Más de 600 millones en 2022

Las startups levantan más megarrondas con la sombra del ajuste de valoraciones

Tras un 2021 récord en inversión en el ecosistema y un 2022 que continúa con la tendencia al alza, existe cierto temor por una posible corrección de las valoraciones de las compañías en el sector.

Equipo de Paack PAACK 11/1/2022
Equipo de la startup Paack
Elena Merce

El final del año 2021 no fue un espejismo. Las startups españolas han arrancado el nuevo ejercicio con hasta tres megarrondas de financiación y con los fondos de inversión estadounidenses a pleno rendimiento, tras el regreso de Goldman Sachs y de Softbank a la primera línea. Todo esto se produce en un momento especialmente delicado en el que se señala a un potencial ajuste de valoraciones en este año 2022, similar al que se está viviendo en el mercado cotizado tecnológico. El sector no espera un frenazo de la inversión, pero sí una menor inflación de precios.

Las tres principales transacciones que se han cerrado en lo que va de año han sido negociadas principalmente en el segundo semestre del pasado ejercicio, donde el frenesí entre los inversores fue más que palpable. Aunque se firmaran este año, los 500 millones de euros de desembolso en capital captados por la hispano-estadounidense Fever, la plataforma de viajes de empresa Travelperk y la compañía de paquetería Paack proceden de conversaciones previas. Incluso, en el caso de la segunda de ellas, supone una extensión de la ronda que ya se firmó en la primera parte de 2021. El perfil sigue siendo muy similar al del pasado más reciente: transacciones lideradas por fondos internacionales con potencia de fuego ingente.

Travelperk, por ejemplo, recaudó 100 millones de euros adicionales a los 140 millones que consiguió en abril. De esta forma cerraron una serie D por 242 millones. Aunque la inversión fue liderada por General Catalyst, el fondo nórdico Kinnevik, su actual inversor, puso 22 millones de los 100 captados y blindaron un 15% más de la startup que alcanzó la valoración de más de 1.000 millones de dólares. Otra de las grandes operaciones fue la de Fever que levantó 200 millones de euros, donde su principal inversor fue Goldman Sachs y Atresmedia. Estos últimos se quedan con un 10% de la compañía. Por último, el gigante japonés Softbank inyectó 200 millones en Paack para reforzar su posición en el mercado. Además, participaron socios actuales como Unbound, Kibo Ventures, Iñaki Berenguer, entre otros.

Ante la abundancia de capital y la mayor competencia entre los fondos, los precios a los que se adquieren las acciones nuevas en las ampliaciones son muy superiores a los de hace varios años.

Este año tres de las ‘megarrondas’ que se han realizado se han llevado gran parte del capital que se ha captado. Según el Observatorio de la Fundación Innovación Bankinter, hasta el momento se han sumado más de 630 millones de euros. De este monto, 500 millones se lo llevan las tres compañías anteriores. Otro que se ha sumado a la lista de inversión este 2022 ha sido la ronda que ha adelantado La Información de Capchase por 48 millones de euros. Le sigue la tecnológica Submer que recibió 30 millones de Planet First Partners que se une a sus accionistas junto a Mundi Ventures. Así, MyInverstor, ClimateTrade o Payflow también se unen a las startups que han sumado cifras relevantes para el sector durante los primeros meses del presente año.

La gran duda es si, realmente, esta tendencia creciente se va a mantener en el tiempo. Desde la patronal del capital riesgo están convencidos de que esto ha venido para quedarse y habrá más inversión. El grifo no se secará de repente. Una de las razones hay que encontrarla en todos los fondos de capital riesgo que se están levantando no sólo en España: los 150 millones de euros de Kibo Ventures; los 165 millones de Seaya Ventures; los 190 millones de Nauta Capital, o los 107 millones de Samaipata. El ritmo es incluso más rápido en el mercado internacional, con Tiger Global, una de las gestoras más activas del mundo, levantando 11.000 millones de dólares con su nuevo vehículo y otros movimientos similares. A esto hay que sumar el dinero público con el que se regará, tanto en España (con la nueva edición del Fondico y el fondo de fondos Next Tech) como en Europa.

