Tras decidir que la operación se hará en efectivo

ACS y Vinci discuten un último ajuste de 150 millones en la operación de Cobra

La constructora española preveía cerrar la operación antes de final de mes, pero ambas partes no se ponen de acuerdo en estas cuantías y la operación está en un ‘stand by’ momentáneo.

Junta de Accionistas de ACS
Junta de Accionistas de ACS
ACS

ACS y Vinci siguen enredados en las 'due diligence' para la venta de Cobra. La constructora que capitanea Florentino Pérez anunció el pasado mes de octubre al mercado que se encontraba en conversaciones con la compañía francesa para vender esta parte de su negocio. Seis meses después de que comenzó el proceso de análisis y con la vista puesta en cerrar la operación en las próximas semanas, han surgido nuevos impedimentos en el camino que han dejado este movimiento en un 'stand by' momentáneo. El último de ellos, según confirman a La Información fuentes conocedoras, tendría que ver con una prima de aproximadamente 150 millones de euros que Vinci querría ahorrarse al pagar la totalidad de la operación en efectivo.

Y es que al inicio de las conversaciones, ambas constructoras habían acordado llevar a cabo un pago total de unos 5.200 millones de euros que estaba dividido en dos partes, una en efectivo de alrededor de 2.800 millones y la cantidad restante se llevaría a cabo en acciones. Este último porcentaje de la operación daría a ACS hasta un 5% del capital de la francesa. En este punto sería donde se incluiría una prima de alrededor de 150 millones de euros sobre el precio de las acciones.

Con el paso de las semanas y el avance en la relación entre unos y otros, la máxima del pago mixto –en efectivo y en acciones- inicialmente acordada se modificó. "En el contexto de estas negociaciones se incluye el pago íntegramente en metálico", decía Florentino Pérez, presidente de la compañía al presentar los resultados de cierre de 2020. Fuentes conocedoras de las negociaciones señalan que este movimiento se debe a la negativa por parte del Gobierno francés de que la empresa española pueda convertirse en accionista clave de la compañía gala en protección de firmas que considera estratégicas.

Esta modificación habría hecho que Vinci pretenda ahora descontar  del precio total de la transacción el importe de la prima fijada en la contraprestación del pago en acciones. ACS no estaría de acuerdo con este extremo por cuanto que la modificación del preacuerdo ha sido motivado por parte francesa. En consecuencia el grupo que preside Florentino Pérez no está dispuesto a alterar las 'due diligences' y exige el 100% de los 5.200 millones comprometidos en un inicio. Sería, por tanto, esa mencionada prima accionarial, equivalente a 150 millones en números redondos, la que tiene en jaque, otra vez, la operación, pese a que ambas partes confían a que conseguirá cerrarse en las próximas semanas.

Pero esta operación no ha sido un camino de rosas. Antes de llegar a este punto también se encontró con otros baches en el camino. El más importante de ellos es el que tuvo que ver con el perímetro de la operación. En concreto, con la disputa sobre la venta o no de la plataforma de desarrollo de nuevos proyectos en el sector de la energía renovable. La revalorización de las renovables como consecuencia del auge de las energías verdes a nivel mundial provocó ciertas complicaciones en la operación, ya que ACS quería quedarse con una parte de la citada plataforma.

ACS y Vinci ya se enredaron con el perímetro de la operación por el auge de las energías verdes en los últimos meses

Finalmente, y de acuerdo con las palabras del propio Florentino Pérez hace apenas unas semanas, en el acuerdo se incluye "la posibilidad de invertir junto con Vinci en proyectos de energías renovables", por lo que este impedimento habría sido superado. Pese a ello, el cierre de la operación antes del mes de marzo parece altamente difícil ya que el tiempo se ha echado encima y apenas quedan unos días para que culmine el primer trimestre. 

La de Cobra sería una nueva operación a sumar a la lista de desinversiones de ACS. La constructora española ya vendió la minera Thiess, que pendía de Cimic, su filial australiana, a la británica Elliot. Este movimiento le permitió ingresar hasta 1.380 millones de euros antes de impuestos al tiempo que mantenía una parte del capital. Adicionalmente, también se deshizo de uno de sus polémicos negocios en Oriente Medio, BICC, sobre la que la CNMV les ha obligado a reclasificar en sus cuentas de 2020.

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