Atomización del accionariado

Glovo engorda su capital con un aluvión de socios que intercambian 'papelitos'

La reciente adquisición de la española Lola Market suma 37 nuevos minoritarios. El accionariado está conformado por cientos de accionistas, tras seis años de rondas y ventas en el mercado secundario.

El consejero delegado y fundador de Glovo, Oscar Pierre
El consejero delegado y cofundador de Glovo, Oscar Pierre
GLOVO - Archivo

Glovo ha levantado más de 1.000 millones de euros en capital desde el año 2015 de decenas de inversores y ‘business angels’. Ha ejecutado casi una decena de compras de compañías, en muchas de ellas abonando parte del precio con sus propias acciones. El cóctel que sale de todo ello es un accionariado densamente poblado que se ha engordado una vez más con otra hornada de nuevos socios tras las últimas transacciones anunciadas el pasado mes de septiembre. Más allá del gigante alemán Delivery Hero, que ostenta el 43% de las participaciones en circulación (sin contar el plan de stock options para cúpula y plantilla), está muy atomizado.

Los dos últimos ejemplos de esas compras pagadas con acciones son Lola Market y Mercadao, dos firmas especializadas en entregas rápidas de compras de supermercado. La primera es española y es el resultado de la fusión de la compañía con el mismo nombre y Comprea, otro de sus rivales. La adquisición ha sido pagada con una mezcla entre acciones y dinero en efectivo a una valoración de más de 40 millones de euros -una parte significativa ligada a objetivos financieros-. Con esta transacción ya se han sumado 37 nuevos accionistas minoritarios a Glovo, entre los que se encuentran Plug and Play o Startupxplore. A esto hay que sumar el homólogo portugués Mercadao, que también había sido respaldada por varios fondos.

Estas no han sido las únicas compras que se han hecho con participación de acciones. También se ha hecho con la eslovena Ehrana, también competidor del sector de la última milla, o PizzaPortal, que estaba en manos del que fuera su accionista Amrest, dueño de La Tagliatella. Esto, según explican diversas fuentes conocedoras, ha engordado más esta estructura en los últimos años. Además se suma un factor más que también ha sido relevante relacionado con las compraventas que se han producido en el mercado secundario.

En todas las rondas importantes que ha ejecutado Glovo en los últimos años se ha llevado a cabo un ofrecimiento al resto de accionistas existentes de una ventana de liquidez para vender sus acciones a los inversores que lideran esa ampliación. Sin embargo, según precisan las mismas fuentes, lo que ha ido sucediendo en las últimas operaciones es que lo reservado para estas transacciones de títulos ya emitidos se han completado a prorrata. Es decir, al haber más número de accionistas que querían salir se ha repartido el dinero destinado en proporción a su porcentaje.

Es por esa organización de los secundarios que hoy por hoy hay un buen número de ‘business angels’ y fondos pequeños que cuentan con participaciones de menos del 0,1% de la compañía. Por ejemplo, el brazo de capital riesgo para startups de Banco Sabadell entró en las primeras fases de Glovo. Después de las diferentes ventas mantenía a cierre del pasado año una posición de apenas el 0,027% de la empresa, según refleja en su informe anual. A la valoración que se hizo pública de la última ronda de financiación, este paquete de títulos apenas representaba unos 600.000 euros. No es, según precisan algunos de esos accionistas minoritarios, el único caso.

Esto no es habitual en una startup con fondos de capital riesgo y ‘private equity’ relativamente grandes. Lo que se suele ejecutar en startups en fases más avanzadas es una ‘limpieza’ del accionariado, impulsada por los nuevos accionistas que inyectan el dinero fresco, con el objetivo de tratar de ‘ordenar’ y dar salida a business angels y primeros partícipes. En el caso de Glovo, según apuntan varias fuentes, son varios cientos, entre los individuales y los que están sindicados a través de alguna plataforma de ‘crowdfunding’ que entraron en las primeras rondas de financiación. No es nada fácil de manejar para una compañía no cotizada y del tamaño de Glovo. En el equipo cuentan con varias personas específicamente dedicadas a relación con inversores.

Esa atomización también se ha ido trasladando a los fondos más grandes, más allá de Delivery Hero. El hecho de que la cotizada alemana fuera ganando terreno, tanto en las ampliaciones como en los secundarios, se debe que han recurrido a una diversidad de fondos en las diferentes fases, sin acompañamientos significativos. Esto ha acarreado que a cierre de 2020, según queda reflejado en la memoria anual del Registro Mercantil, ningún otro socio supere la barrera del 10%. Uno de los ejemplos de este fenómeno es Lakestar. El fondo de capital riesgo europeo lideró la ronda de abril de 2019 de 150 millones de euros. Sin embargo, a cierre de 2020, el vehículo luxemburgués con el que ejecutó esa operación apenas controlaba ya el 2,98% del total de los títulos en circulación. En ese grupo se encuentra el fondo español Seaya Ventures, Rakuten Capital, Mubadala Capital, Idinvest o Drake Capital (propietario de Papa John's).

Una de las consecuencias de esa atomización y la incorporación de pequeños accionistas al accionariado por estas compras de compañías es la necesidad de regular la sindicación. Esto es lo que llevó, tal y como avanzó hace un año  La Información, a firmar un pacto entre ese ‘núcleo duro’ de accionistas para tratar de frenar las compras en secundario de Delivery Hero, con las que siguió ganando tamaño. Lo hicieron ante el temor de que acabara tomando una posición de control de más del 50%. Esta medida no ha frenado el interés de algunos fondos oportunistas y de ‘private equity’ que han contactado de manera informal con algunos socios minoritarios para tratar de construirse una cartera de títulos de la española.

Con esta estructura de capital y después de haber levantado 450 millones de euros en la última ronda de financiación, el equipo gestor y ese ‘núcleo duro’ mira a la bolsa como una opción en los dos próximos años. Sin embargo, Delivery Hero como accionista mayoritario ha demostrado su intención de ir ganando posiciones para tener el control de la empresa. El ‘tira y afloja’ soterrado sigue vivo. Queda por ver si esa batalla permite que se produzca la supuesta OPV.

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