Una de las operaciones 'post-pandemia'

Los exsocios de Deporvillage logran 23 millones de variable tras la venta

La cifra es ligeramente superior a lo reservado por JD Sports y algo más de la mitad del tope fijado. Esto coloca el precio final por el 80% en 123 millones. El otro 20% está en manos de los dos cofundadores.

Deporvillage dispara sus ventas un 100% en 2016, hasta los 22 millones
Deporvillage fue vendida a JD Sports en 2021.
EUROPA PRESS

Punto y final a la venta de la plataforma española de venta de artículos de deporte Deporvillage. Los antiguos accionistas de la compañía con sede en Barcelona acaban de recibir el último pago vinculado a la transacción y que se basaba en el rendimiento de la empresa durante el último ejercicio. Este bonus variable asciende a unos 23 millones de euros, lo que supone algo más de la mitad del tope máximo que se había fijado en un principio. Es algo más de lo reservado por el grupo británico en sus cuentas anuales presentadas en el verano.

Los llamados ‘earn out’ son habituales en las adquisiciones de compañías, especialmente si son de rápido crecimiento. El comprador no se arriesga con una valoración excesivamente alta y, además, incentiva a hacer mejores números a la adquirida ya bajo su paraguas. Es lo que pasó con Deporvillage. JD Sports, cotizada británica valorada en más de 7.500 millones de euros, comprometió un techo de 140 millones en junio de 2021. De esa cifra, en torno a 100 millones fueron abonados en el momento de la firma, es decir, en junio de 2021. El resto era el variable. Éste último pago se basaba en el rendimiento de resultado bruto (Ebitda) aportado por la tienda española, que había logrado cifras récords tras el estallido de la pandemia.

Cumplido el año, ambas partes se sentaron a la mesa. Había que establecer qué era el Ebitda y si se habían o no superado los niveles establecidos. Según explican fuentes conocedoras, se llegó al acuerdo de que se había alcanzado el mínimo y por tanto correspondían en torno a 23 de los casi 40 millones de euros. Es algo más de lo reservado inicialmente. Esto se reparte no sólo entre los dos cofundadores, que contaban con un 35% de los títulos antes de la venta, sino también entre los principales accionistas que incluyen a los fondos españoles Cabiedes & Partners, Samaipata y All Iron Ventures, el grupo mediático español Mediaset, que entró con lo que se conoce como ‘media for equity’ (acciones a cambio de espacios publicitarios), y algunos business angels muy reconocidos como François Derbaix y David Tomás.

Todos los grandes nombres del sector del comercio electrónico han tenido que lidiar en los últimos trimestres con comparativas un tanto injustas debido a los récords registrados durante el periodo más duro de la pandemia, con las compras por internet muy al alza. En el caso de Deporvillage, según explica su nuevo dueño en el informe anual, logró unos ingresos de 67,8 millones de libras (más de 78 millones de euros al cambio actual) durante los seis meses y medio siguientes a la firma de la operación. No se ha hecho público el Ebitda conseguido.

La operación de la plataforma de artículos de deporte figura en el 'Top 10' de compraventa de staartups llevadas a cabo tras la pandemia

Con esos casi 125 millones de euros por el 80% de las acciones (es decir, más de 156 millones como valoración implícita), la de Deporvillage está en el ‘top 10’ de compras de startups españolas que se firmaron después del estallido de la pandemia global del coronavirus. Con el ‘earn out’ cobrado ahora se va a quedar en la misma posición, por debajo de los más de 160 millones de euros que pagó el gigante industrial ABB por el fabricante de robots Asti Robotics y de lo abonado por el sofware de gestión empresarial Holded, aunque por encima de los casi 100 millones que desembolsó la financiera de Renault para hacerse con la plataforma de alquiler de coches Bipi o los 99 millones de Educaedu.

Se cumple, por tanto, un año desde que JD Sports sacara la chequera tras un proceso en el que la startup española llegó a valorar también la venta a un fondo de ‘private equity’. Tal y como apunta el grupo británico, la firma española ha brindado una “experiencia adicional” tanto e el desarrollo de una infraesstructura digital internacional como en el conocimiento de las categorías clave con el ciclismo, el ‘running’ y todos los deportes exteriores. La marca se ha mantenido independiente y el equipo directivo se ha quedado prácticamente invariable.

Los dos cofundadores son Xavier Pladellorens y Ángel Corcuera, que lo crearon en 2010 en Manresa para un año después convertirse en uno de los ganadores del campus de la aceleradora SeedRocket. En diez años consolidaron uno de los proyectos más relevantes del comercio electrónico español. Ellos cuentan con un compromiso de permanencia de, al menos, dos años. Aún atesoran el 20% de las acciones. Para ese desembolso que se ejecutaría en el año 2023 se ha reservado en torno a 13 millones de euros.

La otra gran startup de venta online de productos vinculados al deporte es TradeInn y, al menos por ahora, se mantiene independiente. Cofundada por David Martín y Dídac Lee, cuenta en el accionariado con un inversor de referencia desde hace años: Suma Capital. La gestora controla cerca de un 30% de los títulos. El resto se lo reparten, principalmente, los creadores. Justo tras la pandemia se estudió la entrada de un socio minoritario -un fondo de private equity- como paso previo a una potencial salida a bolsa. Finalmente no se hizo pública ninguna transacción.

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