Ayuntamiento valora la gestión público-social en los centros deportivos de gestión indirecta cuyo contrato expire

Lo ha anunciado este lunes la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, en la comisión de Cultura, donde ha apuntado que el Consistorio maneja tres alternativas. La primera es la gestión directa con recursos cien por cien públicos dentro de un marco de remunicipalización para todos estos centros.

Esta alternativa se podría llevar a cabo en "alguna instalación puntual, no en todas", al ser consientes de las limitaciones de plantilla a las que se enfrenta la Administración (sólo se puede reponer el personal que se jubila).

La segunda alternativa pasa por la prórroga de los contratos actual, siendo conscientes de que "hay un gran techo de mejora", mientras que la tercera es la gestión mixta, de modo que la estructura de dirección sería de gestión directa pero llevando a cabo la contratación de servicios con la ordenanza de colaboración público-social en la que se trabaja, ha explicado Carmena. La contratación en este caso sería parecida a la de las escuelas infantiles.

La pregunta ha llegado a la comisión por la concejala de Cs Sofía Miranda, que ha alertado del "cambio total en Ahora Madrid" al pasar de la apuesta por la gestión directa a los tres modelos que ahora ponen sobre la mesa. Miranda ha llegado a afirmar que la futura ordenanza de colaboración público-social le produce "estupor" por temor a que la gestión del servicio público se haga "a dedo". "Dígale a la plantilla que no serán sustituidos por estas entidades", ha trasladado.

La futura ordenanza de Cooperación Público-Social en la que trabaja el Ayuntamiento de Madrid regulará la cesión de espacios, además de fomentar y premiar la innovación social, entre otras muchas acciones. Lo hará de la mano de un texto que aspira a un nuevo marco de relación entre la sociedad civil organizada y la Administración.

Desde el Consistorio destacan que este nuevo modelo está ya siendo desarrollado en ciudades como Bolonia, que cuenta con un reglamento sobre colaboración entre ciudadanos y Administración para el cuidado y regeneración de los bienes comunes urbanos. También se encuentra en Nápoles, donde se aplican formas de autogestión ciudadana de los bienes comunes mientras que en Ámsterdam y Nueva York también han puesto en marcha experiencias de cooperación público-social.