Los recortes en las plantillas de las grandes startups tecnológicas en España se aceleran. La amenaza de un 'invierno largo' y la necesidad de acercar la rentabilidad ante el cambio de sentimiento entre los inversores son dos de los factores clave. Al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Typeform ahora se suman otras dos firmas relevantes del ecosistema español. El unicornio de ciberseguridad nacido en España Devo ejecuta despidos para reducir su plantilla global un 15%, lo que supone casi un centenar de empleados, mientras que el 'personal shopper' online Lookiero reducirá el equipo un 10%.
Devo había levantado en junio un total de 100 millones de dólares (94 millones de euros al cambio de esa fecha) de capital en una ronda de financiación que elevó su valoración hasta casi los 1.900 millones. Es uno de los grandes unicornios con ADN español. Su crecimiento ha sido exponencial durante los últimos años. Pero el nuevo contexto económico es el factor determinante para tomar la "difícil" decisión, que se comunicó a los afectados la pasada semana.
Fuentes oficiales de la empresa aseguran a La Información que tratan de adaptarse "a la nueva realidad del mercado y garantizar que el volumen y la escala de las operaciones sean sostenibles y cumplan con los objetivos a largo plazo". El fin último es alargar al máximo la caja reduciendo las pérdidas en un entorno en el que los inversores valoran más la sostenibilidad de las cuentas de resultados frente al agresivo crecimiento del negocio que se ha mantenido en los últimos años, especialmente tras el estallido de la pandemia global del coronavirus.
Fuentes internas señalaban que los despidos rozaban el centenar, lo que supone un 15%. Desde la compañía confirman sólo el porcentaje de afección. Según queda reflejado en la red social profesional Linkedin, la compañía cuenta con más de 600 trabajadores tanto entre la sede en Madrid como en Estados Unidos, donde se encuentra buena parte del equipo ejecutivo. En esa cifra están incluidas las cifras de la empresa Kognos, que adquirió el pasado mes de abril y que supuso la incorporación de menos de una decena de empleados. Hace ahora un año, según sus propias cifras, la plantilla la poblaban algo más de 400 personas. Según confirman fuentes internas, la comunicación ha sido por correo electrónico.
En el accionariado de la empresa se encuentran algunos de los inversores más prestigiosos de Silicon Valley. El único fondo español que tiene títulos de la startup es Kibo Ventures, que entró en las fases más iniciales en el año 2017. A estos se unieron algunos fondos como Insight Partners, Bessemer Venture Partners, General Atlantic, TCV y Eurazeo. Todos ellos son gigantes del sector del capital riesgo internacional.
Devo es uno de los unicornios españoles y ha levantado casi 500 millones de dólares en capital de algunos de los grandes fondos de capital riesgo de Silicon Valley
Hasta la fecha, según las cifras hechas públicas, han levantado casi 500 millones de dólares en seis grandes ampliaciones. Su modelo de negocio se basa en la distribución de su software a través de una suscripción en función de la profundidad de los servicios. En 2021, la empresa doblaba sus ingresos con más de 1.000 grandes empresas como clientes de sus soluciones de ciberseguridad y gestión de datos. Las cifras son una incógnita, pues la compañía tiene está constituida en Delaware (EEUU) y tiene su sede corporativa en Cambridge (Massachusetts), como muchas startups respaldadas por fondos de capital riesgo internacionales. No presenta cuentas españolas. Lo que resulta claro es que sus cifras aún reflejan pérdidas intensas por su estrategia de expansión.
Lookiero, un 10%
No es el único despido colectivo que se ha vivido en el sector tecnológico en la última semana. El 'personal shopper' online Lookiero, nacido en el País Vasco, también ha comunicado la salida del 10% de la plantilla que hoy tiene más de 400 trabajadores, según explican fuentes conocedoras del movimiento. El crecimiento de la empresa ha sido muy relevante en los dos años, pero intenta, al igual que el resto de startups que sacan la tijera, reducir las pérdidas para evitar la dependencia hacia la inversión externa.
Lookiero cerró el año 2021 con unos ingresos de 54 millones de euros, frente a los 35 millones del ejercicio anterior, procedentes de la venta de ropa recomendada. Son las cifras consolidadas tanto de España, como de las filiales de Reino Unido, Italia y Alemania. La plantilla se situaba en los 350 empleados. En junio de 2021 se aprobó una ronda de financiación de 25,5 millones de euros (con la emisión de 324.000 acciones). El accionariado se reparte entre el fundador, Oier Urrutia (14%), y los fondos externos.
Estos dos movimientos suceden al que se comunicó también la pasada semana en el seno de Typeform, que despidió a cerca del 30% de los empleados ubicados fuera de España, que representaban el 12% del total de una plantilla con más de 450 empleados. Para el equipo local ha iniciado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará lógicamente a más del 10% del total. Los grandes unicornios y compañías que han sido ampliamente financiadas con capital riesgo tratan de meterse en los 'cuarteles de invierno' para reducir gastos.
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