Cinco años desde la compra

Acciona impugna el acuerdo de Armas con los bonistas y reclama 30 millones

El grupo de los Entrecanales lleva ante los juzgados de Madrid y Palma el pago pendiente por la venta de Transmediterránea, interferido por el acuerdo de refinanciación de la compañía marítima.

El presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, durante la Junta General Ordinaria de Accionistas 2022
El presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, durante la Junta General Ordinaria de Accionistas 2022
Europa Press

Acciona pasa al ataque en Naviera Armas. El grupo constructor se está viendo afectado por el acuerdo de refinanciación que el grupo marítimo, líder del sector con cinco millones de pasajeros anuales, firmó el pasado año con sus bonistas, porque ha interferido directamente en el acuerdo de venta de Transmediterránea. La cotizada española reclama casi 30 millones que todavía se le adeudan de la transacción y cuyo retraso tiene origen en los efectos que el coronavirus ha tenido el transporte marítimo de pasajeros.

El acuerdo de refinanciación, que se firmó en septiembre y más tarde fue sometido a homologación judicial, se ha impugnado este 2022 por parte de Acciona ante dos juzgados distintos, los de las Palmas (Islas Canarias) y los de Madrid, de manera paralela. Dado que el proceso está dando sus primeros pasos, los tribunales de momento no han emitido ninguna resolución firme. Sin embargo, Naviera Armas sí ha conseguido un primer aplazamiento, según reconoce en una documentación dirigida a bonistas y consultada por La Información

Los 29,5 millones de euros de disputa corresponden a la parte final a abonar por haber comprado Transmediterránea a los Entrecanales en 2017, en una operación anhelada para la cotizada española desde hace años -en 2014 se negoció con Cerberus-, pues el negocio no despegaba y no estaba dentro de su core business. Ese acuerdo se cerró por 230 millones por los activos, 130 por la deuda y otros 16 ligados a objetivos de rendimiento. Todo ello a cambio del 92% de la compañía, lo que situaba el valor total de la empresa en algo más de 420 millones de euros.

En términos operativos, Armas sumaba a su perímetro a otro gigante. La combinación de fuerzas planteaba riesgos para la competencia en el sector, concretamente para tres rutas de transporte marítimo: entre el sur de la Península y Melilla, dentro del archipiélago Canario y entre la Península y Canarias. La Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) puso condiciones y obligó a ceder parte de los activos a un tercero, el grupo alemán FRS. Con más de cinco millones anuales de pasajeros, la compañía sigue siendo a día de hoy una empresa de referencia en el sector gracias a sus 26 buques, según el último informe anual de la patronal Anave.

La familia Armas vendió parte de Transmediterránea al grupo italiano Grimaldi el pasado año

El pago de la cantidad restante se está viendo dilatado por el acuerdo de refinanciación que Naviera firmó en la segunda mitad de 2021, cuando atravesaba momentos convulsos -llegó a estar en default, según Moody's- y tuvo que reestructurar la compañía. Alcanzó un pacto con distintos fondos de inversión como Barings, Cheyne y JP Morgan, que canjearon deuda por acciones e impusieron distintas condiciones a futuro a la compañía. Algunas de ellas: la incorporación de dos consejeros independientes, una nueva estructura societaria y el nombramiento de un consejero delegado, Fernando Val, quien apenas ha estado un año al frente del grupo marítimo. 

Acciona, no obstante, no se adhirió a este acuerdo cuando se sometió a homologación judicial, de acuerdo a un auto del Juzgado de lo Mercantil de Las Palmas. Su oposición ahora reaviva un acuerdo que se firmó hace más de cinco años después de la compra. De hecho, parte de Transmediterránea ya no está totalmente bajo el perímetro de Naviera Armas. La compañía se vio obligada el pasado año a desprenderse de parte de sus activos y traspasarlos a Grimaldi. Este grupo propiedad de una familia italiana que da nombre al grupo puso 375 millones sobre la mesa y pudo así entrar a competir en el mercado español con Trasmed, nombre que recibió la compañía resultante. 

Revisión del plan de viabilidad

Por si no fuera suficiente, la compañía actualmente estaría revisando su plan de negocio por las turbulencias inesperadas que ha ocasionado la guerra de Ucrania, principalmente el alza del combustible. Para este 2022 tenía presupuestado 131,6 millones de euros por el carburante y la meta aun así era cerrar el ejercicio con ebitda positivo. El alza del crudo es un golpe que se extiende al resto de competidores del sector, como han venido advirtiendo otros rivales de la talla de Balearia o GNV (Grandi Navi Veloci), propiedad del gigante MSC.

Todo ello ha llevado a la compañía de la familia Armas a explorar la posibilidad de acceder a nueva financiación, sobre todo al no haber accedido a la ayuda estatal de la SEPI. Con todo, ahora afronta tiempos optimistas con la recuperación de la Operación de Paso por el Estrecho (OPE), que garantiza gran parte de los ingresos anuales para las navieras en España. Para esta edición, ha incrementado su capacidad en un 7% por ciento con respecto a la OPE de 2019 y destinará nueve buques que realizarán un total de 280 viajes semanales desde de Algeciras, Málaga, Motril y Almería. Sus puertos se conectarán con los de Ceuta, Tánger Med, Al Hoceima, Melilla, Nador, Ghazaouet y Orán.

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