De la industria a las startups

Kinnevik: el centenario inversor sueco que 'pescó' dos unicornios españoles

El histórico 'family office', nacido a mediados del siglo XIX en la Suecia industrial, se consolida como socio relevante de Jobandtalent y Travelperk tras una primera fase en pioneros como Rocket Internet o Zalando.

Travelperk protagoniza una nueva inyección de capital.
Travelperk protagoniza una nueva inyección de capital.
L.I.

Cuando en el año 2018, Kinnevik entró en el accionariado de la plataforma española de viajes de empresa Travelperk era un completo desconocido para la escena emprendedora. Era su primera gran inversión en este país, pese a acumular dos décadas de inversiones en el internet europeo. Hoy, casi cuatro años después, esa startup a la que respaldó se acaba de convertir en el nuevo unicornio del ecosistema español. Y es el segundo que tiene en su portfolio, después de que apostara por Jobandtalent en la última ‘megarronda’ de financiación. La historia de esta gestora de inversiones se remonta a mediados del siglo XX en la Suecia industrial.

El origen hay que encontrarlo en el año 1936, cuando en España estallaba la Guerra Civil. Hugo Stenbeck es un abogado prestigioso sueco. Se alía con el conde y diplomático Wilhem Klingspor y el terrateniente y político conservador Robert von Horn. Los tres crean Investment AB Kinnevik, una sociedad de inversión que trata de respaldar a la industria del país. Tenía acciones en compañías agrícolas locales y fue comprando otras como el fabricante de chocolate Suchard o el fabricante del sector de la automoción Robert Bosch. Ante el arranque de la telefonía móvil, se adelantaron a su tiempo. Crearon el proveedor móvil Comvik, alternativo al monopolio sueco Telia. Era el origen de Tele2 que, con la liberalización de las telecos en el país, se convirtió en un operador relevante. También se internaron en el sector de los medios y la televisión. Engordaron su patrimonio con todas estas inversiones e hicieron una fortuna con dividendos y las plusvalías en las ventas.

Cuando Hugo Stenbeck murió en 2002 arrancó una nueva era en la sociedad familiar. En aquel ejercicio ingresaron casi 600 millones de euros. Su sucesora, su hija, Cristina Stenbeck, fue la encargada de reorganizar el accionariado y girar la vista a internet. Había estallado la burbuja puntocom. Pero su apuesta se orientó hacia allí. En 2009 hizo un movimiento clave: compraba el 25% de Rocket Internet, la controvertida ‘fábrica’ de startups alemana (lo que se conoce en el argot como ‘venture builder’) que se había especializado en llevar a cabo copias de compañías estadounidenses para el mercado europeo. De ese holding salió también Zalando, tienda online de ropa de la que se convertiría también en accionista relevante. Fue el inicio de su apuesta por las compañías emergentes.

El gigante sueco, Kinnevik ya suma dos 'unicornios' españoles en su cartera de participadad: Travelperk (13%) y Jobandtalent (5%). 

Ese arranque no fue bien visto por una parte de la industria, que miraba con recelo a la alemana Rocket Internet, fundada por los hermanos Samwer. Había quien entendía que el grupo había pasado de ser pioneros en la inversión en las telecomunicaciones o los medios y respaldar a compañías innovadoras a hacerlo para este tipo de conglomerado. Poco a poco fue reduciendo su posición y soltando amarras con su antiguo socio después de un estreno en bolsa para olvidar en 2017 -hoy no tiene ningún título-. Fue respaldando otras empresas de internet como la rusa Avito o algunas vinculadas a la salud digital. Se centraron en comprar empresas no cotizadas. Y fue ahí cuando miró a Barcelona.

