Tras la junta de marzo

Los minoritarios de Abengoa apelarán desde la filial al clavo ardiendo de SEPI

Con el concurso de acreedores de la matriz, la opción de la financiación con avales del ICO o la ayuda de CESCE han quedado descartadas. Los minoritarios esperan tomar el control la próxima semana.

Clemente Fernández
Clemente Fernández, futuro presidente de Abengoa. 
EFE

Los minoritarios de Abengoa agrupados en el colectivo AbengoaShares empiezan a dibujar la que será su estrategia una vez que lleguen al consejo de administración de la matriz, ahora en concurso de acreedores, tras la junta de accionistas del próximo día 4 de marzo. El primer paso del grupo que capitanea Clemente Fernández, de acuerdo con fuentes internas, será tomar el control de la filial que tiene el negocio, Abenewco1, y desde allí tratar de salvar la parte más valiosa de la compañía. Después de que los actuales administradores, Margarida Smith y Juan Pablo López-Bravo, solicitasen el concurso de acreedores voluntario, las opciones de solicitar financiación al ICO y CESCE han quedado descartadas, por lo que ya planean pedir la ayuda del fondo de rescate para empresas estratégicas que gestiona la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI)

Así lo confirma el propio Clemente Fernández, futuro presidente de la compañía y expresidente de Amper, que señala a través de un audio al que ha tenido acceso La Información que "el concurso no es el fin del mundo". "Al concursar la matriz lo único que hacen es entorpecer, entorpecer hasta el punto de que en estos momentos ese concurso de la matriz ya impide la vía ICO y la vía CESCE para Abenewco1", señala. La única opción, por tanto, de acuerdo con sus tesis, es la financiación a través del fondo que gestiona el Estado a través de la SEPI. 

La idea de concursar la matriz siempre ha estado en la mente de los minoritarios, pero no en un momento tan inicial. "Nuestra idea era, tras ganar el día 4, intentar por todos los medios cerrar algún tipo de financiación para la filial Abenewco1 y, una vez que hubiéramos logrado eso, concursar la matriz", admite Fernández ante sus accionistas. En cambio, la declaración de concurso de acreedores ha dado la vuelta a las ideas y ha acelerado los procesos, un giro que el futuro presidente de la empresa achaca a la "inexperiencia" de los actuales administradores. "Esto realmente no tiene mucha explicación. Lo que está haciendo esta gente yo ya no sé explicarlo, llevan un mes y pico haciendo cosas que no tienen ningún sentido", asegura.

"El único sentido que podía haber tenido era que presentaran la dimisión, que era lo que tenían que haber hecho, y no presentar un concurso de la matriz que no estaba para nada presionada", afirma ante los accionistas que se han sindicado. Abengoa SA no tenía obligación de entrar en concurso de acreedores hasta el próximo 14 de marzo, ya que la moratoria aprobada por el Gobierno al inicio de la pandemia permitía alargar los plazos hasta entonces. "Ahora mismo casi que dejan a la compañía abocada a pedir un rescate a SEPI", señala Fernández. 

El candidato a presidir Abengoa argumenta que esta opción se ha creado para ayudar a las empresas en problemas, por lo que pese a no tenerla prevista en un inicio, sí están valorando ahora ahora su uso. "De lo que se trata es de agotar todas las vías que tengamos. Si ya no hay ICOs, optaremos por otra vía", admite. En este sentido, otras fuentes del colectivo AbengoaShares señalan a este medio que el hecho de que se valore la entrada de este fondo en empresas con patologías pre-Covid, como es el caso de Duro Felguera, también abre la puerta a que ocurra lo mismo en el caso de Abengoa. 

El clavo ardiendo de SEPI

Pero la solicitud de Abengoa al fondo de rescate para empresas estratégicas que gestiona SEPI sería altamente complicada. Las normas que rigen este instrumento -entre otras, el Reglamento de la Comisión Europea 651/2014- exigen que accedan a este fondo empresas cuyos problemas financieros deriven del Covid, pero no sean anteriores. En este sentido, denomina empresas 'en crisis' a aquellas que, entre otras cosas, durante los dos últimos ejercicios mantenga una ratio deuda/capital por encima de 7,5 y, al mismo tiempo, una ratio de cobertura de intereses, calculada sobre la base del Ebitda, por debajo de 1,0.

Si se atiende a las últimas cuentas publicadas de Abengoa, las de 2019, se puede ver que en el primer caso, la ratio está disparada por encima del límite, mientras que en el segundo, está muy por debajo de lo requerido. Cabe recordar que una ratio de cobertura de intereses por debajo de 1 implica que la empresa no tendría capacidad para atender los pagos generados por su deuda. Estas cifras ponen contra las cuerdas a la compañía y hacen que la solución de recurrir al fondo SEPI que ya estudian los minoritarios se tambalee. 

Mostrar comentarios