De Arcelor a Cemex, la gran industria tira del carbón y dispara la contaminación

  • La comercializadora eléctrica de los grandes grupos suministra energía procedente del carbón, el gas y las nucleares.

    Las emisiones del sector eléctrico aumentaron hasta julio en 17,1 millones de toneladas y la situación va a empeorar.

Planta de ArcelorMittal en Avilés.
Planta de ArcelorMittal en Avilés.
EUROPA PRESS
Santiago Carcar

España crece, la producción aumenta, las exportaciones suben...y las emisiones contaminantes también. En plena sequía, con los embalses en mínimos, la gran industria trabaja a toda máquina. Compañías como ArcelorMittal, Cemex, Atlantic Cooper o Portland, grandes consumidoras de energía eléctrica, mantienen contratos de suministro que se basan, sobre todo, en el carbón, el gas y la energía nuclear.

La empresa comercializadora que presta servicio a esas grandes empresas "electrointensivas" es Fortia Energía. Según los datos de la CNMC, recogidos por la compañía comercializadora en su propia página Web, el impacto medioambiental de la energía que vende superó en 2016 la media nacional tanto en dióxido de carbono como en miligramos de residuos radioactivos por kwh (vér gráfico).

Fortia nació hace una década, conectada a las grandes empresas consumidoras de energía. El objetivo: disponer de un coste de energía competitivo y estable, en las mejores condiciones de mercado. Según explica su director general, Juan Temboury, Fortia trabaja con 20 grupos industriales, con más de 100 plantas productivas en España y Portugal y gestiona anualmente más de 12 TWh, casi el 4% de la demanda del mercado ibérico (MIBEL). Entre sus clientes figuran también Carburos Metálicos, Megasa, el grupo Alfonso Gallardo o Financiera y Minera.

Son cifras que ayudan a entender también la evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero en España. Tras un año -2016- en el que se registró una caída del 3,5%, la situación vuelve por donde solía -subidas en 2015-. En los siete primeros meses, la producción eléctrica con carbón ha aumentado en un 71% y la de gas, por encima del 30%. Consecuencia: las emisiones también se han disparado.

Según los datos de Red Eléctrica de España (REE), de enero a julio, el sector eléctrico emitió 41,2 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. Son 17,2 millones más que en el mismo periodo de 2016. La generación hidráulica, por su parte, se desplomó  más de un 51%.

El director general de Fortia Energía, Juan Temboury, admite que en los próximos meses, dada la situación de sequía y escasez de renovables, la situación puede empeorar mucho. No obstante, quita hierro a los datos que recoge Competencia sobre el origen de la energía que vende Fortia y sus efectos. "En buena parte es fruto de una reglamentación absurda en el sistema de certificación de la energía" sostiene. En esta línea Temboury admite que hay empresas que se niegan a adquirir energía "verde" certificada porque esa certificación encarece hasta 30 céntimos de euro el MGW consumido. Para empresas cuyo mayor coste es la energía, esos céntimos de más suponen una gran diferencia.La industria y los deberes

En la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), también se quita hierro a la situación. "La industria" afirma su director general Fernando Soto "está haciendo los deberes, mejorando en eficiencia y ahorro y haciendo la contribución que le corresponde al desarrollo sostenible". Otras fuentes de la Asociación relativizan el hecho de que la gran industria esté consumiendo más energía procedente de combustibles fósiles. Simplemente, señalan, se consume lo que hay; y ahora, recuerdan, no hay agua.

El diputado de Unidos Podemos y coportavoz de Equo, Juan López de Uralde, no comparte el análisis suave de las empresas. "Falta compromiso" asegura, "el problema es que el Gobierno sigue primando el carbón, lo que ha hecho que haya aumentado la producción eléctrica con este mineral incluso en momentos de caída de consumo energético". "Las perspectivas en cuanto a las emisiones son malas" concluye.

Tampoco es optimista el presidente de N2E y experto en energía, Javier García Breva. En su opinión, la evolución de la sostenibilidad en España es negativa porque crecen las emisiones, crecen también la demanda de energía primaria y la intensidad energética y están aumentando asimismo las importaciones de combustibles fósiles. Y mientras, señala, "las renovables permanecen estancadas". García Breva se apoya en informes como el elaborado por la cátedra BP de la Universidad de Comillas para concluir que falta mucho por hacer y voluntad de hacerlo.

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