Un año convulso para la reventa de entradas

La antigua Ticketbis logra un balón de oxígeno de 35 millones tras su venta

Viagogo, que tuvo que vender el negocio fundado en España por exigencias regulatorias, y el nuevo dueño completan una inyección para “garantizar la solvencia”. Se ejecuta un ERE para recortar estructura.

Stubhub
Stubhub fue la encargada de comprar Ticketbis en 2016.

La antigua Ticketbis logra un balón de oxígeno financiero de algo más de 35 millones de euros ‘in extremis’ tras un convulso año 2021. El dinero lo ha puesto sobre la mesa su nuevo dueño, el fondo de inversión Digital Fuel Capital, y los que estaban llamados a ser sus propietarios, el gigante británico de este sector de la reventa de entradas Viagogo. Con esta inyección de dinero en forma de capital se “garantiza la solvencia a largo plazo” de la empresa, que se ha visto seriamente impactada por la caída de los eventos presenciales por la Covid-19.

Ticketbis fue adquirida en 2016 por Ebay, a través de su división de reventa de entradas Stubhub. Se convertía en ese momento en el negocio internacional de este gigante, que sólo tenía presencia en Estados Unidos. El precio abonado fue de 165 millones en una de las grandes transacciones de una startup española en los últimos años. Tres años después, Viagogo sacó la chequera y ofreció 4.000 millones de dólares por todo el grupo Stubhub. Sin embargo, el estallido de la pandemia y el frenazo de las autoridades de la competencia a la transacción golpeó de lleno al equipo español, con varios recortes y despidos. Finalmente, la luz verde regulatoria se otorgó a cambio de que se vendieran todos los activos más allá de Estados Unidos (la Unión Europea y Reino Unido, principalmente).

Para tratar de aportar estabilidad financiera después de este ‘impasse’, Viagogo se comprometió a poner sobre la mesa en el momento de la transacción un total de 22 millones de dólares (19 millones de euros al cambio actual). El nuevo dueño de los activos, el fondo de ‘private equity’ Digital Fuel Capital, inyectó 17,6 millones de dólares (algo más de 15 millones de euros). Este dinero es todo un balón de oxígeno para una empresa que ha soportado durante los últimos años significativas pérdidas. En 2020, antes de desprenderse del activo, Ebay inyectó casi 40 millones de euros para compensar la situación patrimonial.

¿Quién es Digital Fuel Capital? Se trata de un fondo de inversión con sede en Boston (EEUU), desconocido para el mercado europeo y que está especializado en compañías dedicadas al comercio electrónico. No se ha hecho público lo que desembolsó para hacerse con el control de estos activos, que ahora pasan a llamarse Stubhub Internacional, y lo único que dijo su presidente, Carson Bierderman, en el momento de la transacción es que los equipos de Londres (Reino Unido), Madrid, Bilbao y Berlín (Alemania) “formarán una nueva empresa independiente y juntos esperamos hacer crecer con un mercado de entradas ágil y competitivo”. La realidad es que aterriza con la tijera en la mano para ejecutar más recortes en una estructura ya mermada.

Así queda reflejado en las cuentas del grupo Todoentradas, cabecera de Stubhub Internacional y que controla desde España filiales en todos los mercados internacionales no sólo en Europa y Reino Unido, sino también en Latinoamérica, Corea o Japón. Estos últimos mercados se reducirán al mínimo. El nuevo dueño defiende que se está ejecutando “una fuerte reestructuración y priorización de mercados geográficos y de modelos de negocio para optimizar sus resultados futuros”. En octubre arrancó la negociación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por causas técnicas, productivas y organizativas para recortar una plantilla que ya ha sido seriamente afectada en los dos últimos años. Sólo en 2020 se recortó a menos de la mitad el equipo hasta las 148 personas. Con este despido colectivo habrá más salidas.

El año 2020 ha sido muy duro para el negocio de Stubhub Internacional. La cifra de ingresos correspondientes a la gestión de las entradas en su plataforma -más allá de las refacturaciones a las diferentes filiales- se ha hundido desde los 33,5 millones a los 4,6 millones. La razón hay que encontrarla, lógicamente, en el frenazo de los eventos presenciales, en especial durante los seis primeros meses del ejercicio. Desde la compañía esperan que en 2022, sin precisar más, se vuelva a niveles habituales de ventas de la mano de la celebración de eventos a niveles pre-pandemia.

Un negocio muy controvertido

El de la reventa de entradas es una actividad que ha vivido una auténtica sacudida en los últimos años, con numerosos países tratando de regularla y estrechar el cerco sobre las compañías que operan en ella. Sin ir más lejos, el pasado mes de noviembre, la antigua Ticketbis (Stubhub Internacional) fue acusada, según desveló The Guardian, de no cumplir con una nueva normativa impulsada por la autoridad de la competencia del país (CMA por sus siglas en inglés), que les obligaba no sólo a advertir de que los ‘tickets’ vendidos en su plataforma podrían ser falsos, sino a señalar claramente a los revendedores profesionales en la plataforma.

Ante estas dudas, el grupo con sede en España avisa de que ha introducido cambios para tratar de protegerse. En concreto, según apunta en su memoria anual que acaba de ser publicada, se han firmado acuerdos directamente con los propietarios de los derechos de los eventos. Además ellos mismos se han constituido como promotores directos de algunas de las iniciativas. De esta forma, defiende que se reduce la exposición al riesgo por el cambio en las reglas del juego que se pueda dar en un futuro en los principales mercados europeos, incluido el español. En este país aún no se ha regulado a través de una normativa o disposición concreta.

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