Nuevo presidente ejecutivo de Wells Fargo promete cambios para superar la crisis

El banco estadounidense Wells Fargo prometió este viernes cambiar sus métodos para recuperar la confianza de sus clientes tras el escándalo de las cuentas ficticias, que ha dañado seriamente su imagen y provocó la salida de su presidente.

"Mi prioridad inmediata es restaurar la confianza en Wells Fargo", aseguró Tim Sloan, nuevo mandamás del banco tras la dimisión de John Stumpf.

"Somos conscientes de que llevará tiempo y muchos esfuerzos recobrar nuestra reputación", explicó el ejecutivo.

Wells Fargo, tercer banco por activos más importante de Estados Unidos y con sede en California (oeste), atraviesa una grave crisis desde septiembre, cuando salió a la luz que entre 2011 y 2016 se abrieron dos millones de cuentas ficticias que permitieron a sus empleados cobrar primas por la venta de productos.

A raíz del escándalo, la institución despidió a 5.300 trabajadores, al tiempo que enfrenta una multa de 185 millones de dólares.

Sloan toma las riendas de Wells Fargo dos días después de que el banco anunciara la salida de Stumpf --oficialmente se jubiló--, a quien se le reprocha haber permitido que las prácticas irregulares se mantuvieran cerca de tres años desde que supo que existían.

El banco, cuyo principal accionista es el multimillonario estadounidense Warren Buffett, aprovechó los cambios en el seno de su cúpula para separar las funciones del presidente ejecutivo y del presidente del consejo de administración.

Wells Fargo renunció además a los objetivos comerciales, lo que puede perjudicar el modelo económico del banco, cuya filosofía es que los clientes son la mejor publicidad que existe.

Pero las recomendaciones de los consumidores han caído con fuerza desde que estalló el escándalo el mes pasado. Entre agosto y septiembre, los préstamos inmobiliarios disminuyeron un 24%.

Las visitas de los clientes a las sucursales también descendieron un 10%, mientras que la apertura de cuentas se redujo un 25% y las peticiones para obtener tarjetas de crédito bajaron un 20%, según datos ofrecidos este viernes por Wells Fargo.

"Hemos cometidos errores y pedimos disculpas. Tendríamos que haber actuado antes para poner fin a estas prácticas et reparar el daño causado a los clientes", aseguró Sloan.

La institución ha prometido más transparencia y reforzar sus mecanismos de control. Para ello, 2.000 empleados se encargarán de activar alertas si detectan actividades irregulares.

El banco presentará asimismo de aquí a febrero las conclusiones de su investigación interna y de su nueva estrategia comercial.

Aunque los mercados han recibido este viernes positivamente los resultados del tercer trimestre --un beneficio neto de 5.644 millones de dólares para un volumen de negocios de 22.328 millones-- las voces más críticas dentro de la institución no ven en Sloan el hombre del cambio.

"Tim Sloan es igualmente culpable (...), porque jugó un papel central en la cadena que tendría que haber puesto fin a las malversaciones", señaló Maxine Waters, congresista demócrata por California.

Sloan, de 56 años, se convirtió en el número dos del banco en noviembre de 2015, tras 28 años de funciones. En ese momento, entre otras cosas, se encargaba de la banca minorista.

"Wells Fargo tiene la oportunidad de cambiar su cultura interna", subrayó Marty Mosby, analista de Vining Sparks IBG.

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