Abanca tratará de recolocar externamente, bajo el denominado sistema de 'outplacement', al excedente de plantilla que se verá afectada por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha comenzado a negociar con la representación laboral para unos 150 empleados. La entidad al mando de Juan Carlos Escotet ha contratado los servicios de asesoramiento de recursos humanos de Lee Hecht Harrison (LHH), la empresa especializada en desarrollo de talento y gestión de carreras del Grupo Adecco, según fuentes cercanas al proceso consultadas por La Información.
La idea es poner en marcha un plan para que la gente que abandone la entidad gallega pero que quiera seguir trabajando encuentre un nuevo empleo en el periodo más corto posible, incluso dando herramientas para emprender o digitalizarse, ofreciendo apoyo psicológico inicial o asistir en la elaboración de currículum o preparación de entrevistas. Los sindicatos habitualmente tachan este compromiso de lavado de imagen, ya que este procedimiento de recolocación externa en realidad es obligatorio para cualquier compañía que presente un despido colectivo para más de 50 empleados.
LHH y otras agencias, como Randstad utilizada por BBVA o General Assembly (también del Grupo Adecco) y McKinsey empleadas por CaixaBank, son firmas que tienen una importante experiencia en procesos de reestructuración en el sector bancario. La mayoría logra unas tasas de recolocación muy altas, aunque el entorno actual difiere de épocas pretéritas debido a la situación en la que se encuentra el mercado laboral español tras la crisis del coronavirus.
Este tipo de iniciativas, con todo, son totalmente recomendables en estos tiempos en los que el sector bancario ha dejado de vivir su era 'dorada'. Las condiciones económicas han perdido el vigor de antaño, aunque por lo general siguen siendo atractivas. Aún así, las cifras de adhesiones a los últimos procesos de ajuste protagonizados este 2021 han permitido constatar la voluntad de un alto número de empleados de banca que quieren dejar sus puestos. Pese a que las solicitudes continúan concentrándose entre la plantilla de mayor edad, las procedentes del rango más joven han empezado a aumentar. Muchos quieren plantearse nuevos retos e incluso dedicarse a otra actividad profesional totalmente diferente.
Sagardoy Abogados arbitra también el ERE de Abanca, que este semana acaba de iniciar el periodo formal de negociación
Mientras tanto, el ERE de Abanca, que se consolida como el último de este 'annus horribilis' para el empleo bancario, todavía está en proceso de negociación. Las conversaciones formales entre sindicatos y la dirección de la empresa, que como en el resto de procesos están siendo arbitradas por el despacho Sagardoy Abagados, empezaron esta misma semana. A partir de ahora cuentan con 30 días para sellar un pacto. En el primer encuentro simplemente se constituyó la mesa negociadora para la tramitación de este ERE consecuencia de la incorporación tanto de la plantilla de Novo Banco como de la integración de Bankoa.
A diferencia de los ajustes de la competencia, el de Abanca tiene tintes de ser menos 'guerrillero'. En los encuentros informales ninguna de las partes suele dar su brazo a torcer y apenas sirven para elevar la crispación. Sin embargo, la entidad gallega ha logrado firmar prejubilaciones de mutuo acuerdo para unas 220 personas en esta fase inicial. Calculaba que le sobraban entre 350 y 370 empleados, por lo que las indemnizaciones que se acuerden durante las conversaciones formales serán de aplicación para los 150 trabajadores restantes.
Pero la otra cara de este bienvenido acuerdo de prejubilaciones para el 59,46% del excedente planteado inicialmente es que Abanca se guarda la capacidad de seguir desinflando su red por esta vía hasta 2024. En función de las necesidades de cada momento y sobre todo en caso de que el número de empleados mayores que decida inscribirse sea elevado, podrá aceptar solicitudes de prejubilación en las mismas condiciones de este acuerdo durante el próximo trienio.
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