El fondo aportará 200 millones

Abengoa cede a la oferta de Terramar para poder acogerse al rescate de la SEPI

La compañía sevillana reconoce que no ha logrado ninguna propuesta de reestructuración alternativa y desvela ante la CNMV la operación a tres bandas necesaria para sacar adelante la compañía.

Abengoa
De izquierda a derecha: Alfonso Murat, Clemente Fernández, Adolf Rousaud y Cristina Vidal, durante la Junta de Accionistas de Abengoa.
EFE

Fin de las especulaciones en Abengoa. La compañía ha reconocido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que todavía tiene un largo periplo por delante y no puede esperar a armar una oferta alternativa a la del fondo Terramar. Así lo concluyó ayer la compañía, en una tensa y larga reunión del consejo de administración en la que se reconoció que solo el fondo californiano podrá hacerse con la empresa sevillana, siempre y cuando se estructure una operación a tres bandas con la SEPI en la que todavía quedan flecos por cerrar.

En varias comunicaciones al regulador bursátil, la multinacional sevillana ha despejado un poco más su futuro, que sigue siendo muy incierto. El primer paso ha sido rendirse definitivamente a armar una opción alternativa al fondo estadounidense Terramar, cuya oferta ha sido duramente criticada por el bloque de accionistas Abengoashares. Aun así, los representantes de este grupo de propietarios, cuyo principal responsable es Clemente Fernández (expresidente de Amper), votó en contra ayer en el consejo de administración, que fue muy reñido y se decantó por la mínima.

Ahora, la compañía ha cerrado este capítulo y se dispone a terminar con el resto de flecos necesarios para salir adelante. El primer paso ha sido pedir permiso a los acreedores para que acepten también esta resolución de reestructuración. Los tenedores de la deuda de la compañía, las grandes entidades bancarias, principalmente, deberán pronunciarse en las próximas semanas sobre esta propuesta tras remitir a sus respectivos comités de riesgo la letra pequeña de este acuerdo.  

Ese plazo de tiempo no puede ser muy extenso, pues todo está supeditado en paralelo a que la SEPI diga o no al rescate de la compañía de 249 millones de euros. El holding dependiente del Ministerio de Hacienda ya tiene sobre la mesa los informes de sus asesores, que han examinado los números de la compañía durante casi un año y han concluido que las filiales beneficiarias de la ayuda son elegibles para el rescate pero, no obstante, existen altos riesgos de que no se recupere el dinero prestado en el plazo previsto.

Más trámites

En su segundo comunicado, Abengoa ha detallado cómo se estructura la operación financiera que lleva meses ideándose. Las partes del proceso serán tres: la obtención de liquidez, la obtención de avales y finalmente los cambios en la estructura de capital. "Cada parte avanzará en paralelo y está sujeta a la finalización de las demás, en el sentido que no se podrá finalizar la operación si no se completan todas las partes", ha reconocido la compañía para evidenciar la complejidad del acuerdo.

En la obtención de liquidez, entrará en juego el dinero de Terramar junto al mencionado rescate de la SEPI. El fondo estadounidense pondrá 200 millones, de los cuales 140 millones se aportarán en forma de préstamo y los otros 60 millones en forma de capital. Este monto otorgará al nuevo inversor el 70% del capital social de Abenewco 1, la filial sana de Abengoa que no está en concurso de acreedores. Inmediatamente después, Abenewco 1 utilizará los 60 millones de capital para la recompra parte de la deuda de sus acreedores.

Otro paso necesario pasa por la obtención de una nueva línea de avales bautizada como New Bonding por un importe máximo de 300 millones de euros, junto con la renovación y extensión de las dos líneas de avales ya existentes. Este extremo, que siempre ha contado con la resistencia de la banca y del CESCE, es fundamental para cubrir las necesidades dentro de plan de negocio hasta 2027

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