Nombramientos y cuentas, aprobados

Abril-Martorell saca adelante la junta de Indra tras el primer golpe de la Covid

El presidente de la tecnológica ha lamentado que la crisis sanitaria "ha truncado la ambición y la inercia" de la compañía para este ejercicio 2020.

Fernando Abril-Martorell, presidente de Indra
Fernando Abril-Martorell, presidente de Indra.
INDRA

Luz verde a todos los asuntos clave de la junta general de accionistas de Indra tras el primer golpe recibido por la pandemia global del coronavirus. El equipo gestor, liderado por su presidente, Fernando Abril-Martorell, ha sacado adelante todas las votaciones. El primer ejecutivo ha lamentado que la crisis sanitaria "ha truncado la ambición y la inercia" que llevaba la tecnológica del año 2019. Y ha advertido: "No podemos confiar en una recuperación ni rápida ni fácil".

En un primer momento, el presidente de la compañía ha relatado los logros del año 2019, con un récord en la cartera de pedidos y un crecimiento significativo en los ingresos. "Partimos de una situación favorable y esperanzadora, por el crecimiento de la cartera y las inversiones", ha resaltado. Esto había llevado a plantear un presupuesto "ambicioso" para el ejercicio 2020. Pero la crisis del coronavirus ha supuesto una "interrupción abrupta".

Esa interrupción viene motivada, según ha relatado en su discurso, por la "intensa contracción" de la actividad de sus clientes, con una reducción de los presupuestos o un retraso de los diferentes proyectos. Por contra, ha insistido en que cuentan con varias fortalezas para afrontar esta crisis: un negocio como es el de las tecnologías de la información, con más "resiliencia" que otros frente a una pandemia como esta, y un carácter "imprescindible" de los servicios prestados a sus clientes.

En este relato sobre el fuerte impacto de la crisis del coronavirus, el primer ejecutivo de la empresa no ha planteado una previsión fija para el ejercicio 2020, después de que decidiera dejarla en suspenso ante la importante incertidumbre vivida, al entender que "el impacto, duración y ámbito de la crisis sanitaria y económica es muy difícil de estimar en estos momentos".

Más allá de esta fotografía de la crisis, el equipo gestor ha sacado adelante todos los puntos de la junta general. Entre ellos se encuentra uno destacado: la aplicación del beneficio a compensación de pérdidas de años anteriores. Durante los últimos años se ha estado valorando la posibilidad de ofrecer algún dividendo al accionista. Y todo apuntaba a que en este ejercicio se iba a poner sobre la mesa. Sin embargo, la Covid-19 trastocó los planes.

Junto a esto ha sacado adelante la votación sobre los resultados de 2019; la remuneración del año 2019 del consejo de administración (Abril-Martorell recibió 2,29 millones de euros y el consejo se embolsó 8,39 millones), y también el nombramiento de Carmen Aquerreta, hasta el año pasado socia de Deloitte en Londres y hoy miembro del consejo de administración de Andbank, como consejera independiente, y la reelección de Silvia Iranzo.

En la votación no se ha incluido el nombramiento de Rosa María García Piñeiro que, tal y como se ha aclarado durante la junta general, ha enviado una carta al consejo desistiendo del nombramiento. Ella hoy es Directora Global de Sostenibilidad de Alcoa y Presidenta de la Fundación Alcoa, cargos que han despertado recelos en la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), dueña de casi el 19% de la tecnológica.

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