Salvados: "En España los profesores dedican mucho más tiempo a la burocracia que a la enseñanza"

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Jordi Évole asegura que le gustaría "entrevistar al príncipe Felipe"
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lainformacion.com

Una semana más, el equipo de Salvados, encabezado por Jordi Évole, salió a la caza de porqués. En esta ocasión, con la educación en su punto de mira. ¿Por qué nuestra tasa de fracaso escolar es la mayor de toda Europa? ¿Por qué tantas y tantas reformas educativas? ¿Qué objtivos perseguían las misma: políticos o realmente se pretendía con ellas mejorar la calidad de la educación?

El programa comenzó en el museo de la Escuela Rural de Castellar de la Ribera, en Lleida. Allí acudió Jordi junto a Jurjo Torres, catedrático de Didáctica e Organización Escolar en la Universidad de La Coruña, que ya advirtió a Évole de que el escenario en las aulas no había cambiado tanto desde que hubiese crucifijos e inscripciones religiosas en la pizarra.

En lo que a la tasa de fracaso escolar se refiere, este catedrático no albergaba duda alguna. "La administración no tiene ningún informe que nos diga por qué sucede esto", asegura Jurjo Torres. Con la privatización de la enseñanza como telón de fondo, Torres situó el programa en el contexto en que actualmente se encuentra la educación en España. "El problema es la diversidad que existe en la escuela pública", sentenciaba el catedrático de la Universidad de La Coruña.

Y es que, a su juicio, la multitud de reformas educativas que se han acometido en nuestro país, con un evidente objetivo político, estaban orquestadas por políticos que querían establecer un tipo de educación para la ciudadanía que les beneficiase. "La reforma que estamos haciendo es completamente política", sentenciaba Jurjo Torres. Es por eso que ahora se potencia la existencia de escuelas concertadas y privadas. "España es el segundo país de Europa en lo que a colegios concertados y privados se refiere. El 31% de los centros educativos lo son, frente al 3% de Finlandia", apuntaba Torres. La principal consecuencia que se deriva de esta inversión es que, como apuntaba este catedrático, "en España existan centros 'educativos-guetos' donde están concentradas las clases con menos recursos".

Buena cuenta de ello puede dar Francesc Freixanet, director de una escuela pública, que ve como, al mismo tiempo que la administración le adeuda al centro cantidades de hasta 16.000 euros que le obligan a endeudarse con sus proveedores, entre sus alumnos se incrementa la presencia de hijos de inmigrantes. Junto a ellos, apuntaba Francesc, también han de atender a niños y niñas con ciertas necesidades especiales. Unos chicos que tan solo pueden disponer de una hora semanal de apoyo, en la que un profesorado especializado le prepare material adaptado a sus necesidades. "El problema es la falta de recursos", aseguraba Francesc Freixanet.

Fue este director el que ahondó en la radiografía de Jurjo Torres, para manifestar cómo en ciertas ocasiones dejan de lado su papel de educadores. "En muchas horas de nuestro trabajo nos convertimos en asistentes sociales", aseguraba Freixanet. Pocas opciones les quedaban al contemplar cómo, en ciertas ocasiones, algunos niños se desmayaban al no haber comido y cómo otros se veían obligados a buscar en las papeleras algo que poder llevarse a la boca. Una madre de ese mismo colegio explicaba cómo "la sociedad no nos lo pone fácil para participar en la educación de nuestros hijos". Y es que, aunque hay padres implicados de forma directa en la educación de sus hijos, existen otros que no lo están, y si esto sucede, tal y como decía una profesora, "si el padre no me valora, es normal que el niño tampoco lo haga".

Y mientras todos estos testimonios cargados de pesimismo se sucedían con cada una de las personas con las que hablaba Jordi Évole, aparecían una y otra vez las referencias a la situación que se vive en Finlandia. En busca de más porqués, el equipo de Salvados puso rumbo a Helsinki donde profesores y padres expusieron las razones por las que ese país se encuentra a la cabeza en materia de educación.

En la primera escuela bilingüe del país, donde se comenzó a enseñar español gracias a la influencia de nuestras series televisivas en territorio finés, una profesora de finés y español expuso cuáles son sus condiciones laborales. Mari Peteri confirmó que el abandono escolar se encontraba a años luz del que existe en España (tan sólo el 0,2%) y que el 98% de las escuelas son públicas. Allí la escuela es completamente gratuita. Los padres no tienen que acometer el pago ni de material escolar ni de libros ni tan siquiera de la comida que cada día sus hijos consumen en el comedor escolar.

"Una madre o un padres finlandés no paga nada de nada. Todo está pagado. Realmente las escuelas son tan iguales que no existen unas escuelas de élite", aseguraba Peteri. Tal y como quedó demostrado, en Finlandia los pasos hacia la mejora de la educación van en dirección contraria hacia donde se dirige España. Mientras en nuestro país se promueve la creación de escuelas concertadas y privadas, como apuntaba Jurjo Torres, en territorio nórdico no. "La palabra clave es la igualdad, que todos los niños finlandeses tengan las mismas oportunidades y los mismos derechos", decía Mari Peteri, que añadía que "si existen problemas en una escuela por la inmigración, el gobierno actúa directamente sobre esa escuela".

En todo ello también juega un papel determinante la perspectiva con que los políticos acometen la reforma de las leyes relativas a la educación. En Finlandia, como explicaba Mari Peteri, la administración se reúne con los profesores para conocer de primera mano su opinión y poder así actuar sobre aquellos puntos que los educadores consideran adecuado actuar. "En los centros no notamos los cambios de gobierno", apuntaba esta profesora. Además, las reformas, más allá de los periodos electorales, se planifican a largo plazo y la enseñanza es tratada como una cuestión de Estado, por lo que todos los partidos aunan sus fuerzas en beneficio de sus ciudadanos.

Profesoras españolas de esa misma escuela apuntaban otro de los grandes problemas en la educación española. La conciencia social de que el magisterio carece por completo en España del prestigio que sí tiene en Finlandia. "Es como medicina en España", apuntaba una de ellas, que explicaba cómo los profesores no solamente tenían que preparar un máster para poder acceder a dar clase, sino que además tan solo el 15% de los estudiantes que aspiraban a ser profesores conseguían acabar dando clase.

Por todo ello, como apuntaba Marc Cerdà, un profesor nacido en Barcelona y residente en Helsinki, y sus colegas, el cambio que ha de acometer la sociedad española para alcanzar el desarrollo educativo alcanzado por Finlandia trasciende a la mera reforma legislativa. El cambio de mentalidad, para exigir a los padres implicación en la educación de sus hijos y apostar por inculcar a éstos aspectos como la creatividad, se tornan fundamentales de un sistema que en el momento en que dejó de invertir en educación creó una masa de marginados sociales.

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