Caída de más del 20%

Los socios minoritarios de Glovo buscan un escudo ante la caída de Delivery Hero

Algunos accionistas estudian la contratación de productos financieros como derivados para poder liquidar su posición y hacer líquidas las acciones de la alemana tras los inciertos plazos de cierre.

Rider Glovo
Un rider de Glovo.
Europa Press

Aún quedan muchas semanas por delante hasta que se cierre definitivamente la venta de Glovo a Delivery Hero. Y para que la espera no se convierta en un quebradero de cabeza, varios de los socios minoritarios de Glovo trabajan para construirse un escudo, con productos financieros como los derivados, con el que protegerse ante la caída de la capitalización del gigante alemán, que se sitúa en el entorno del 20%. En la negociación con los dueños del 40% de los títulos, entre los que se encontraban Drake (Papa John´s) o el fondo español Seaya Ventures, aceptaron que no hubiera un suelo que impidiera un canje inferior en caso de reducción de la cotización del comprador.

Pese a la batalla accionarial soterrada de los dos últimos años, que estalló a finales de 2020 con el pacto de sindicación impulsado por la cúpula liderada por el consejero delegado, Óscar Pierre, la valoración a la que se cerró la operación ha sido muy similar a la de la última ronda liderada por la propia Delivery Hero que se firmó el pasado mes de marzo. Según documentación a la que ha accedido La Información de accionistas minoritarios, la valoración fue de casi 2.300 millones de euros. Ocho meses después, justo a unas horas de Año Nuevo, se firmó la venta que valoraba en ese momento el 100% de la compañía en 2.600 millones, incluida la deuda y algunos otros aspectos.

Se firmó sin una gran revalorización en el valor de la startup, pese a su crecimiento, y sin lo que se conoce como 'collar agreement'. Es decir, en muchas de las transacciones en las que la contraprestación se abona en acciones y no en efectivo se introduce una cláusula por la que se crea un 'suelo' y un 'techo' en el precio de los títulos del comprador. Esto permite esquivar las fluctuaciones en bolsa mientras se cierra definitivamente después de lograr todas las autorizaciones regulatorias. Según explican hasta tres fuentes del sector, no resulta inhabitual que esta fórmula no se incluya en acuerdos de compra dentro de un mismo sector y se justifica en que si la adquiriente cae, también lo haría la adquirida. Sin embargo, en este caso la compañía dirigida por Pierre no es cotizada y, además, lo lógico sería que su valor creciera y no viceversa.

Esta ausencia de topes ha sido aceptada por los vendedores en la creencia de que la compañía subirá su cotización. Sin embargo, no ha hecho más que bajar, como está sucediendo con otros gigantes del sector como Just Eat Takeaway o la propia Deliveroo. Esto ha hecho saltar las alarmas y está llevando a los accionistas minoritarios a mover ficha, buscando asesoramiento jurídico para poner en marcha un escudo en base a derivados financieros, que cubran, al menos, parte de las potenciales pérdidas a cambio de una prima. Luchan a contrarreloj para tratar de cubrirse de alguna manera, para evitar una pérdida significativa o, al menos, reducir la incertidumbre. Pero no lo tienen sencillo.

Tal y como reconocen dos fuentes conocedoras, no resulta especialmente sencillo que ahora una entidad financiera acepte un producto de este tipo, tres semanas después de la firma del acuerdo y, sobre todo, con este historial de bajadas en la cotización en las tres casi tres primeras semanas desde la firma y con un plazo de cierre que en la práctica es aún incierto (estos acuerdos son habituales en caso de que tengan un horizonte relativamente fijo de salida). Esto implicaría costes financieros relevantes para unos accionistas que, en no pocos casos, habían suscrito el pacto de sindicación impulsado por la cúpula directiva que ha dado luz verde al acuerdo.

Estos accionistas pequeños, con menos del 2% de los títulos, tampoco tienen mucha más alternativa, pues quedarse como socios 'descolgados' de Glovo convertida en una filial de Delivery Hero (que no prevé aportar dividendos a corto o medio plazo) "no tiene ningún sentido", apunta una de las fuentes. Son varios cientos de socios los que están pendientes, pues el accionariado de la compañía se ha ido nutriendo durante los últimos años por la estrategia de compras de compañías con pagos en acciones y por permitir ventas parciales (y no totales) de los títulos en el mercado secundario a Delivery Hero y otros.

Entre los socios que suscribirán este pacto se sitúa la 'fábrica' de startups ('venture builder' en el argot) Antai, liderado por Gerard Olivé y Miguel Vicente. Esta entidad se convirtió en cofundadora de Glovo, después de que en el año 2015 fusionaran la compañía que ellos estaban impulsando, Just Bell. Lograrán una rentabilidad relevante en la transacción, que se suma a la que han logrado en otras transacciones en el pasado como las de Wallapop, que nació en su seno impulsada por ambos y por Agustín Gómez.

Seaya, un 3%

El nuevo dueño de la startup ya conquistó a prácticamente todos los inversores institucionales en el acuerdo anunciado el día 31 de diciembre. Pactaron no sólo Seaya Ventures (y su socio, el franco-chino Cathay Innovation), Drake o Mubadala, sino prácticamente todos los grandes fondos que aún se encontraban en el accionariado. Hay que tener en cuenta que el fondo liderado por Beatriz González contaba con en torno al 3% de las acciones de la startup tras la dilución con las diferentes rondas y sus ventas parciales de títulos. El dueño de la cadena Papa John´s no supera el 10%, tal y como quedaba reflejado en las cuentas anuales de la matriz de Glovo presentadas en el Registro Mercantil. El resto está por debajo también de ese porcentaje. Entre las gestoras de capital riesgo que tenían presencia están algunos como Rakuten Capital, Lakestar, Korelya (también accionista de Wallapop), Endeavor Catalyst o Mubadala.

Seaya Ventures es el principal inversor español, aunque con un 3%. Glovo era la gran apuesta de su segundo fondo de inversión, en el que también convivían con otras empresas como Wallbox. Después de haber hecho líquidas algunas de las acciones en el pasado por algo más de 5 millones de euros, valoraban tras la ronda de marzo su 3% en algo más de 70 millones de euros (lo que deja una valoración total de la compañía de 2.300 millones). Esto supone que en el caso de que pueda mantener el precio de canje más o menos controlado, con esta inversión en Glovo devolvería algo menos del 80% de todo el vehículo, con el que levantó 100 millones de euros. Ahí queda el fabricante de cargadores y otras inversiones que aún están vivas como Spotahome, Clicars o Clarity.

Mientras todo esto sucede, Glovo está ya cerrando algunas de las operaciones de compras en Europa y África que ya se habían firmado y que estaban pendientes. Tal y como advirtieron a los analistas en la presentación de la pasada semana, se habían rubricado un total de tres. Este miércoles se anunció la adquisición del 100% de Socialfood, una plataforma de reparto de comida a domicilio fundada en el año 2013 en Palermo y que cuenta con más de 300 restaurantes asociados. El objetivo es expandir el negocio en el mercado italiano y consolidar su presencia en el sur del país.

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