'Surfea' la crisis

Wallbox aprieta el acelerador en su fábrica de Texas tras la alianza con Uber

La compañía ha presentado los resultados del último trimestre y ha conseguido unos ingresos de 28,2 millones. Para los próximos meses buscará acelerar la transición de su planta de Arlington en EEUU. 

Wallbox bolsa
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EFE

Buen comienzo de año para la startup Wallbox. En pleno año de crisis, tanto por la invasión de Rusia a Ucrania como por la inflación y crisis de suministros, la compañía catalana de sistemas de carga para coches eléctricos ha generado ingresos de 28,3 millones de euros en el primer trimestre. Ahora a nivel de objetivos la compañía buscará lanzar nuevos productos de carga rápida y poner toda su energía en su planta ubicada en Texas (Estados Unidos). Su foco principal está en esta fábrica porque pretende que toda la red de suministros esté terminada lo antes posible para dar servicio a la alta demanda que tienen en el mercado americano. 

“Lo vemos como una oportunidad de resiliencia por la crisis de los suministros”, comenta Enric Asunción, CEO de Wallbox. Su ‘blanco’ está en Norteamérica donde cubren México, Estados Unidos y Canadá, y luego el negocio europeo se aborda con la fábrica recién inaugurada en Barcelona. De acuerdo a las cifras entregadas en la presentación de resultados del primer trimestre del año, la empresa ha vuelto a anunciar una ampliación de su acuerdo estratégico con Uber para poder abarcar tanto Estados Unidos como Canadá. Además de aliarse con la empresa creada por Garrett Camp y Travis Kalanick, ha conseguido acuerdos con Napa Auto Parts, Polaris, City Electric, Best Buy Canada. 

Durante los primeros tres meses del año la empresa vendió aproximadamente 51.000 cargadores a nivel global. Actualmente está presente en más de 100 mercados y ha puesto toda su energía en potenciar su estrategia de expansión. Para ello ha realizado diversos acuerdos que los ha llevado a sumar clientes o territorios. Por ejemplo el año pasado, tras su gran debut en el parqué estadounidense, cerró su alianza con Uber para fomentar la transición hacia el vehículo eléctrico con un programa piloto en San Francisco. Tras su éxito, ambos grupos decidieron ampliar su acuerdo a todo el territorio estadounidense. Paso a paso están planeando su llegada conjunta a Europa.

Situación actual y accionistas

Su acuerdo con Iberdrola ha sido uno de los más destacados de su carrera. En septiembre del año pasado la compañía dirigida por Ignacio Galán realizó una orden para comprar más de 1.000 unidades de cargadores ‘Supernova’ por 112 millones de euros, y luego sumaron otros 6.500. En 2019 el brazo inversor de Iberdrola, Perseo, apostó por Wallbox. Con el paso de los años consiguió sumar hasta un 10,3% de las acciones, convirtiéndose en el socio de referencia de la startup. La energética ha sido el gran ancla de Wallbox y Asunción blindó al jefe del brazo de capital riesgo de la energética, Diego Díaz Pilas, bajo la condición de que tenga más de un 3% del capital social.

Después de la salida a bolsa de la compañía, sus accionistas firmaron lo que se conoce como ‘lock up’, un periodo de tiempo en el que está prohibido acudir al mercado para vender, aunque sea parcialmente, sus porcentajes de la empresa. Esta etapa tenía un tope de 180 días desde el inicio de la cotización, y a finales de marzo se cumplió el plazo para todos. El director de tecnología de Wallbox, Jordi Lainz, ha comentado que actualmente sus accionistas no tienen ningún tipo de restricción para realizar operaciones de ventas o pero que la mayoría de los que han apostado por ellos “han comentado su voluntad de permanencia al menos en el medio plazo”, zanja.

Entre sus accionistas clave están el fondo español capitaneado por Beatríz González, Seaya Ventures. Según ha podido constatar La Información, la gestora cuenta con más de un 8% de las acciones de la compañía después de poner sobre la mesa 9,5 millones de euros en diferentes ampliaciones. Cathay Innovation era dueño de un 6,3% de la empresa según su último reporte; Black Label con un 5,7% y AM Gestió con poder sobre un 5,2%. Pero eso no es todo. También inversores particulares como Francisco Riberas con un 1,7%, o Carlos Torres, presidente de BBVA quien tiene un 0,23%.

El unicornio de origen español espera alcanzar un ebitda positivo en 2024 y cashflow (flujo de caja) positivo en 2025

La falta de suministros y la escasez de chips ha puesto en jaque a diversos jugadores del sector. Su estrategia para surfear esta crisis ha estado en dos puntos clave: reducir el coste de diseño de sus productos para conseguir un mejor impacto, y mantener una relación estratégica con los fabricantes de componentes y microchips. El director ejecutivo de Wallbox ha insistido en que este plan ha servido para que no tengan que buscar alternativas paralelas y a precios más altos. “Gracias a esto también conseguimos tener un margen bruto de 41,1% y logramos hacer pedidos de grandes magnitudes”, indica.

Ahora la compañía espera cerrar este segundo trimestre con ingresos que se sitúen entre 35 y 38 millones de euros, y disminuir su margen bruto a un 40%. Pese a todos los inconvenientes que podría generar la situación geopolítica y la escasez de chips, la startup fundada por Enric Asunción y Eduard Castañeda mantiene sus previsiones para este año y espera conseguir ingresos de entre 175 millones y 205 millones de euros, lo que significa un crecimiento de hasta 190% respecto al año anterior. Así con estos resultados, sigue con su camino a la rentabilidad y espera alcanzar un ebitda positivo en 2024 y cashflow (flujo de caja) positivo en el año 2025.

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