Ajuste tech

Wallbox saca la tijera y ejecuta despidos para el 15% de su plantilla global

El fabricante de cargadores eléctricos busca ahorrar 50 millones de euros de gastos anualizados en 2023. Se suma a los despidos en otros unicornios tecnológicos españoles.

Wallbox despedirá al 15% de la plantilla.
Wallbox despedirá al 15% de la plantilla.
L.I.

Wallbox saca la tijera. Despedirá a cerca del 15% de su plantilla global, que hoy ronda los 1.400 empleados. El fabricante de cargadores eléctricos para vehículos asegura que con esta medida y otros ajustes reducirá unos 50 millones de euros los costes operativos anualizados. La compañía lo justifica en las interrupciones de la cadena de suministros y el parón en el sector del automóvil. El recorte laboral se suma a los que ya han hecho otros en el sector como Typeform o Devo.

La compañía con sede en Barcelona advirtió a sus inversores y analistas el pasado mes de noviembre que la facturación se iba a resentir y que no iban a poder cumplir las previsiones. El problema al que aludían era el mismo: las dificultades de la cadena de suministro y las menores entregas de coches a nivel mundial. Esperaban cerrar el año completo con entre 154 y 165 millones de euros (un 115% más).

Ahora, ahora anuncia un plan de ajuste. Por un lado va a impactar a la plantilla. En total, según ha reflejado en un hecho relevante publicado en la SEC estadounidense, la empresa cotizada en la bolsa americana insiste en que afectará a un 15% de la plantilla. A cierre de septiembre, según las cifras públicas, el equipo global de la empresa superaba las 1.200 personas en las diferentes oficinas en Europa, Asia y América. Hoy se sitúa en los 1.400.

Como ha sucedido en otras grandes compañías tecnológicas españolas (e internacionales), lo más probable es que haya que ejecutar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para su plantilla en España, con una negociación de los términos con el equipo. Es lo que ha hecho, por ejemplo, Tyepform, que lo ha culminado con más de medio centenar de salidas tras dos meses de conversaciones, o Lookiero.

Además llevarán a cabo otras medidas de ahorro corporativo, que junto con el ajuste laboral pretenden reducir costes anualizados en cerca de 50 millones de euros. En el cuarto trimestre del año, el fabricante añadió más de 70 millones en caja (con la ampliación de capital entre los socios principales de la empresa que sumó más de 40 millones de euros) y líneas de financiación para el 'working capital'.

Cambio de previsiones

Durante los tres meses del verano, la compañía disparó los ingresos hasta los 44,1 millones de euros, con un margen bruto de un 41% pero con unas pérdidas operativas de casi 30 millones de euros. A cierre del mes de septiembre, contar con efectivo y otros activos líquidos de 87 millones de euros y deuda a largo plazo de 36 millones.

Pese al fuerte crecimiento del volumen de negocio registrado durante el año, con nuevos anuncios de acuerdos con fabricantes de vehículos como Fisker o plataformas de transporte como Uber, los problemas con las entregas de unidades en la industria del motor llevó a la firma, cuyo máximo accionista externo es Iberdrola, a ajustar a la baja las previsiones para el año 2022 y a plantear un nuevo esquema de previsiones para 2023, en el que aún trabaja.

Más allá de las startups, que también están viviendo su particular ajuste de costes con despidos significativos en unicornios españoles como Typeform o Devo, el sector tecnológico en general ha tenido que sacar la tijera tras dos años de fuerte crecimiento 'post-pandemia'. La última en sumarse fue Microsoft, que confirmó este miércoles que despedirá a 10.000 empleados, algo menos del 5% de su plantilla. Hay que sumar los recortes en Amazon, Meta o Twitter.

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