Siete aptitudes indispensables para los alumnos -y las escuelas- de este siglo

  • Pensamiento crítico, espíritu emprendedor y capacidad de adaptación son algunas de las habilidades necesarias para el éxito laboral y profesional que el sistema educativo debería ocuparse de enseñar y potenciar, según el experto estadounidense Tony Wagner.
Tony Wagner, experto en educación
Tony Wagner, experto en educación
GEF
Laura Pintos

"En un entorno global y tecnológico, los estudiantes necesitan nuevas aptitudes que la mayoría de los colegios ni poseen ni enseñan", afirma Tony Wagner, experto en educación y miembro del Centro de Tecnología y Espíritu Emprendedor de Harvard.

A la luz de esta situación, Wagner se ha dedicado a identificar esas habilidades que hoy en día resultan imprescindibles para "ser innovadores y tener un lugar en el mercado laboral" y que, a su criterio, los colegios deben incentivar e inculcar. Las ha resumido en su listado de Siete Aptitudes para Sobrevivir.

La primera es el pensamiento crítico y la capacidad para resolver problemas. El experto, de paso hace unos días en Madrid para participar del Global Education Forum 2011 organizado por la Fundación SEK y la Universidad Camilo José Cela, considera que el pensamiento crítico empieza por "saber hacer las preguntas adecuadas" y tiene que ver con ser analítico y creativo, sin ideas preconcebidas.

El segundo ingrediente para el éxito es el espíritu colaborativo y el liderazgo por influencia (en lugar de por autoridad). Wagner considera que son los propios profesores los que deben comenzar por trabajar de esta forma.

Le siguen la capacidad de adaptación y la rapidez para conseguirlo, vital a su juicio en un mundo en el que los conocimientos y las herramientas se actualizan a un ritmo de vértigo ( "los libros de texto se quedan obsoletos enseguida", apunta como ejemplo).

La cuarta habilidad indispensable tiene que ver con tener iniciativa y un espíritu emprendedor. Estas cualidades no siempre son valoradas en el ámbito educativo, donde "el error está penalizado, no se usa como método de aprendizaje", señala Wagner.

Luego están el dominio de la comunicación oral y escrita y, en el sexto punto, la capacidad para acceder y procesar toda la información disponible. "Ahora lo importante es qué hacemos con toda la información que tenemos a nuestro alcance, más que acumularla", indica.En este sentido Wagner se muestra contrario a los actuales sistemas de evaluación escolar y en especial a los exámenes de "multiple choice", basados en la memorización en lugar de fomentar el análisis y la interpretación.

La última de sus Siete Aptitudes para Sobrevivir es, quizá, la clave para los nuevos tiempos. Se trata de la que involucra la curiosidad y la imaginación, a partir de las cuales, dice Wagner, nace la innovación. "Y la innovación es la única cosa que añade valor en el mundo laboral. Cualquiera puede replicar. Innovar es la vía para crear nuevos productos, servicios y oportunidades. Necesitamos mucha más gente joven que sea capaz de hacerlo", afirma.

Para que todo esto se enseñe, y se aprenda, en clase, aconseja "cambiar completamente la cultura escolar", empezando por "celebrar los logros en grupo, en lugar de únicamente los individuales" y "ayudar a los alumnos, que son multitarea, a concentrarse y perseverar".

También recomienda que las clases sean "interesantes, desafiantes", que aumenten en ellas los proyectos y trabajos en equipo y que se "abran y se vuelvan transparentes" (propone, por ejemplo, grabarlas y enseñarlas públicamente).

Wagner, quien trabaja como consultor para instituciones de Estados Unidos y otros países, considera que los alumnos innovadores son más felices, porque "están creando, en lugar de simplemente consumir".

El caso finlandés

"Finlandia lo ha conseguido, aprendamos de su experiencia", aconseja Tony Wagner.

El experto en educación sabe de lo que habla. Ha colaborado recientemente con Robert Compton en el documental The Finnish Phenomenon: Inside the world's most surprising school system. Según el informe PISA, este país nórdico está entre los primeros en rendimiento escolar.

El secreto de su éxito radica, según explica Wagner, en que "durante 40 años se ha dedicado a rediseñar completamente el proceso de selección y formación de los profesores".

Así, Finlandia ha conseguido "cambiar la profesión de docente de un trabajo mecánico a uno de conocimiento", que la tarea que desarrollan los profesores sea valorada y reconocida por el Estado y la sociedad y que ellos mismos tengan prestigio y respeto.

"Tienen a los mejores como profesores y les dan la oportunidad de colaborar y trabajar juntos", apunta.

"Hace 40 años Finlandia tenía un sistema educativo de muy bajo rendimiento. Hoy es uno de los países más innovadores del mundo, y eso se debe a ese trabajo en las escuelas", asegura.

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