, preocupados porque aconsejaba a un gobernante con valores divergentes.
Uber, que no se cotiza en la bolsa, está valorada en unos 70.000 millones de dólares y opera en decenas de países.
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