La exclusión social y la desigualdad, los principales riesgos para el mundo en 2017

  • Según un informe del Foro Económico Mundial sobre riesgos globales, el desempleo y el empleo precario también son factores de preocupación para la economía.

    El WEF también considera un riesgo la digitalización creciente de la economía y la creciente robotización, dos fenómenos que, sin regulación adecuada, pueden destruir empleos en vez de crearlos.

La exclusión social y la desigualdad, los principales riesgos para la economía en 2017
La exclusión social y la desigualdad, los principales riesgos para la economía en 2017
S.C.
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La desigualdad económica, los peligros medioambientales derivados del cambio climático y la polarización social son los tres riesgos principales para el mundo en la próxima década, según indica el análisis anual del Foro Económico Mundial (FEM), publicado este miércoles (WEF), que cada año organiza una reunión de Davos.

Estos fenómenos ya han provocado "cambios políticos" en 2016, añaden los responsables del informe, y podrían acrecentar "los riesgos globales en 2017", si no se hace nada para evitarlo, según el informe 2017 del WEF sobre los riesgos globales. El año pasado, la agenda electoral estuvo marcada por las elecciones en EEUU, donde ganó Donald Trump o el Brexit en Reino Unido 

Ante esta situación el WEF lanza un llamado a los líderes mundiales para que tomen medidas comunes urgentes para poner en marcha "sociedades más inclusivas".

Los principales riesgos para la economía en 2017 son la desigualdad económica y la insatisfacción política, según el informe, que cita en particular el desempleo y el empleo precario.

Como en años anteriores también apunta al cambio climático como factor de riesgo. El informe destaca que el acuerdo de París de diciembre de 2015 fue un paso positivo para reducir el riesgo medioambiental pero "los cambios políticos en Europa y en América del Norte" podrían cuestionar esos avances.

El WEF también considera un riesgo la digitalización creciente de la economía y la creciente robotización, dos fenómenos que, sin regulación adecuada, pueden destruir empleos en vez de crearlos.

Para elaborar el informe, los expertos del WEF han consultado cerca de 750 expertos en riesgo del sector económico, político y científico, así como personalidades de la sociedad civil.El cambio climático, otro factor de riesgo 

Además de la desigualdad, los encuestados señalan en segundo lugar al cambio climático, por delante del incremento de la polarización social, la creciente "ciberdependencia" y el envejecimiento de la población.

Por otro lado, entre las principales interconexiones de riesgos señalan al desempleo y el subempleo, que generan inestabilidad social, así como las grandes migraciones involuntarias y el colapso estatal, mientras que los fallos en la gobernanza nacional son causa también de profundas inestabilidades sociales.

El Foro Económico Mundial señala que "el descontento con el orden actual se ha convertido en una proposición ganadora de elecciones que incrementa la urgencia de comprender y responder a estos riesgos globales" y advierte de que la débil recuperación tras la crisis explica únicamente parte de la situación, subrayando que únicamente estimular el crecimiento no basta para remediar las fracturas más profundas de la política económica.

"Años de generar presión en muchas partes del mundo, al menos desde la crisis financiera global, cristalizaron en resultados políticos dramáticos durante 2016 a medida que la desafección pública con el statu quo ganó peso", señala.

En este sentido, la organización ha identificado cinco grandes retos a los que prestar mayor atención global, incluyendo la introducción de un mayor grado de solidaridad y pensamiento a largo plazo en el capitalismo de mercado, revitalizar el crecimiento de la economía global, reconocer la importancia de la identidad e inclusividad en las políticas, mitigando los riesgos y explotando las oportunidades de la "4ª revolución industrial" y fortaleciendo los sistemas de cooperación global.

"El año 2017 será un momento crucial para la comunidad internacional", declaró Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, señalando que la amenaza de un mundo menos cooperativo y más ensimismado también ofrece la oportunidad de abordar los riesgos globales y las tendencias que hay detrás de ellos.Los bancos centrales, en el punto de mira 

Por otro lado, a pesar de señalar las evidencias del impacto positivo de las medidas no convencionales adoptadas por los bancos centrales en respuesta a la crisis, que han sido por ahora la solución predominante por parte de las autoridades, el Foro Económico Mundial apunta que medidas como la expansión cuantitativa han exacerbado la desigualdad.

"Aunque las evidencias apuntan al impacto positivo sobre el crecimiento y el empleo, la expansión cuantitativa también ha exacerbado la desigualdad de ingresos al impulsar la rentabilidad obtenida por los propietarios de activos financieros, mientras los ingresos reales de los trabajadores han crecido muy lentamente", añade el informe.

Asimismo, el Foro de Davos añade que esta no es la única fuente de preocupación relacionada con las políticas monetarias no convencionales, señalando que los persistentes bajos tipos de interés "pueden distorsionar los mecanismos financieros que apuntalan la saludable actividad económica".

En este sentido, la entidad destaca la facilidad que las empresas han encontrado para refinanciar su deuda, inhibiendo por otro lado el proceso de una asignación más eficiente de recursos y complicando el proceso de desapalancamiento, una cuestión "sin resolver" en muchos países.

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