Santander ultima la aportación de los 20 millones que Andalucía negó a Abengoa

Un capítulo más en el culebrón Abengoa. Banco Santander ultima la aportación de los 20 millones de euros que la Junta de Andalucía prometió para el plan de reestructuración de la compañía sevillana y que nunca llegaron. La entidad que encabeza Ana Botín, uno de los principales acreedores de la empresa, habría torcido el brazo y habría decidido darle un nuevo balón de oxígeno que permita que se salve. Este hecho, además, le alejaría del cambio de sede a Valencia con el que Gonzalo Urquijo -ahora fuera de la matriz pero que sigue siendo presidente de la sociedad tenedora de los activos y, por tanto, del negocio- trataba de conseguir la aportación pública. 

De esta forma, y como adelantó La Información, la compañía cumpliría su objetivo de firmar el plan de salvación sin el dinero del Gobierno de Juanma Moreno. Botín habría recogido la pelota que estaba en su tejado y con la que, como gran acreedor de la compañía, no le quedaba más remedio que jugar. La entidad cántabra se había comprometido en el mes de agosto a aportar algo más de 110 millones de euros al plan de reestructuración de la compañía sevillana, cifra que se obtenía de la suma de los créditos para nueva liquidez y los avales para acometer proyectos.

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Esta cuantía era la más alta del conjunto de entidades financieras, entre las que también se encuentran otras como Bankia y BBVA. Pero la posición de la de José Antonio Álvarez era la más destacada debido al nivel de implicación que como principal negociador había tomado en los últimos meses. El plan acordado y que aún no se ha firmado incluye 203 millones de financiación con apoyo ICO y otros 300 millones de avales a través de Cesce, además de importantes quitas para los acreedores. 

Los 20 millones de euros que había prometido la Junta y que nunca llegaron han estado durante meses entorpeciendo la salvación de una compañía que da trabajo a miles de personas y que, de acuerdo con los propios bancos, es viable. Fuentes del sector financiero recordaban hace semanas que tras esta cantidad que la propia Junta de Andalucía ha calificado como "ínfima" y que lleva a considerar la participación del gobierno regional como "no decisiva" se esconde un importante conflicto político. 

Mientras que el Ejecutivo central -en manos de PSOE y Unidas Podemos- ha apoyado a través de los avales del ICO este proyecto, cuenta con un porcentaje importante de acciones de Abengoa -adquiridas en el rescate de 2017- y ha visto con buenos ojos la ayuda de la banca al entender que se trata de una compañía que opera en sectores regulados, el Gobierno andaluz, en manos de PP y Ciudadanos, se ha negado a aportar los 20 millones para los que dicen no tener instrumento jurídico.

Guerra entre los minoritarios

Todo ello se produce casi al mismo tiempo que ha estallado la guerra entre los minoritarios que se habían agrupado en AbengoaShares y que consiguieron destituir al consejo de administración de Abengoa en bloque. Este mismo jueves, las bases de esta plataforma votaron el acuerdo alcanzado a principios de semana entre sus representantes -encabezados por Marcos de Quinto e Ignacio Trillo Garrigues-, los acreedores y el propio equipo de Urquijo. Los resultados dejaron ver una división en dos bloques que se inclinaba por no respaldarlo y terminó siendo rechazado por un 55% de los votos. 

Los accionistas que no están de acuerdo con la propuesta solicitan que el acuerdo tenga una validez legal que les permita recuperar un porcentaje mínimo de lo invertido. En este sentido, piden una garantía de precio mínimo en la venta de Abenewco o un precio determinado en el canje de las obligaciones a los 3 a 5 años.