Los ingresos de la eléctrica italiana, principal accionista de Endesa, cayeron un 8,1%, hasta 51.459 millones, debido especialmente a los menores ingresos procedentes de las ventas de electricidad en los mercados maduros y al efecto negativo del cambio de divisas.
El beneficio bruto de explotación (Ebitda) ascendió a 12.010 millones de euros, lo que supone un descenso del 1,2% provocado por el cambio de divisas y por los menores extraordinarios, lo que quedó en parte compensado por el crecimiento generalizado en las distintas regiones en las que opera el grupo.
La deuda financiera neta experimentó un descenso del 1,9% y pasó de 37.545 millones de euros a cierre de 2015 a 36.821 millones al finalizar el tercer trimestre.
"Nuestros resultados financieros son consecuencia directa de los avances en el cumplimiento de nuestros objetivos estratégicos", indicó el consejero delegado de la compañía, Francesco Starace, antes de destacar la estabilidad en la generación de caja y la mejora en las ganancias operativas.
Enel, que anunciará en breve su nueva política de dividendos, prevé avanzar en su plan de eficiencia en los próximos meses, avanzar en la instalación de contadores digitales en Italia y culminar la reestructuración corporativa en Latinoamérica.
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