Tras la ronda en Circ

El Ibex 35 sube la apuesta por las startup con Inditex como el último protagonista

A los veteranos Telefónica, Santander, BBVA o Caixa se suma Repsol con un nuevo fondo o el grupo textil con la primera inversión. La relación se intensifica, pero con inversión limitada y sin grandes adquisiciones.

Marta Ortega, Inditex
Marta Ortega, presidenta de Inditex.
M. Dylan / CONTACTO vía Europa Press

La startup fue durante mucho tiempo un terreno prácticamente ‘virgen’ para la gran corporación española. Muy pocos grupos tenían una estrategia definida y casi ninguno había mantenido una inversión continuada en estos activos. En los últimos años esto ha empezado a cambiar. La reciente entrada de Inditex, la compañía cotizada más valorada de España, con la inversión en una compañía de reciclaje de ropa en una ronda de unos 30 millones de euros, ha sido el último aldabonazo junto con nuevos fondos como el lanzado por Repsol. Eso sí, por ahora, las adquisiciones de estas empresas emergentes siguen siendo aún muy limitadas.

La justificación que daba el pasado mes de julio el consejero delegado de Inditex, Óscar García Maceiras, a la entrada como socio minoritario de la estadounidense Circ es el resumen de lo que puede aportar el sector de las startups a una gran corporación: “Va a facilitar a esta empresa que su proceso pueda ganar escala industrial y que todo el sector pueda ganar escala industrial; aspiramos a seguir identificando proyectos e iniciativas que nos puedan ayudar al desarrollo de la estrategia de sostenibilidad”. La realidad es que al dueño de marcas como Zara o Stradivarius le ha costado entrar y era el único del ‘top 10’ del Ibex que no lo había hecho hasta ahora.

Desde la compañía fundada por Amancio Ortega y presidida por Marta Ortega abren la puerta a más inversiones, pero sin precisar si será con un vehículo especial o de manera directa a través del holding. En el Ibex 35 hay una gran variedad de fórmulas. Los hay que crean fondos de capital riesgo propios o brazos inversores específicos. Aquí uno de los grandes veteranos es Caixa con Capital Risc, que arrancó en los primeros años de los 2000. También los bancos BBVA y Santander construyeron en 2013 y 2014 sus propios vehículos a los que posteriormente les dieron algo más de independencia y que suman más de 500 millones de euros de potencia de fuego. Eso sí, en este último caso el respaldo a compañías españolas es mínimo y apuestan por proyectos fintech internacionales.

Repsol acaba de subir su apuesta recientemente en su estrategia de inversión. En 2016 lanzó Corporate Venturing, con el que planeaba invertir 85 millones de euros hasta el año 2020 para respaldar a este tipo de compañías vinculadas a la movilidad o la economía circular. Pero el pasado mes de julio puso sobre la mesa junto a la gestora Suma Capital un fondo bajo el nombre Net Zero Tech Ventures, para desembolsar 150 millones de euros principalmente en Europa y Norteamérica. De estos, el grupo dirigido por Josu Jon Imaz aportará 50 millones. El resto se cubrirá con nuevos inversores. Este movimiento le obliga a reorganizar el otro vehículo original que pasa a denominarse Deep Tech y mantiene 50 millones aún sin invertir.

Otros fondos propios de los grandes del Ibex también tienen cierta trayectoria. Es el caso de Perseo, el brazo de capital riesgo de Iberdrola lanzado en el año 2008 con una dotación de 70 millones de euros (que se amplió hasta 150 millones) y que tiene como principal activo en su portfolio el 10% del fabricante de cargadores eléctricos Wallbox, que hoy vale 150 millones de euros dada su capitalización en la bolsa estadounidense. Amadeus montó en el año 2014 Ventures, su fondo de ‘venture capital’ con el que, por ejemplo, participó como socio inicial de Cabify -de la que salió hace años-. Hoy tiene cerca de una decena de participadas.

Indra es de las pocas que han sacado la chequera en los últimos años para incorporar a varias decenas de startups y compañías tecnológicas

Luego hay compañías con iniciativas mixtas. Telefónica es el ejemplo más claro. Tras varias remodelaciones, la operadora cuenta con Ventures, con el que invierte en una decena de fondos de inversión como accionista (lo que se conoce por las siglas en inglés LP), con Leadwind -gestionado por K Fund y dotado con hasta 250 millones de euros, de los que 70 millones serán aportados por la teleco- como su último movimiento relevante. También apuesta de manera directa en trece startups, entre las que está Devo, el unicornio de ciberseguridad de origen español. A esto hay que sumar la aceleradora Wayra, que también invierte pero en fases muy iniciales. Algo similar le sucede a Redeia (antigua Red Eléctrica) que a través de Elewit invierte en gestoras como Adara o Cardumen y en compañías como el fabricante español del hyperloop Zeleros.

La figura de la fundación también ha sido elegida por compañías del selectivo español para invertir. Sucedió con la Fundación José Manuel Entrecanales (Acciona) que arrancó un primer fondo en el año 2012. Posteriormente se levantaron dos fondos con una gestora independiente, aunque con Entrecanales como uno de los inversores ancla. Cellnex también hace sus primeros ‘pinitos’ en el sector con su fundación, donde ha llevado a cabo programas de aceleración muy limitados. Eso sí, la gestora de infraestructuras de telecomunicaciones completó este año su primera inversión en Sateliot, la startup que desarrolla constelaciones de satélites para ofrecer conexiones 5G en zonas rurales.

Pocas compras

Las adquisiciones de este tipo de compañías, mucho más habituales en ecosistemas más maduros, siguen siendo una excepción entre la élite empresarial española. Indra es una de las que más operaciones ejecuta, con el objetivo de cubrir áreas nuevas o reforzar otras ya existentes. Sólo en el año 2021 gastó 41 millones en incorporar a siete empresas tecnológicas. En otras compañías se han suscrito operaciones, como la ‘toma de control’ de Banco Santander en la fintech Ebury; la de Repsol en Klikin o las pactadas por Telefónica.

Fondos de inversión directos, respaldo a gestoras independientes, aceleradoras, fundaciones, incubadoras, programas de innovación abierta… El Ibex 35 se acerca poco a poco a las startups, pero con una inversión limitada y sin grandes adquisiciones. El paso de Inditex es una prueba más. Pero aún queda mucho por recorrer para igualarse a otros mercados más maduros, donde la gran corporación entiende la innovación como una relación mucho más cercana a estas compañías.

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