Lo que todos señalan como una potencial ‘víctima’ es la valoración de las compañías. Ante la abundancia de capital y la mayor competencia entre los fondos, los precios a los que se adquieren las acciones nuevas en las ampliaciones son muy superiores a los de hace varios años. “Los inversores están cogiendo más riesgo, adelantando cosas que van a pasar en el futuro; hay compañías que están duplicando y triplicando ingresos, lo que hace que muchos fondos estén anticipando valoraciones futuras”, aseguraba el presidente de la patronal, Aquilino Peña. Estas ‘cotizaciones’ privadas es lo que está en riesgo. En España aún no se ha vivido un ajuste significativo porque no existen casos de múltiplos estratosféricos como sí se están firmando en otros mercados más grandes.

“Donde ha habido una inflación importante de precios es en los segmentos más ‘beneficiados’ por la pandemia y en compañías de software”, asegura un inversor especializado en rondas en fases iniciales. Y esos precios más elevados podrían verse recortados de manera significativa. Ya se han conocido casos como el desvelado por el medio especializado estadounidense The Information, que hablaba de rondas en las que Tiger Global, el más agresivo del sector, y otros fondos están recortando sus ofertas a la baja en mitad de algunas negociaciones.

Las voces dentro del sector que señalan a un potencial ajuste también se han ido intensificando en las últimas semanas. El socio general de Google Ventures, MG Siegler, apuntaba hace un par de semanas que lo que está sucediendo es un desinflado del globo de valoraciones. “Los mercados privados (donde se sitúan las startups) siguen en su mayoría inflados; pero eso es sólo cuestión de tiempo”, aseguraba, después de insistir en que no prevé un estallido (como llevan augurando otras voces en los últimos años) sino una corrección. Esa sobrevaloración también fue señalada por Rajeev Misra, consejero delegado de Softbank Vision Fund, el brazo inversor del gigante nipón que ha inundado de dinero el sector en los últimos años. “Una vez los fundadores dijeron: ‘Nuestra empresa vale 20.000 millones de dólares, envíe una oferta formal y decidiremos de quién tomamos el dinero’. Eso se ha terminado”, defendió.

Ese ajuste, como ha ocurrido en otros casos, se ha notado en las empresas cotizadas. Y de manera mucho más pronunciada en las compañías más beneficiadas por la pandemia global del coronavirus. Por ello ha habido recortes muy fuertes en las cotizaciones de empresas de comida a domicilio o de compañías de fitness en casa (con el caso más claro de Peloton). Pero también se está extendiendo al resto. Los múltiplos en empresas que venden suscripciones de software (conocido como SaaS por sus siglas en inglés), especialmente apetecibles en el pasado, se han ido reduciendo en los últimos tiempos. El propio Misra apuntaba a que estas firmas estadounidenses han reducido los múltiplos de unas 20 veces los ingresos previstos a los siguientes 12 meses a unas 12 veces.

¿Se trasladará ese ajuste de valoración a las empresas no cotizadas? El tiempo lo dirá. Lo que resulta evidente es que muchos inversores importantes han estado utilizando, como es lógico, las valoraciones de compañías cotizadas en segmentos similares a startups privadas. Y hay un caso evidente y muy cercano: el del gigante sueco Kinnevik. Es accionista de dos de los unicornios españoles: Jobandtalent y Travelperk. Ambos fijaron sus valoraciones en línea con otros rivales como son Upwork y Fiverr, en el primero, o Booking y Twilio, en el segundo. En esos cuatro casos, sólo Booking se salva de una sangría con caídas por encima del 20% en lo que va de año.

En todo esto hay que tener en cuenta la diferencia importante de las valoraciones de startups europeas (y más aún españolas) frente a las estadounidenses. Un estudio elaborado por la firma de análisis especializada Crunchbase señala que los ‘precios’ medios en rondas iniciales (que se conoce como ‘Series A’ en el argot del sector) se sitúan en el Viejo Continente cerca de los 15 millones de dólares, mientras que en territorio norteamericano se acercan a los 25 millones. Es curioso que se cambian los papeles en fases más avanzadas (Series C), cuando esa ‘cotización’ fijada por los fondos en Europa está cerca de los 120 millones, mientras que en EEUU apenas supera los 80 millones.

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