Kibo, Seaya... Los fondos españoles que buscan oro en las startups extranjeras

Ya no es ninguna novedad que el ecosistema inversor está en su punto más alto. La liquidez que existe en el mercado es tal que 2021 se convirtió en el año récord de inversión en España con más de 4.000 millones de euros. Este dinero fue inyectado por inversores tanto nacionales como extranjeros. Estos últimos cada día ponen más el foco en las compañías nacionales tanto para inyectar dinero en ‘megarrondas’ como la de Jobandtalent, o también para adquirirlas como ha sido el caso de Holded. Pero así como ellos miran a España, las gestoras españolas también tratan de buscar minas de oro en el extranjero. Han participado en rondas que suman más de 600 millones.

Esta tendencia se ha notado en los últimos movimientos del año y se entiende como una manera en la que los fondos buscan una mayor rentabilidad. Seaya Ventures, la gestora liderada por Beatriz González y quien ha potenciado a startups como Glovo o Wallbox, apostó por la empresa francesa Resilience, una ‘healthtech’, en una ronda de 45 millones de dólares (40 millones de euros). Esta compañía no ha sido su único blanco internacional: en diciembre invirtieron en Receeve, una startup de SaaS que aumentó su capital inicial a 11,8 millones de euros gracias a Seaya y la americana 14W.

Mundi Ventures, dirigido por Javier Santiso, ha realizado dos operaciones clave: movió sus fichas dentro del unicornio francés Shift Technology en una ampliación de capital de 220 millones de dólares (192 millones de euros) junto a Advent International y otras gestoras. Y también entró en Bolttech, otro unicornio de seguros a través de Alma Mundi Insurtech, junto a otras gestoras que pusieron sobre la mesa 247 millones de dólares (215 millones de euros). Dentro de su historia, ya han seleccionado startups de Estados Unidos como Returnly o Rubicon MD.

Las gestoras de capital riesgo españolas han participado en rondas de empresas internacionales que suman más de 600 millones de euros.

El sector de salud (healthtech) es uno de los más destacados por los inversores especialmente después de la pandemia del coronavirus. La gestora española, Ysios Capital colideró una ampliación de capital junto a Forbion Growth de 77 millones de euros en la holandesa Northsea Therapeutics. Dentro de su portafolio tienen a españolas como AELIX Therapeutics o Inbiomotion; sin embargo, la gran mayoría son de Estados Unidos, países bajos o Francia.

Kibo Ventures, impulsado por Aquilino Peña, ha cerrado dos fondos (Kibo Ventures Fund III y Kibo Ventures Opportunity Fund I) de un total de 155 millones de euros para invertir en startups europeas que tengan gran potencial de crecimiento. Aunque esto incluye un grueso de inversión española, parte de este dinero se destinará a otros países del continente. Además, a inicios de enero de este año lideró una ronda de inversión de 13 millones de euros para la proptech alemana Evernest, una plataforma tecnológica para agentes inmobiliarios, junto al fondo americano Prudence y Bonsai Partners.

A finales del año pasado, 4Founders Capital cerró su segundo fondo de 50 millones para invertir en compañías tecnológicas y dentro de su portafolio ya se encuentran algunas empresas del Reino Unido como Kantox, o de México como GoTrendier. La gestora Nauta Capital terminó el año pasado con su quinto fondo por un valor total de 190 millones de euros donde ya ha invertido en la compañía de Estocolmo, Nhost (3 millones de euros), la londinense Gophr (4,7 millones) o en la alemana Insureq (5 millones). Pero esta tendencia por mirar hacia al lado no solo ha sido de los fondos, sino que también de inversores particulares que han puesto el foco en las extranjeras. Por ejemplo, Rodrigo Martínez, creador de Helloworld VC y antiguo inversor en Point Nine Capital, ha formado parte de la ronda en fase semilla de 3,25 millones de euros de la startup irlandesa de resúmenes, Clearword.

En 2020, según cifras entregadas por la patronal Inverco, los fondos españoles invirtieron cuatro de cada 10 euros en productos de fuera de España. Muchos de estos fondos también están participados por entidades públicas de otros países, lo que en ciertas ocasiones, puede generar una mayor predisposición en los directivos por invertir fuera. Esto además ha generado que las startups españolas deban combatir con el aluvión de rondas de sus rivales europeos. Los mismos fondos luchan también por entrar en diversos proyectos que puedan generarles una rentabilidad y crecimiento en el extranjero.