Villar tenía 5,2 millones de la RFEF "para lo que se le pusiera en los huevos"

Villar contaba con 5,2 millones de la Federación "para lo que le se le pusiera en los huevos"
Villar contaba con 5,2 millones de la Federación "para lo que le se le pusiera en los huevos"
M.A.

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, planeaba reservarse una partida de 5,2 millones para utilizar a su libre albedrío fuera del control de los órganos federativos.

Así lo explica el juez de la Audiencia Nacional en el auto por el que ha enviado a prisión a Villar, su hijo Gorka, el vicepresidente económico Juan Padrón y el secretario de la federación tinerfeña Ramón Hernández.

En la investigación consta una llamada del presidente de la federación cántabra, Jose Ángel Peláez, a Villar del pasado 15 de junio, en la que le comunica que ha dejado fuera de los presupuestos para este año "unos 5,2 millones" de euros para uso potestativo y a criterio personal del presidente de la federación.

En la comunicación, Peláez comunica a Villar que puede usar esos fondos "para lo que se le ponga en los huevos".

El colaborador del presidente le explica que esa partida está fuera de la regulación presupuestaria y que la fiscalización de ese dinero no pasa por la Asamblea General, el órgano que debía de haberlos aprobado el jueves antes de que se suspendiera su reunión por la operación Soule. 

Peláez le explica además a Villar que no tiene que informar de su destino, es decir, que no tiene que justificarlos. Añade que el fondo se puede incrementar hasta los 6 millones y le propone ponerle un título genérico como “fútbol aficionado”, aunque en realidad puede utilizarlo para fines distintos.

Es solo una de las líneas de investigación abiertas por el Juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia Nacional. El juez también advierte de “excesos en las facultades de administración” que tenía Villar como máximo órgano ejecutivo de la federación.

El primero de ellos era la utilización de su Junta Directiva (su equipo asesor) para recompensar con nombramientos en ese órgano la lealtad de los presidentes de las federaciones territoriales que le son afines y, en sentido contrario, vetar a los que no.

Villar, además, habría conseguido mantenerse en el puesto durante los últimos 29 años garantizándose el voto en la Asamblea de la federación del sector del fútbol no profesional.Beneficios por votos

Villar, “consciente que los presidentes de las federaciones territoriales son capaces de aglutinar los votos de los clubes de divisiones inferiores y del colectivo no profesional ha concedido beneficios a algunos de los presidentes de las federaciones en cuyo ámbito no tenía asegurado el apoyo”, relata Pedraz.

Esos beneficios se costeaban “con patrimonio ajeno” al presidente que, en realidad, pertenecía a la RFEF. Fue así como se garantizó el apoyo de territorios como Murcia, Cantabria, la federación madrileña y la de Ceuta. Esos favores se cobraban “en forma de apoyo a su candidatura a la presidencia de la RFEF”.

Los investigadores han descubierto ese mecanismo mediante las llamadas registradas a Villar y Padrón. Entre ellas hay una con el exseleccionador nacional Javier Clemente, uno de sus máximos defensores, que en una de ellas dice a Padrón: “Pues ha entrao el de Murcia, ¿te dije que entraba el de Murcia?, ya le han metido al de Murcia también (…) han metido a muchos más, son votos, son votos compraos, ¡joder Juan!… apoyos compraos…decir amén, amén, amén, amén por…por llevarse unos dineros”.

En el caso de Cantabria, durante la campaña de su última elección, el favor de su dirigente federativo se lo ganó entregándole 340.000 euros de la RFEF para la construcción de un campo de fútbol que reclamaba su presidente, José Ángel Peláez. Villar contactó directamente con el tesorero de la federación, Juan Luis Larrea para presionarlo con el fin de que librara el pago.

En el caso de la Federación de Madrid de Fútbol Sala, fue su presidente, Julio Cabello, el que advirtió a Villar con votar a la candidatura alternativa porque el equipo del presidente no le había dado “un puto duro”. Su hijo Gorka, director de la campaña de su padre, le aconseja que lo amenace: “Que le diga que si tiene carencias lo podrán solucionar en el futuro, pero que si no lo apoya y gana, entonces no hablará de nada con él”.

Villar, además, gestionaba la federación desvinculándose de la percepción de cualquier subvención pública. El objetivo del rechazo a ese dinero tenía como finalidad “eludir el control financiero y contable consecuencia de la aplicación de la Ley de Transparencia”.

Esa falta de publicidad en su gestión, le permitió además hacer y deshacer en lo relativo al personal, promoviendo u otorgando altos salarios a determinados cargos y usando el patrimonio de la federación “para retribuir a algunas personas por mor de su amistad o conveniencia, sin ajustarse a sistemas de retribución laboral o a criterios orientados a la valoración del esfuerzo, conocimientos y capacidad”.

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