El último informe de la OCDE alienta el debate sobre la Renta Básica en España

Uno de cada seis españoles en edad de trabajar (entre los 15 y los 74 años, según el estándar de la OCDE) vive con unos ingresos inferiores al 50% de la renta media del país. En todo el mundo avanzado, si se entiende como tal el formado por los países representados en la OCDE, no hay ningún otro Estado que presente un registro tan pobre en este indicador, que los investigadores del organismo internacional utilizan para determinar la insuficiencia de los ingresos que perciben los ciudadanos de un país y su influencia sobre la inclusión laboral y social.

En medio de un animado debate social, político y económico sobre la eventual aplicación de una Renta Básica en España, la OCDE ha situado la incapacidad de España para proporcionar unos ingresos mínimos a sus ciudadanos en edad de trabajar en el centro de las debilidades del esquema laboral y económico de España, en su último observatorio de empleo que ha difundido este martes. 

Según los técnicos del organismos internacional, el desempeño del mercado de trabajo español es también particularmente pobre en lo que se refiere a la calidad del empleo. En este ámbito, el organismo cuestiona la inseguridad del mercado de trabajo español y también su incapacidad para reorientar la demanda de trabajo hacia aquellos lugares donde más se necesita, evitando la concentración de aspirantes en sectores o puestos de trabajo donde apenas hay oportunidades de empleo.

Con una tasa de empleo sensiblemente inferior a la media de los países avanzados y un paro significativamente superior, el informe de la OCDE solo sitúa a España al mismo nivel que otros países avanzados en dos indicadores en los que, en general, todos tienen mucho camino que recorrer: la diferencia salarial entre hombres y mujeres y la diferencia en oportunidades de empleo entre el colectivo con mayor empleabilidad y determinados colectivos con singulares problemas de inserción laboral: mujeres con hijos, jóvenes, trabajadores mayores (entre 55 y 64 años) o personas con discapacidad.Mucho camino por recorrer

La OCDE reconoce los avances en las cifras de empleo registrados por España en los últimos tres años pero advierte que pese a ello sus previsiones apuntan a que la tasa de desempleo continuará en el 15,5% cuando finalice 2018 y la tasa de empleo no subirá del 55%.

En este sentido, el organismo internacional pondera, asimismo, que los avances en el último trienio apenas han servido para recuperar la mitad del empleo perdido durante la crisis.

En el capítulo de recomendaciones el organismo internacional vuelve a insistir, como ya hiciera en la actualización de su informe de perspectivas sobre España de hace apenas una semana mejorar la eficacia de las políticas activas de empleo para contribuir a que las personas sin trabajo sean capaces de encontrar un empleo.