Mantendrá la marca

Más compras de startups españolas: el gigante Stamps se hace con Packlink

Auctane, filial del pionero estadounidense del software para gestionar envíos que fue adquirido por 5.800 millones por el capital riesgo, adquiere la startup en una de las operaciones de un año récord en España.

Los dos cofundadores de Packlink.
Los dos cofundadores de Packlink.
L.I.

Una nueva compra millonaria de una startup española en la recta final de este año récord. La compañía estadounidense Auctane, filial del gigante Stamps (recientemente adquirido por el capital riesgo por 6.600 millones de dólares), ha sacado la chequera para hacerse con la española Packlink, que desarrolla una plataforma para la gestión de los envíos para las empresas. La adquisición llega después de meses de negociaciones y de un intento por levantar una ronda de financiación muy significativa por parte de la compañía dirigida y fundada por Ben Askew-Renaut y Javier Bravo

El objetivo de la transacción, cuyos términos no se han hecho públicos pero se trataría de una operación destacada de este año en el ecosistema español, es mantener la marca y el equipo de manera independiente. Prueba de esos meses de negociación es que se solicitó, por ejemplo, la autorización a la Autoridad de la Competencia de Austria -donde Packlink opera- el pasado mes de agosto.

La compañía había levantado casi 30 millones de euros en diferentes rondas de financiación, a lo que hay que sumar también alguna operación de deuda financiera, según el reporte de Crunchbase. El accionariado estaba liderado por Active Venture Partners, un fondo que tuvo sede en Barcelona y que hoy está en fase de desinversión. Éste controlaba más del 26% de las acciones. El fondo de Silicon Valley Accel Partners, socio inicial de grandes compañías de internet en Estados Unidos y también accionista de startups españolas como Carto, controlaba el 19,8% de los títulos, mientras que Eight Road Ventures -respaldado por el gigante Fidelity-  tenía casi 13%.

El comprador es Auctane, la división vinculada al comercio electrónico del gigante Stamps.com y uno de los principales competidores en este segmento en todo el mundo. Este grupo, con sede en California, construye todo el software para la gestión de envíos de correo y paquetería. Recientemente, el fondo de capital riesgo Thoma Bravo sacó la chequera y se hizo con el 100% de las acciones -la empresa era cotizada en Estados Unidos- por 6.600 millones de dólares. Fundada en 1996, la compañía fue pionera en el desarrollo de este segmento.

No se han hecho públicos los términos de la operación, que hoy se comunica a todos los ‘partners’ comerciales de Packlink. Accel Partners participa con su 19,8% a través de uno de los fondos gestionados desde Luxemburgo. Éste, según sus cuentas anuales presentadas en el país, valoraba todas las acciones que tenía en su poder en algo más de 7 millones de euros. Se desconoce si ahí se encuentra otro activo aparte de la española. Esto es lo invertido a coste. Tal y como reconoce en la memoria, durante el año 2020 el valor de su inversión en la startup ahora vendida se incrementó “después de que el consejo de administración decidiera revertir el ajuste de valoración (impairment) registrado en 2019”.

Packlink se fundó en el año 2012 por Ben Askew-Renaut y Javier Bravo. Primero nació como un comprador de precios de logística, después de que el primero sufriera algunos problemas como autónomo para hacer envíos de paquetes. Cuatro años después inició una reconversión para convertirse en una plataforma de software para que las pymes pudieran gestionar todos sus envíos. Ellos hacían la labor de intermediario, lo que permitía unificar toda la oferta en un mismo software. El alto volumen de operaciones permite reducir significativamente el precio, debido a la mayor capacidad de negociación. En los últimos años se ha ido asociando con gigantes como Ebay, Amazon o Alibaba, para integrarse en sus sistemas, o con la plataforma de gestión de tiendas online Shopify.

La startup española vivió el año pasado todo un ‘boom’ en el negocio. El ejercicio lo cerró superando los 136 millones de euros de facturación bruta -ellos hacen toda la venta y luego cobran la comisión-. Esto supone un crecimiento del 140%. Lo ha hecho alcanzando un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 1,4 millones de euros. Arroja unas pérdidas netas muy pequeñas, que suponen una reducción prácticamente total respecto al año anterior. “El grupo ha tenido fuertes crecimientos en todos los países en los que está presente; el aun del comercio electrónico ha sido un acelerador importante a partir del segundo trimestre favorecido en parte por la pandemia y los confinamientos generalizados en Europa”, apunta la empresa en su memoria, donde tenía una previsión general de seguir creciendo a dos dígitos porcentuales.

Esta compra se sitúa entre las más grandes de las que han tenido lugar este año en el ecosistema de startups. En la primera parte del año se llevaron a cabo algunas como Deporvillage (comprada por el dueño de la cadena JD Sports) o Holded (adquirida por la cotizada noruega Visma). Entre estas dos sumaron más de 300 millones. En la segunda parte tuvieron lugar otras como la de Asti Robotics, la burgalesa dedicada a la robótica, adquirida por el gigante ABB por 160 millones.

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