Hay países en una lista negra, por ser considerados paraísos fiscales; y otros en un listado gris, porque no cumplen con los estándares de fiscalidad que marca la Unión Europea, pero que se han comprometido a hacerlo. Entre estos últimos, 55 naciones que suelen ser percibidas como benévolas a la hora de tratar los impuestos de las compañías erradicadas en su territorio, como son, entre otros, Panamá, Barbados, Andorra o Liechtenstein.
En esos 55 países 'grises', el grupo constructor ACS sumó un beneficio de 119 millones de euros, según desvela en su último informe anual. "Si se toma la amplia lista de 55 países o jurisdicciones, que componen la comúnmente denominada 'lista gris' de la Unión Europea, aprobada en 2017, el conjunto de las mismas ha aportado, conforme a la mencionada información declarada de 2016, un beneficio de 119 millones de euros, con un impuesto devengado de 37 millones", detalla en la última documentación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Un año que ACS cerró con un beneficio neto de 751 millones.
"La mayor parte de este beneficio se ha generado por la actividad de construcción en Hong Kong, donde se ha registrado un tipo efectivo de gravamen del 16,3%", añade al supervisor del mercado. Y, en el año recién concluido, la situación es similar. "En cuanto al ejercicio 2017, se estima que el tipo efectivo de gravamen global del grupo será similar", indica la compañía presidida por Florentino Pérez.
La constructora dueña de Hochtief y Cimic es una de las grandes cotizadas españolas que desglosa su estrategia fiscal en su informe anual. Explica, por ejemplo, que en 2010, suscribió el Código de Buenas Prácticas Tributarias promovido por la Agencia Estatal de la Administración Tributaria y que, por ello, aplica las "exigencias marcadas de transparencia fiscal y aporta voluntariamente la información requerida para ello". Ahí incluye la composición internacional del grupo y la información referida a paraísos fiscales.
Sin paraísos
En cuanto a estos últimos, asegura que se ha desmarcado de estos territorios con fiscalidad laxa. "La política actual del grupo ACS es no promover la creación de nuevas sociedades residentes en paraísos fiscales o territorios de baja o nula tributación (salvo las necesarias para la ejecución de obras o instalaciones físicas en dichos territorios), así como acometer la progresiva liquidación de las preexistentes", afirma. "En ese sentido, varias de las entidades residentes en paraísos fiscales están en trámite de liquidación".
A día de hoy, después de los cambios realizados por la UE en el pasado año, la lista de países incluidos en la lista negra de paraísos fiscales está compuesta sólo por nueve Estados: Samoa Americana, Bahréin, Guam, Islas Marshall, Namibia, Palau, Santa Lucía, Samoa y Trinidad y Tobago.
Y ninguno de ellos aparece en la memoria de ACS como sede de alguna de sus filiales. En cambio, la compañía inmersa ahora en la compra de Abertis indica que "conforme a la información desglosada país a país, el beneficio no sujeto a tributación por localizarse en sociedades de paraísos fiscales, así calificados por la legislación española, ha sido cero. Idéntico resultado se deduce tomando la lista de jurisdicciones no cooperativas aprobada por la Unión Europea en 2017", concluye.
Con esta estructura, ACS desglosa que, en ese ejercicio 2016, el impuesto devengado declarado al conjunto de las administraciones tributarias ascendió a 229 millones de euros, lo que representa un tipo efectivo de gravamen del 24,7% frente al beneficio contable antes de impuestos".
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