El Gobierno estudia un tipo de cotización 'low cost' para evitar falsos autónomos

  • El modelo pretende regular la situación de los trabajadores con ingresos irregulares en el tiempo cuya cuantía no supere el Salario Mínimo.

    Empleo explora desde hace meses fórmulas para dar un mejor encaje legal a los profesionales con ingresos bajos.

El Gobierno estudia fijar una cotización 'low cost' para evitar falsos autónomos
El Gobierno estudia fijar una cotización 'low cost' para evitar falsos autónomos

Hace apenas un mes el Ministerio de Empleo y Seguridad Social resolvió descalificar la actividad de la cooperativa Fidelis Factu, matriz de la popular plataforma de facturación Factoo, con el argumento de amparar la actividad de falsos autónomos bajo la apariencia de socios-trabajadores de una cooperativa con el único objetivo eludir el cumplimiento de sus obligaciones con la Seguridad Social.

No mucho antes la Inspección de Trabajo y Seguridad Social determinó abrir una inspección a Deliveroo para chequear la legalidad de la singular relación laboral que la plataforma digital de reparto de comida mantiene con sus repartidores, conocidos popularmente como 'riders' por moverse en bicicleta por la ciudad.

Lo que ha puesto de manifiesto ambos ejemplos es la ineficacia del marco legal actual para dar encaje a situaciones que hoy son bastante comunes, como la particular relación laboral - por su naturaleza y por su intermitencia - de los empleados-colaboradores de las nuevas plataformas digitales o la actividad esporádica o habitual con ingresos irregulares de profesionales sin una adscripción laboral fija.

El Ministerio de Empleo estudia desde hace meses fórmulas para dar cauce legal a estas situaciones y evitar su desplazamiento hacia los ámbitos más grises de la legislación, cuando no directamente a la economía sumergida. El asunto no es menor. Según algunas estimaciones, en España hay más de 200.000 falsos autónomos y su situación genera unas pérdidas de alrededor de 500 millones de euros a las arcas de la Seguridad Social.

Según ha podido saber lainformacion.com, una de las fórmulas que está estudiando el Gobierno es el establecimiento de una tarifa superreducida de cotización en el Régimen de Autónomos para amparar a los trabajadores con una actividad laboral constante en el tiempo, pero cuya escasa intensidad les impide acumular unos ingresos suficientes.

La propuesta, que goza del apoyo de las organizaciones de autónomos, busca acabar con la injusta situación que viven miles de profesionales que se dan de alta en el Régimen de Autónomos para iniciar una actividad por cuenta propia y que se ven obligados a pagar todos los meses una cuota de un mínimo de 275 euros (50 euros si se puede beneficiar de la tarifa plana), con independencia de los ingresos que obtenga por su actividad para poder cumplir con la ley.Una cuota superreducida

Según fuentes conocedoras de la propuesta, la aplicación de esta tarifa superreducida, cuya cuantía podría fijarse entre los 25 o 30 euros mensuales, se limitaría a los autónomos con intención de permanecer en situación de alta durante todo el año, pero que por la naturaleza o la inestabilidad de su actividad no consiguen ingresar en cómputo anual una cuantía superior al Salario Mínimo. 

El esquema tiene su complejidad técnica, ya que exige la acreditación de los ingresos anuales de cada beneficiario, razón por la cual esta semana se celebró una reunión en el Ministerio de Hacienda para valorar la viabilidad técnica de desarrollarlo.

En principio, la idea sería permitir el registro de los potenciales beneficiarios y, posteriormente, chequear el cumplimiento de los requisitos establecidos con la regularidad que permitan los sistemas informáticos de la Agencia Tributaria. En cualquier caso el modelo incluiría un sistema de liquidación a final de año en virtud del cual se regularizaría la cuota social a pagar si se hubiera incumplido alguno de los requisitos fijados. Es decir, que si se superara el umbral de ingresos establecido, el trabajador debería abonar una cuota incrementada.

Consultadas sobre el particular, fuentes de las organizaciones  de autónomos se muestran más favorables a este modelo que a otros que se han manejado como el establecimiento de un sistema de cotización en tramos en función de los ingresos obtenidos por el trabajador. Argumentan que éste último incrementaría las obligaciones registrales de los autónomos y, por tanto, su carga de papeleo, y también que colisionaría con modelos ya existentes que permiten a colectivos determinados tributar por módulos o en fucnión de los rendimientos de terceros, como los familiares colaboradores o los autónomos societarios.

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