A mediados de 2018 entró en Travelperk, la plataforma de gestión de viajes de empresa con sede en la Ciudad Condal. “Travelperk encaja con nuestra tesis de inversión de usar la tecnología para ofrecer a los clientes una opción mejor”, aseguraba el director de Inversiones tras su irrupción. Se hizo con un 13% de la empresa, según queda reflejado en sus cuentas, liderando la ronda de 38 millones de euros en la empresa. En las diferentes rondas fue manteniendo posiciones liderándolas o coliderándolas.

En total ha puesto sobre la mesa 453 millones de de coronas suecas, que al cambio son unos 44 millones de euros. Este porcentaje lo valoraba en 78 millones de euros a cierre del tercer trimestre de este año, por lo que el ‘precio’ del 100% era de casi 560 millones. “Refleja la fuerte adquisición de nuevos clientes de la empresa y su potencial en un mercado normalizado donde startups de software como ésta van a resurgir”, aseguraba a sus inversores. Esa cifra se ha duplicado en esta extensión de la última ronda de financiación que se anunció este miércoles.

Los unicornios españoles y la inversión extanjera

Travelperk es el segundo de los unicornios 'cazados'. El primer fue Jobandtalent. Kinnevik tuvo una participación clave en la última 'megarronda': lideró la inversión que estaba compuesta por capital nuevo y dinero destinado a la compraventa de acciones entre socios ya existentes. El ‘family office’, que en aquel momento estaba valorado en casi 9.000 millones de euros, se convirtió en uno de los principales accionistas de la empresa de Juan Urdiales y Felipe Navío tras poner sobre la mesa 115 millones de dólares (100 millones de euros) a cambio de un 5% de participación. En esta ampliación también participaron antiguos accionistas: Softbank con Vision Fund 2; Endeavor Catalyst, que también es accionista de Cabify; Alma Mundi; la gestora de los creadores de Skype Atomico y la española Kibo Ventures. "Queremos apoyar la innovación en el mercado laboral moderno a través de su plataforma de mano de obra como servicio", apuntaban desde el holding inversor sueco.

Estas dos compañías se suman a la lista de unicornios españoles, que ha ido en aumento con el paso de los años. Uno de los primeros en obtener este título fue la compañía de movilidad y conductores, Cabify. En 2018 tras recibir una inyección del gigante japonés Rakuten alcanzó una valoración de 1.400 millones de dólares -esta no se ha movido formalmente pues no ha habido rondas de financiación-. Glovo siguió sus pasos y llegó a los 1.000 millones de valoración tras captar 150 millones más en una de sus rondas de inversión. Hoy, la startup de entrega de comida a domicilio ha sido vendida al gigante alemán Delivery Hero. Lo mismo ocurrió más tarde con Idealista (más de 1.000 millones de dólares), Devo (1.500 millones de dólares), eDreams o Wallbox (1.260 millones de dólares), que finalmente pasó a ser la primera startup cotizada en Nueva York tras su fusión con la SPAC Kensington Capital.

Hace ya algunos años que España se ha convertido en el foco principal de los inversores tanto nacionales como extranjeros. Incluso Madrid o Barcelona son considerados como uno de los ‘hubs’ tecnológicos más relevantes de Europa. El año pasado en el sector de las startups la inversión alcanzó los 4.000 millones de euros donde un 90% de este monto fue de inversión internacional según indicó la fundadora y CEO del South Summit, María Benjumea a este medio. El último informe 'Impacto de las scaleups de la economía de España' presentado por Scaleup Spain Network, el programa creado por la Fundación Bankinter, Endeavor y Wayra (el hub de innovación de Telefónica), asegura que en los inicios de las startups los fondos son principalmente nacionales; sin embargo, al escalar de nivel en su valoración, son los fondos internacionales quienes se ‘apoderan’ de estas inyecciones. Al respecto, el director del programa de startups de la Fundación Innovación Bankinter, Javier Megías, ha comentado que este 2022 prevén que se mantenga el auge en el ecosistema de las startups, en parte, por el foco de los fondos internacionales, como es el caso de Kinneviken las startups españolas.

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