La guerra del taxi-VTC

Cabify busca alternativas para mantener operaciones en Barcelona tras el decreto

La compañía alerta de que las restricciones de la nueva norma "dificultan gravemente" el desarrollo del sector y pone en peligro unas inversiones estimadas en más de 150 millones de euros.

Cabify busca alternativas en Barcelona.
Cabify busca alternativas en Barcelona.
L.I.

Cabify busca mantenerse en Barcelona pese a las duras restricciones impuestas por la Generalitat. La compañía tecnológica española asegura que estudia la fórmula jurídica y operativa para continuar su actividad en la Ciudad Condal. Lo hace pese a alertar de que las restricciones "dificultan gravemente" el desarrollo del sector, poniendo en peligro unas inversiones estimadas en más de 150 millones de euros del grupo dirigido por Juan de Antonio y sus proveedores.

No lo va a tener nada sencillo. Las condiciones que impone el decreto suponen "una barrera prácticamente insalvable", según admite la empresa, que pone de ejemplo la escasez de vehículos en el mercado que cumplan con unas medidas "completamente arbitrarias" estipuladas en una longitud mínima de 4,90 metros. "Es un requisito injustificado y exclusivamente diseñado para acabar con un sector", apuntan. En 2021, menos del 1% de los vehículos vendidos en España en 2021 cumplen.

La compañía dirigida por De Antonio ya regresó tras el decreto del año 2019 a la capital catalana. Lo hizo con un 'truco' legal con el que esquivaba esa normativa. Creaba, a través de su sociedad Prestige and Limousine (con una flota de cientos de vehículos), un contrato de un año, por lo que interpretan que el servicio se alarga durante esos doce meses. Eso hacía que no se tuviera que cumplir en cada viaje los 15 minutos de precontratación.

La patronal del sector ha apuntado a una potencial denuncia al Govern por el decreto. Algunos de los sindicatos relevantes han movido ficha a favor de la VTC. La UGT criticó la pasada semana el nuevo decreto, que debería entrar en vigor el próximo mes de octubre. Insistió en que es una normativa "restrictiva" y pidió que se mantuvieran "los puestos de trabajo y la convivencia" entre taxistas y estas plataformas. Bolt y Uber han guardado silencio oficialmente.

La Generalitat anunció la aprobación del decreto ley después de un acuerdo con el PSC y de descartar la petición de una prórroga en el llamado 'decreto Ábalos' que ponía fecha de caducidad a las licencias VTC: octubre de este año. Ese decreto no sólo imponía restricciones a los vehículos. La principal medida tiene que ver con el número de licencias. En la práctica se recortan de manera muy relevante los permisos operativos.

El taxi celebra

El sector del taxi catalán ha celebrado la aprobación de este decreto ley. El portavoz de Élite Taxi, Tito Álvarez, asegura que el texto es "un hijo del taxi y una obra de arte". "Blinda como mínimo para cuatro años al sector del taxi y pone orden", defendió hace algo más de una semana tras la 'luz verde' definitiva del documento.

Hay que tener en cuenta que Barcelona es uno de los mercados más destacados para la VTC en el territorio español. Hasta hace tan sólo unas semanas, Cabify era la única plataforma que operaba. Sin embargo, Bolt anunció su entrada hace algo menos de un mes, mientras que Uber hizo lo propio apenas unos días antes.

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