Crisis por la pandemia

Beabloo, la primera apuesta de Softbank en España, va a concurso de acreedores

La startup catalana de marketing digital arranca el proceso judicial mientras se sondea a diferentes fondos especializados en reestructuraciones para una potencial venta 'in extremis'.

Oficinas de Beabloo.
Oficinas de Beabloo.

Fue la primera startup española que obtuvo la confianza de Softbank hace más de un lustro. Beabloo recibió el respaldo del gigante japonés para su plataforma de marketing digital para cadenas de distribución en una ronda de 10 millones de euros. Ahora, seis años después, la compañía afronta un concurso de acreedores ante las dificultades para rentabilizar su modelo de negocio tras el estallido de la pandemia global del coronavirus. Se han llevado a cabo algunos contactos con varios fondos especializados en reestructuraciones ante una potencial venta 'in extremis'.

El Juzgado de lo Mercantil número 8 de Barcelona emitió un auto el pasado 15 de diciembre, al que ha tenido acceso La Información, por el que declaraba formalmente el concurso ordinario de acreedores de la compañía con sede en la Ciudad Condal. Las empresas o trabajadores que tuvieran deudas con la tecnológica tenían hasta mediados de este mes para comunicar sus créditos pendientes al administrador concursal. Para esta tarea ha sido elegido Guillermo Prada Luengo, del bufete PradaGayoso

Ya en los últimos días, según explican fuentes conocedoras, ha habido algunos contactos con fondos para sondear una potencial venta de la unidad de negocio, sin que aún se haya comunicado su resolución. A finales de 2019, antes de que estallara la pandemia, tenía una deuda con entidades de crédito de casi 8 millones. La compañía ha declinado hacer declaraciones sobre el concurso y la situación actual de las cuentas.

Beabloo irrumpió en el mercado a finales de la década anterior, en el año 2008. La puso en marcha Jaume Portell, responsable de tecnología de la hoy cotizada eDreams. Se creó un servicio de suscripción para pequeños comerciantes para aportar contenido a las pantallas en el punto de venta y analítica con sensorización. Después de una primera etapa decidieron centrarse en la gran empresa. En el año 2015, recibieron el respaldo de Softbank antes de que éste creara el ya archiconocido Vision Fund para invertir en startups -con el que ha entrado en compañías como Jobandtalent-. 

En 2015 Softbank apostó por Beabloo para potenciar su negocio: buscaban mejoras tecnológicas y una mayor expansión internacional. 

En aquel momento recibió 10 millones de euros de Tsubasa Corporation, filial del gigante asiático, junto al proveedor de soluciones Baozun y un inversor privado chino (Huan Wei), tal y como queda reflejado en sus cuentas. Desde esa fecha se cerraron otras dos rondas relativamente pequeñas, con las que el accionariado acabó liderado por Tammy Beaulieu, business angel radicada en Barcelona e impulsora de iniciativas como Decelera, con más de un 40%. Jaume Portell contaba con en torno al 13% de los títulos. Gracias al apoyo de Softbank, Beabloo llegó a Japón, China, Indonesia e India.

En su momento, Portell afirmaba que esta inversión validaba su visión de combinar el marketing digital con el análisis de datos y que les permitiría ganar solvencia financiera para generar proyectos de mayor escala. Y así fue en los años siguientes. En 2017 alcanzó niveles de facturación de 5 millones de euros, un 50% más que el año anterior (en la suma de todos sus mercados). Pero el auge terminó poco antes de la llegada de la Covid, porque al año siguiente ya alcanzaron pérdidas que superaban los 4 millones y en 2019 los 264.880 euros. Incluso, fue en las mismas cuentas anuales de 2019 (últimas del Registro Mercantil), donde ya indicaban que "la existencia de una incertidumbre material puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la Sociedad para continuar como empresa en funcionamiento".

Otros movimientos de la empresa

En 2016 la compañía se hizo con el 100% de Metriplica, la consultora para empresas que tiene como objetivo ayudar a tomar mejores decisiones a través de diferentes mediciones de data, para llegar a ser la gran solución del 'retail intelligence'. Para esta operación puso un total de 2 millones de euros sobre la mesa, y de este dinero 500.000 euros se dieron en efectivo y otros 500.000 en efectivo mediante una ampliación de capital de 931 participaciones. Dos años más tarde, la fusión se hizo efectiva. ¿Su objetivo final? Multiplicar facturación y alcanzar un volumen de 20 millones de euros en ventas para 2022

Ya en 2020 siguieron con su estrategia para frenar el golpe que les había generado la pandemia y los resultados de los años anteriores y lanzaron su última apuesta ‘Interaction Care’. Esta es una solución para combatir la propagación del coronavirus en espacios físicos, que a través de su tecnología mide las interacciones humanas. Según estudios de la startup, este producto ayuda a reducir las interacciones de riesgo desde un 97% hasta un 99%. A pesar de que la solución llegó a más de 18 países, incluidos algunos de Estados Unidos y Latam, no consiguió que la compañía se salvara de su situación actual.

Con casi 14 años de funcionamiento la startup de Jaume Portell consiguió clientes como el grupo Inditex de Amancio Ortega, Mango, Desigual, Asics, Cepsa, Iberostar, Shell o Repsol. Hoy suman más de 400 clientes en total, tienen oficinas en Barcelona (su sede central), Madrid y Valencia, y en el extranjero tiene sede física en el Reino Unido, China, Turquía y en países del Medio Oriente, según los datos publicados por la empresa. Aseguran contar con una plantilla de más de 80 empleados. 

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