A la espera de la Sepi

Los acreedores de Siro vigilan a Alantra para evitar la entrada de 'fondos buitre'

Santander, CaixaBank, Rabobank y Sabadell han exigido al grupo galletero que fiche a un asesor externo que supervise en su nombre la búsqueda de un inversor coordinada por el banco español de negocios.

El presidente de Cerealto Siro, José Manuel González Serna, y el consejero delegado del grupo, Luis Ángel López
El presidente de Cerealto Siro, José Manuel González Serna, y el consejero delegado del grupo, Luis Ángel López
EFE

Cerealto Siro arranca el curso con tareas pendientes. La multinacional ha incumplido el primero de los hitos a los que se comprometió en el proceso de refinanciación que cerró a finales de 2020. La situación ha empujado a los principales bancos acreedores (Banco Santander, CaixaBank, Rabobank y Sabadell) a poner ojo avizor sobre Alantra, a quien la empresa encargó la búsqueda de un socio que diese oxígeno a la compañía. Pero la operación no termina de despegar y los dueños de la deuda han empezado a impacientarse y a exigir informes detallados del proceso al banco de inversión español, según fuentes cercanas a las negociaciones consultadas por La Información.

Entre las razones que explican el renovado interés de las cuatro entidades en contar con mayor presencia en el proceso coordinado por Alantra, está la inclinación del banco de negocios español de centrar la búsqueda en fondos de deuda, dejando a las firmas de private equity en un segundo plano de la ecuación. Estas compañías se caracterizan por liderar negociaciones más agresivas que derivan en la exigencia de quitas más elevadas, algo que perjudica directamente a los intereses de los acreedores. Por su parte, los dueños de la deuda se decantan por la entrada de un socio industrial en posición para ofrecer una solución más completa.

La entidad que dirige Santiago Eguidazu empezó a tantear a posibles inversores antes de verano. El plan de la empresa galletera incluía, en principio, la entrada bien de un fondo de capital riesgo, bien de un grupo industrial que consiguiera dotar de suficiente músculo financiero a la multinacional a través de la adquisición de una participación minoritaria en su capital. Hasta el momento, las entidades acreedoras se habían mantenido al margen de los progresos de Alantra. La primera falta de pago de Cerealto Siro también ha despertado el interés de los dueños de la deuda respecto a la identidad del potencial 'caballero blanco'.

Los cuatro grandes acreedores han exigido a la compañía que preside Juan Manuel González Serna que contrate a un supervisor externo que controle paso a paso los avances de la búsqueda de Alantra. Las fuentes consultadas aseguran que el proceso que coordina el banco de negocios español ya ha suscitado el interés de varios compradores potenciales. El desplome del ebitda (resultado bruto de explotación) del grupo y la compleja situación que en los últimos años ha marcado la trayectoria de Cerealto Siro, uno de los principales proveedores de Mercadona, también han contribuido a dilatar la entrada de un inversor en su capital, según las fuentes consultadas.

Para atender a la exigencia de sus mayores acreedores, la compañía familiar multinacional lanzó un proceso de selección destinado fichar a un supervisor que participase, desde un segundo plano, en la búsqueda de un inversor. La función reservada a este asesor externo era, precisamente, la de dar voz a Santander, CaixaBank, Rabobank y Sabadell, así como defender sus intereses en el transcurso de esta operación. La propia empresa impuso sus propios vetos y, finalmente, el mandato cayó en manos de la firma estadounidense FTI Consulting.

Como representante de los intereses de los bancos acreedores, FTI Consulting ha exigido a Alantra los primeros informes de cara a monitorizar el proceso de búsqueda de un inversor

Desde su contratación, la consultora ha dado los primeros pasos para monitorizar los avances de Alantra. En representanción de los intereses de los acreedores, FTI también ha exigido los primeros informes de situación, con los que las cuatro entidades puedan hacerse una idea de en qué punto se encuentra el proceso. El acuerdo que Siro y los acreedores firmaron el pasado octubre no incluían pagos por parte de la compañía en el primer año, sino que se basaba en el cumplimiento de una serie de ratios (covenants) que la compañía no ha logrado alcanzar, en parte, por la subida de las materias primas, que ha lastrado los resultados del grupo.  

Entre los hitos del acuerdo de refinanciación, que amplió el plazo de vencimiento del préstamo sindicado a cinco años, se marcó que la galletera superase los 30 millones de beneficio operativo a la vuelta de un año. La fecha tope venció hace unas semanas y las fuentes consultadas indican que este indicador se situó en el entorno de los 20 millones, según las cifras presentadas por la empresa. Las ventas de Siro cayeron casi un 20% al cierre de 2020 hasta los 464 millones . Además, su ebitda sufrió un recorte de más de un 22% hasta quedar en 44 millones. Entre el acuerdo de refinanciación y a la espera de un posible socio, Siro se sumó a la lista de compañías que han pedido acceso al fondo de rescate para empresas estratégicas gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

La solicitud del fabricante de galletas asciende a 90 millones de euros. Hace unos días, el holding público incluyó a Siro en el paquete de compañías para las que el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda ha reactivado la búsqueda de asesores propios que analicen su rescate. La Sepi aún no se ha pronunciado sobre la concesión de esta inyección, pero sí ha decidido cómo estructurará la eventual ayuda al grupo, que podría convertirse en la primera empresa solicitante en recibir el salvavidas de la Sepi únicamente en forma de préstamos participativos, como adelantó este medio.

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