La congelación temporal del rescate de Abengoa tiene más aristas políticas que la pelea entre el Gobierno central y el de la Junta de Andalucía como se había contado hasta ahora. Tras los movimientos del Gobierno de Juanma Moreno que llevaron a la paralización del plan de reestructuración inicialmente pactado, la salvación de la compañía se enquistó y es Moncloa quien, a través del ICO y CESCE, debe desbloquear la situación. En cambio, y según confirman a La Información fuentes conocedoras de las negociaciones para que la compañía sevillana sobreviva, en su bloqueo también ha hecho mella la división interna que reina en el PSOE y que tiene como foco principal Andalucía.
Cabe recordar que hace solo cuatro años se produjo toda una rebelión que protagonizó la secretaria general del partido en Andalucía, Susana Díaz, y que llevó a la dimisión en bloque de 17 miembros de la Ejecutiva Federal para forzar la salida del ahora presidente del Gobierno Pedro Sánchez. Desde entonces las cosas han cambiado mucho, pero en este 2021 la unidad del partido volverá a ponerse en juego, pues debe celebrarse un nuevo consejo federal y Ferraz tendrá que hacer frente a ciertas regiones como la que aloja a Abengoa, Andalucía.
Además, el PSOE andaluz tiene una fractura interna cada vez más destacada. Para muestra, la última reunión del comité federal que se celebró hace apenas unos días en la que esta federación clave del partido alumbró varias voces críticas Díaz. El pulso por el liderazgo del partido en la región está aún en desarrollo y los movimientos de los próximos meses -dentro y fuera del partido- son claves para decidir quién estará a la cabeza. También lo que pase con Abengoa.
Tampoco hay que olvidar que esta no es la primera reestructuración a la que se enfrenta la compañía que hasta hace unas semanas encabezaba Gonzalo Urquijo. Este conflicto también tiene como mar de fondo el hecho de que es Díaz la que ostenta la presidencia de los socialistas andaluces desde 2013, momento en que pasó a ocupar el Palacio de San Telmo, donde estuvo hasta 2019. Por tanto, era la propia Díaz la que estaba en el cabeza de mando de la Junta durante las últimas reestructuraciones que se hicieron en la compañía.
Susana Díaz presidía la Junta de Andalucía durante las dos últimas reestructuraciones de Abengoa
El actual plan de reestructuración para que la empresa sevillana salga adelante necesita del apoyo del Gobierno a través del los avales de ICO -para la financiación de 203 millones de euros que aportarán los bancos- y CESCE -300 millones para acometer nuevos proyectos-. Como contrapartida, y con el fin de poner en valor esta participación crucial para desbloquear la situación, fuentes de las negociaciones apuntan a que desde Moncloa estarían moviendo hilos para, una vez que se apruebe el plan, nombrar indirectamente a alguno de los consejeros de AbenewCo1, la sociedad que tiene el negocio. En ese escenario, mejor ir de la mano con los socialistas andaluces.
Sea como fuere, todas las partes de este conflicto abogan por conseguir una solución cuanto antes para este conflicto, pues como señalan fuentes del proceso de negociación, "cada día que pasa, la compañía está un poco más muerta". La banca y los acreedores apremian al Gobierno para que apoye de una vez por todas el Plan Vellocino y la compañía pueda volver a trabajar. Por su parte, los accionistas minoritarios de la quebrada matriz agrupados en Abengoa Shares piden una negociación para conseguir una mayor representación en el capital de la que será la empresa resultante de este proceso, AbenewCo1.
Mientras tanto, en el consejo de administración de la matriz continúan los consejeros díscolos Margarida Smith y Juan Pablo López-Bravo. Estos fueron nombrados por los minoritarios que entonces comandaba Marcos de Quinto tras la salida del equipo de Urquijo, pero al llegar al cargo decidieron continuar con el plan que el expresidente había propuesto y que los accionistas rechazaban. Desde entonces, la sindicatura de AbengoaShares trata de convocar una junta para destituirles -será a todas luces el próximo 4 de marzo- y nombrar a su propio equipo para capitanear el rescate de la mano de Clemente Fernández, expresidente de Amper.
Esta última semana, y pese a no comunicarlo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Smith y López-Bravo han formado un nuevo consejo de administración para la filial que tiene los activos que preside el propio exBarclays, tal y como han confirmado a este medio fuentes conocedoras. En cambio, Smith -cuñada de Marcos de Quinto- no se encontraría entre los nombres que forman este nuevo órgano de decisión y habría dado un paso a un lado. Mientras tanto, la compañía sigue sin presentar las cuentas de 2019 e hiberna esperando una decisión del Gobierno.
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